Imagina un país sin combustible ni transporte público, casi sin electricidad, sin restaurantes, ni cafeterías.
En fin, sin comida y sin libertad, ni siquiera para quejarte.
O para llamar a lo que sientes por su nombre.
Y el nombre es Hambre.
Blog personal y casi tan íntimo como una enfermedad venérea pensado también para liberar al pueblo cubano, aunque sea del aburrimiento. Contribuyentes: Enrisco (autor de “Obras encogidas” y “El Comandante ya tiene quien le escriba”), su alter ego, la joven promesa de más de cincuenta años, Enrique Del Risco. Espacio para compartir cosas, mías y ajenas, aunque prefiero que sean ajenas. Quedan invitados a hacer sus contribuciones, y si son en efectivo, pues mejor.
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