jueves, 7 de mayo de 2015

Los dilemas de Camnitzer

Independientemente de si lo más decente o efectivo respecto a la Bienal de La Habana es boicotearla o viajar allá a darle el apoyo claro y abierto a artistas reprimidos como Bruguera Tania y El Sexto las declaraciones aparecidas en el artículo "Dilemas morales" de Luis Camnitzer -con eso de "definición cubana de democracia"- son penosas:
"Uno puede discrepar con la posición que el gobierno cubano tiene con respecto a la libertad de expresión, con como se controla la disidencia, con la definición cubana de democracia y, en general, con las desviaciones de la utopía prometida por la Revolución.  Pero de allí a tratar de eliminar la actividad cultural más abierta del país, la que sirve para esos diálogos que están por encima de la mezquindad de los bloqueos externos y de las represiones internas, me parece que solamente le puede servir a los extremistas fanáticos, dañar a los artistas y al público cubanos, y no tener mayor efecto político"
Este tipo de declaraciones siempre me recuerda esta caricatura del Bobo del pintor Eduardo Abela en tiempos del tirano Machado:


"El invento"
El profesor: Realmente, es sencillo este aparato que has inventado para hablar...
El Bobo: No lo creas, !Si supieras las vueltas que tengo que dar para decir un bobería...!

Pero esta otra cita del artículo de Camnitzer es bastante más clara:

Cuba, al ponerse en una posición de legalismo extremo, seguramente manejó la situación con torpeza. Pero con todo, hay que reconocer que Tania no está presa y que parece que puede circular por la Habana por lo menos al punto de visitar a Danilo Maldonado (El Sexto), un artista grafitista que está en la cárcel por “vandalismo”. Pero aparte de esto, en un comentario reciente en Facebook, Deborah, la hermana de Tania, cuenta las dificultades que Tania tuvo para presentar su performance en la bienal de 2009. Tuvo en ese entonces intercambios con las autoridades de la Bienal que aparentemente fueron extremadamente duros, al punto de ser amenazada con represalias. Eso indicaría que su intento de repetir el evento en diciembre del año pasado fue menos ingenuo de lo que pareciera inicialmente, y que las consecuencias de su proyecto eran relativamente previsibles.

Llamar a la represión "torpeza" y "legalismo extremo" y por otra parte resaltar la malicia de la artista hace pensar que el dilema de Camnitzer es entre dar clases de cómo reprimir a los artistas de manera más elegante o cumplir él mismo la función de policía.
Pero se equivoca el veterano artista conceptual: su dilema no es ético sino estético. El dilema de llamarse amigo de Tania Bruguera y al mismo tiempo aceptar la invitación de sus represores y que tal malabarismo no le quede feo del todo.

4 comentarios:

Cuento viejo dijo...

Camnitzer no tiene dilema alguno. El tipo sabe perfectamente su negocio; el asunto es manejarlo de la manera más conveniente y “correcta” para mantener o mejorar su posición. El hecho que tanto sofisma sea indecente, por no decir repugnante, no importa en los círculos “sofisticados” y “vanguardistas” donde el sujeto funciona. Sobra decir que a nadie como Camnitzer le preocupa en absoluto lo que piense “esa gente” (en la usanza Clintoniana), ni en Cuba ni fuera de ella. Lo que importa es siempre, pero siempre, estar en la onda más apta para conseguir lo que se busca, y lo que busca Camnitzer se trata de Camnitzer, no de Cuba.

Cuento viejo dijo...

Y dicho sea de paso, la dictadura cubana bien pudo haberse avalado de los servicios de alguien como Camnitzer tras asesinar los cuatro pilotos de Hermanos al Rescate sobre aguas internacionales en 1996. Cuesta poco imaginar su "dilema moral" en aquel entonces:

"Bueno, sí, el gobierno cubano ha sido muy torpe, muy legalista, y se pudiera decir que se le fue la mano, pero en toda justicia, esos pilotos provocaron a La Habana, y los que juegan con candela suelen quemarse..."

Dios mío, el asco.

Harto dijo...

La verdad que hay que tener gandinga para ser un uruguayo nacido en Alemania que ha vivido en los EEUU la mayor parte de su vida y ponerse a juzgar y criticar a Tania Bruguera o cualquier cubano por hacer lo que mejor le parezca con respecto a su propio país. Yo no sé quien carajo se cree este viejo, pero lo encuentro mucho más que penoso. Por supuesto esto es algo muy común y corriente, pues a Cuba no la respeta prácticamente nadie, y existen incontables extranjeros que se creen superiores a los cubanos para sentar cátedra sobre la situación de Cuba. Así y todo, la más elemental clase, elegancia o decencia exige mayor discreción que la que muestra este tipo. Si yo fuera Bruguera o cualquier otro artista cubano, mandaría a este insolente y pretencioso HP para la requetemierda. Hemos aguantado demasiado paquete, y ya llueve sobre lo empapado

Cecilia Fajardo-Hill dijo...

Estamos de acuerdo que los comentarios de Luis Camnitzer son inaceptables y legitiman a la falta de libertad de expresión en Cuba, poniendo en tela de juicio los motivos de Tania y el Sexto y de esa manera contribuir a las dificultades en las que se encuentran estos artistas. Me hace recordar la acción de Fabrizio D'Andre: 'Se sabe que la gente da buenos consejos cuando ya no puede dar mal ejemplo; se sabe que la gente da buenos consejos cuando se siente como Jesus en el templo'. Solo que sus opiniones -y esto el lo sabe y allí no hay objetividad posible- causan un daño terrible. No creo que es un artista político como predica sino un artista proselitista.