domingo, 8 de noviembre de 2009

Estado natural



A los que se fueron, a los que se quedaron, a los que callan o a los que se rebelan. A todos les imaginamos alguna culpa. A los que están presos por dejarse atrapar y a los que no porque a alguna complicidad le deben estar libres; a los que queman libros o a los que los escriben; a los que protestan por imaginados afanes de lucro o a los que lo hacen con sospechosa gratuidad. A todos –nos dicen- hay que denunciarlos, descubrirlos donde quiera que se metan, machacarlos con todo lo que se encuentre al alcance.
Atribuirles a estos denunciadores una intención política sería disculparlos. Al menos se atendrían a un principio: el del que el fin justifica los medios. Al fin y al cabo la política es algo demasiado superficial para que excuse tanto trasiego de miserias. Habrá mucho de impotencia en ello –y en eso nuestra historia ha sido pródiga- y ya que atacar a los responsables más obvios resulta peligroso o aburrido hay que buscar nuevos y más accesibles culpables. El rencor acumulado contra el que te expulsó de la universidad, el que te denunció a la policía o el policía mismo; contra el que te humilló, te negó la palabra o simplemente te hizo callar se canaliza entonces contra el que no puede o no quiere defenderse.
Así van los que confunden mezquindad con sentido crítico, síndrome de sospecha con inteligencia, la cobardía propia con la de todos los que lo rodean. Sería lastimoso si no fuese preocupante. Es quizás la expresión más descarnada del trauma colectivo de la impotencia, un trauma que es común a todos los que hayan vivido bajo un régimen totalitario sobre todo si abarca la vida de varias generaciones. La sospecha de que nada bueno se puede esperar de los que estamos igualados el lugar de nacimiento. Lo preocupante no es que esa manifestación del desprecio por nosotros mismos persista en unos cuantos sino que vaya convirtiéndose en nuestra manera habitual de ver el mundo, en nuestro estado natural. Porque cuando se llega a ese punto no queda mucho por hacer.

13 comentarios:

Ernesto G. dijo...

Nada, que estamos muy jodidos, mi socio, bien jodidos.

BARBARITO dijo...

Muy duro... pero MUY real.

apenao dijo...

Hay que bajarle un poco a la paranoia Enrisco.Cuando se duda de todo y de todos estamos muy jodidos. Hay mucha gente buena en Cuba (y fuera de ella) haciendo lo posible y lo imposible por camabiar nuesta situacion. Yo siempre pienso que nuestra realidad esta afectada por el hecho de ser Cuba una pequeña isla en el medio del oceano. El efecto domino de la caida del comunismo en Europa no fue suficiente apara acabar con el sistema en Cuba. Te imaginas si hubieramos estado rodeado por tres o cuatro paises donde el cambio estuviera tomando lugar?
Como ya dije estoy convencido quelo que pasa en nuestra Cuba no tiene nada que ver los cubanos. Se pudieran sacar todos los cubanos y poner alli suizos, mexicanos o peruanos y la historia se iba a repetir de la misma forma. Ahora de que en nuestra patria (y fuera de ella) hay oportunistas,descreidos, chivatientes, mala gente etc etc es un hecho. Esos los hay en todas partes. Por suerte esa gente no cambian nada ni deciden nada en ninguna parte. Ellos solo aplauden, dudan, chismean pero no actuan.Y esa es la palabra de orden para el cambio. Actuar,hacer algo.

Anónimo dijo...

A los que como tú?

Anónimo dijo...

Yo soy el de "A los que como tú?", y voy a imitar a otro de tus comentadores, te dejan ó nó publicarlo?, o mejor dicho, te dan permiso?

raúlciro (shortbus) dijo...

"Somos", sólo se trata de eso, de ser libres, que cada cual lo tome, accione como desee y sea feliz respetando.
Ya sé que cuesta entender ciertas cosas, parece "duro","jodido", "sobreactuado o falto de ello".
Si quieres, si "te dan permiso...", mírala entera o desde (1´22´01 "Ending"): una más entre tantas, como "tú".
http://www.megavideo.com/?s=seriesyonkis&v=POJKXK1G&confirmed=1

SelgasArt dijo...

Muy bueno...I need a drink!

Inesita Correcalle dijo...

Ya lo dijo quien lo dijo: "lo peor de Cuba son los cubanos" donde quiera que estén, agrego yo, y me pongo a la cabeza de la lista antes de que me lo digan...

Anónimo dijo...

De acuerdo. Pero no, no es cosa de nacionalidad. Gente basura que no vale tres quilos hay en todas las razas y nacionalidades. Se leen cada cosas por el ciberesapcio cubano que dan lástima y pena. Se centran en criticar a las victimas y se olvidan del victimario. Preo yo se ( o quiero creerlo así) que el síndrome del cangrejo no es propio de mi nacionalidad. Y que no estamos condenados por siempre, todos.

pepe antonio dijo...

"lo peor de Cuba son los cubanos"

"lo peor de argentina son los argentinos"

"lo peor de rusia son los son los rusos"

la mejor forma de decir "no me meto en eso". me huele a fascismo... muela gastada

Anónimo dijo...

Enrisco felicidades,en cuba se leen
tus nuvos libros,se pasan de unos a
otros con una alegria increible.
muchos hablan de ti como el creador
de skechs como "la bicileta" o "san
zumbado", otros recien te conocen,en
fin.
felicidades nuevamente,y abandona ese
sentimiento de culpa, a eso quieren llegar.
¿culpa de que ?

Anónimo dijo...

muchos humoristas viejos te siguen.
(te hablo de los primeros festivales aquellarre)
si tuvieran la posibilidad de un internet,seguro te felicitarian tambien.
yo te conoci en una escalera del teatro mella,luego te vi por el guiñol,y me parece buena tu obra.

Inesita Correcalle dijo...

Pepe Antonio, bájate de esa nube. Voy a ampliar mi comentario para que me endilgues otro calificativo más ingenioso: lo peor de la Humanidad son los seres humanos.
Mi onda es preocuparme por las especies en peligro de extinción, precisamente gracias al despelote moral y la poca conciencia que exhibe el humano ser.