martes, 22 de julio de 2008

Los extremismos del cheerleader


Ya Armengol está en campaña. Hace unos días publicó un artículo titulado “Por un nuevo anticastrismo” que no es más que el pistoletazo de salida que cada cuatro años emprende el escribidor del Herald en apoyo al partido de sus sueños. No me parecería mal si Armengol no disfrazara su campaña de análisis crítico y objetivo del exilio cuando en realidad es parte de su cíclico desempeño como cheerleader demócrata. “Batistianos por McCain” es el lema de la campaña descalificadora que lanza Armengol contra el candidato republicano tratando de disimular lo evidente: que los pocos batistianos que quedan votarán por McCain porque no hay Dios que los haga votar por otro partido que no sea el republicano como mismo Armengol no votaría por otro partido que el demócrata. Y que por fortuna ambos candidatos han llegado hasta donde están a pesar (y no gracias) de las maquinarias de sus respectivos partidos. La disyuntiva que enfrentamos hoy es preferible a la de hace cuatro años cuando a los que no resistíamos a Bush no teníamos otro remedio que votar por Kerry, y viceversa. Son Obama y McCain lo más parecido a candidaturas independientes y eso ya representa una ganancia significativa como síntoma de los tiempos que corren. Hay mucho que debatir, empezando por las inconsistencias que ambos candidatos ofrecen en sus respectivos programas pero se merecen un debate algo más serio que decir que McCain es el candidato de los batistianos o que Obama lo es de los antiamericanos. Ambas afirmaciones sin dejar de ser ciertas (hay que ver el entusiasmo que despierta Obama en los antiamericanos de todo el mundo) tratan de empujar a los extremos del espectro político norteamericano a candidatos que han llegado a serlo justamente tomando distancia de esos extremos pero seamos serios: ni McCain es Bush ni Obama es el Che Guevara aunque algunos de un extremo y de otro preferirían verlo así.

[Respecto a la Florida la disyuntiva es algo más clara: los Díaz Balart no pueden desentenderse de sí mismos mientras que Raúl Martínez y Joe García pueden anunciarse con cierta credibilidad como opciones de cambio]

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Amen.

Cualquiera que gane es mejor que lo que hay ahora, pero como siempre, tenemos que fajarnos

Güicho dijo...

You got it, man. Obama hace tan feliz como Osama (a los antiamericanos de cualquier pelaje.)

Anónimo dijo...

Enrisco,
El pobre Armengol tiene su tarea fija de todos los dias. El despotricar contra cualquiera que no sea de la nueva izquierda de USA. No hay posting de Cuaderno de Cuba en que no falte un ataque al exilio de los que eligieron dejar a Cuba mucho antes que el. Los veja, los insulta, se burla de sus años fuera de Cuba y de sus memorias de la Cuba pre-castrista.
No hay muchas criticas para el regimen totalitario cubano en el Cuaderno, porque las palbras de critica estan reservadas para el gobierno de turno del pais que le dio asilo cuando abandono el barco de la revolucion en Cuba. Pero aunque distante de el, sigue enfermo de nostalgia por el proyecto. Todavia le dura la enfermedad.

Jorge Salcedo dijo...

Oda al nuevo anticastrismo

Secuestrado en el exilio pueblerino y vocinglero,
ignorante, intransigente, fácil de manipular,
resistiendo los embates de un pueril titiritero
y seniles hordas de onda media y gritones de atar,
asfixiado por el miasma de vencidos embusteros
que menean la bandera del embargo comercial,
en Miami nace y crece, sofisticado y severo
el anticastrismo social.

Propulsada en la corriente turbia, torpe, altisonante
de arribistas y farsantes sordos al Cambio y al bien,
por la Calle Ocho avanza la propaganda incesante
y macabros empresarios con sus billetes de a cien,
van de rumba, van sin rumbo, van con saña militante
a apoyar al candidato que mató a Matusalén,
son espantos del pasado aullando su delirante
batistianos por McCain.

Pero a tono con las nuevas realidades del planeta,
hombres jóvenes, mujeres libres del yugo menstrual…

Si quieres leer la oda completa, visita mi blog. Salió hace dos días y hace dos días te espero. Si no vienes, voy a llorar.

Un abrazo