jueves, 21 de junio de 2018

Dinamarca 1, VAR 1

Esta mañana se celebraban dos encuentros simultáneos. Uno en la cancha entre Dinamarca y Australia y otro detrás de los micrófonos de Telemundo entre un narrador y una narradora. La narradora era vanguardia en el asalto a uno de los bastiones del machismo mediático en las transmisiones latinas en Estados Unidos que son las narraciones de los partidos de fútbol (otro de los bastiones del machismo mediático es el resto de la programación de las emisoras latinas).
Dinamarca marcó primero, en el minuto cuatro tras una buena combinación. Australia empató tras la revisión de una jugada en la que un danés golpeaba involuntariamente el balón en el área. Pero para la democracia del fútbol de VAR vale lo mismo que el segundo de Maradona a Inglaterra en 1986 (aunque de existir el VAR para ese entonces el primer gol argentino contra Inglaterra habría sido anulado y Maradona hubiese recibido al menos una tarjeta amarilla).
En la cabina de transmisión el narrador se defendía como podía con comentarios paternalistas, tono condescendiente y falsa cortesía para explicarle a la narradora lo equivocada que estaba en casi todo. Del lado de ella nada más elocuente que los silencios en que uno se la imaginaba mordiendo el bolígrafo con todas sus fuerzas para no enterrárselo en un ojo a su compañero de transmisiones. El desafío de la cancha, pese a los esfuerzos en ambos sentidos terminó empatado a uno. La batalla en la cabina de transmisiones no ha concluido pero desde ahora resulta claro que la narradora va delante en el marcador. 

2 comentarios:

Miguel Iturralde dijo...

jajá... si Fox transmite el partido prefiero verlo allá. Al igual que la parejita del "relator y la comentarista", como les gusta llamarse a sí mismos, ya me tiene jodío el del otro team de Telemundo, el que dice "me gusta fulano para el tiro libre" o "me gusta equipo x para cruzar con equipo y". Nada, que hablar mierda es un hábito generalizado en los pueblos latinos. Saludos.

Enrisco dijo...

Mucho peor si fuera por Univision. Al menos los argentinos tienen cierta gracia para contar los partidos.