Tanto para Francisco García como para mí cada presentación en Montreal siempre ha sido una tremenda fiesta. La cálida fidelidad de un grupo de lectores/ amigos ha hecho que insista en incluir esa ciudad como parada obligatoria de mis presentaciones junto a Nueva York y Miami y que se convierta en una buena oportunidad para encontrarnos con viejos amigos y descubir otros.
Once años de presentar todos los títulos que han ido apareciendo a un público que es casi familia. Ahí está la pareja que por primera vez acudió con un niño de semanas de nacido que hoy es adolescente o la muchacha que venía con su niña que alguna vez preguntó cuándo escribiría un libro para niños y le ha costado menos convertirse en mujer que a mí cumplir la promesa. O esa otra chica que vino a verme en la feria de Guadalajara antes de que estallara la pandemia y ahora, reubicada en nueva latitud por fin se atreve a hablarnos, como si alguna vez fuera difícil, como si valiera la pena. O los gestores culturales (Paco, Toni, Mariana) que con tanto entusiasmo nos han ofrecido sus espacios para compartir nuestra obra. O los colegas magníficos (Zeyda, Lizandro, César) que tan generosos han sido con tu tiempo y su atención. O el artista cubano-mexicano que habíamos conocido apenas en un café apenas en la mañana del viernes y ya estaba en la tarde tirándonos fotos y sumándonos su energía tremenda. O los que nos acompañaron durante nuestra transmisión en vivo y los que vieron el video posteriormente hasta llegar a 340 visualizaciones.
Pero sobre todo Vilma Vidal, sin la que nada de esto sería posible.
A todos gracias porque mejor no la pudimos pasar.
1 comentario:
Lo que lamento, y no soy el unico, es que no hayamos podido compartir mas. Fue un semestre ajetreado, pero ese finde fue especial.
Un abrazo!
El "Canedian"
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