lunes, 16 de noviembre de 2015

Humanidad

El viernes por la tarde mi mujer y yo hablábamos sobre el terrible atentado en Beirut. Ella me comentaba que cuando le preguntó a su estudiante libanesa si su familia estaba bien le chocó la perfecta ignorancia y la indiferencia del resto de sus estudiantes sobre lo ocurrido en un país que -sospecho- a duras penas sabrían ubicarlo en un mapamundi. Como tampoco sabrían ubicarlo en el mapa de sus inquietudes. (Y no es que no les importen los desvalidos, pregúntenle si quieren por Michael Brown o Eric Gadner para que vean cuánto pueden conmoverse o indignarse. Sospecho que se trata de una suerte de mal generacional al que solo le inmuta el aquí y el ahora. Beirut le es tan remoto como lo pueden ser Henry Miller o Groucho Marx, por poner dos ejemplos que he podido confirmar en persona). "Solo el estudiante francés le preguntó a la libanesa por lo ocurrido" me dijo mi mujer. Creo que el humanismo es eso, sentir curiosidad y compasión por toda la humanidad, cercana o lejana, pasada o presente, y sospecho que en Francia, país donde la idea moderna de humanidad fue inventada -con todas sus limitaciones- todavía nos llevan cierta ventaja.
(Por otro lado me pregunto si los que ahora comparan la reacción mundial ante la masacre de Paris el viernes con la de Beirut el jueves sintieron algun pesar cuando escucharon inicialmente la noticia de los muertos libaneses. Si recuerdan al menos haberse dado por enterados. Me pregunto si este nuevo deporte de echarle en cara a los muertos franceses el exceso de atención que reciben nace de una preocupación sincera por la suerte de todos los seres humanos o si simplemente es una manera un tanto mezquina de algunos de presumir de originalidad y evitar mezclarse con las hordas que creen que el Holocausto, la llegada del hombre a la Luna o el derribo de las Torres Gemelas ocurrieron alguna vez).

7 comentarios:

Miguel Iturralde dijo...

Casualmente, también ese viernes del lamentable atentado en París le comentaba a mi esposa sobre las pocas reseñas en los medios referentes a Beirut. Durante casi todos los días de la semana pasada sucedieron ataques en diferentes puntos del Oriente Medio; en Bagdad hubo uno creo que el día antes del de Beirut. A veces me pregunto, y lo hago con todo respeto, si los bombazos y ataques suicidas ya se han convertido en parte íntegra del vivir en aquella parte del mundo. Trágico viniendo de gente que nos dieron el álgebra, buenos científicos y exploradores, y "Las mil y una noches". Saludos.

Anónimo dijo...

Bro:

Es complicado el tema de la compasion y la cercania y la lejania de los eventos. Recuerdo cuando vivia en Cuba que muchos se indignaban por los presos politicos en cualquier esquina del mundo y yo les preguntaba porque no iban y le echaban una mano a Mike Porcel, para mencionar el nombre de un amigo muy querido, que les quedaba a unas cuadras y que su gobierno habia condenado a la muerte civil. Comparto contigo que el humanismo es tener el alma y el corazon abierto al dolor, pero tambien a la alegria y el logro, ajeno, donde quiera que suceda, pero los deberes hay que empezar a hacerlos en casa. La compasion que sentimos por alguien que vive a miles de millas se puede traducir en un par de lagrimones que echamos de cuando en cuando pero la injusticia que vive en el transfondo de nuestra puerta nos obliga a la accion o a la complicidad, y eso sin duda es mucho mas complicado. Me preocuparia mas si fueran indiferentes a Michael Brown o Eric Gadner y se pusieran a llorizquear por la muerte que sucede a miles de kilometros. Lo ideal seria hacer los dos deberes. sobre todo en el caso de una ciudad como NYC que vivio en carne propia el horror. pero si tengo que escoger me quedo con el compromiso con lo inmediato y no con una compasion intermitente por la humanidad.

Un abrazote, El yo-yo

Enrisco dijo...

Apartandonos del dolor,. vayamos apenas a la cultura: si las referencias no son aqui y ahora no se enteran. He tenido clases completas que no saben quien es Raymond Carver, Groucho Marx, Henry Miller o no han visto "Scarface". No este o aquel muchacho, clases completas. Y de pronto si se pone de moda se conectan con un desastre en el otro extremo del mundo. Claro que la caridad hay que empezarla por casa. Yo suelo desconfiar del sentimentalismo por control remoto. Y lo de Eric Gadner y Michael Brown importa porque pertenece a la santisima trinidad del racismo, sexismo u homofobia. una vez que te sales de ella vuelven a desconectarse. e insisto, son muchachos excelentes con muy buenos sentimientos y muy preocupados y sensibles. la estrechez de sus preocupaciones y su cultura en un pais que tiene influencia en todo el mundo es lo que me preocupa.

Anónimo dijo...

genial

Enrisco dijo...

Bro, un nuevo ejemplo de lo que decia. Hoy me doy cuenta que en mi clase nadie ha visto El Padrino empiezo a hablarle de la importancia de visitar los clasicos (ojo, no hablaba de la Eneida sino de algo tan relativamente cercano como El Padrino) y posiblemente la muchacha mas culta y sensible que hay en ese grupo me pregunta que por que yo creia que ellos debian ver una pelicula hecha para señores mayores de 40 años. Ya se que mi deber como profesor es explicarselo pero por ahi van los tiros. Tambien se que las generaciones desprecian olimpicamente a las anteriores pero justo esta cree tener comko marca de distincion la tolerancia y amplitud de miras.

Miguel Iturralde dijo...

Disculpa Enrique, pero me parece que tienes una expectativa muy alta de esos muchachos, y no los estoy disculpando. Estamos hablando de una generación acostumbrada a la gratificación inmediata y una película como "El Padrino", que cuenta una historia, no tiene ningún atractivo para ellos. Hace unos añitos, cuando mis ahijados todavía estaban en secundaria, me tenían loco con la dupla "Kill Bill" de Tarantino, y vi ambas con ellos. Otra noche sugerí ver "Los siete samuráis" de Kurosawa y no duraron media hora. No había suficiente acción y el argumento del filme era aburrido.

Si está probado que el tema principal de conversación de los seres humanos es su propio yo, imagínate el efecto de las redes sociales sobre esos jóvenes, y de los no tan jóvenes, ¿qué me dices de la obsesión con los "selfies"? Y el asunto de la compasión con estos chicos anda por esa senda. Eric Gadner y Michael Brown versus 41 libaneses el 15 de nov. (a quienes los medios noticiosos apenas dieron cobertura), ¿quién fue más tuiteado? Saludos.

Anónimo dijo...

Es verdad que los más lejanos son también seres humanos. Pero creo que aquello de que sean lugares comunes la ablación, los matrimonios pactados de niñas con ancianos, la lapidación por infidelidad o la cárcel para homosexuales nos lleva a aceptar, al menos inconscientemente, que las matanzas allí son también algo normal y una parte de su cultura.