viernes, 19 de abril de 2019

Una correspondencia olvidada

Era 1988 y yo publicaba artículos humorísticos en cuanto espacio me abría sus puertas. Uno de ellos fue la sección que había empezado a dirigir el gran Héctor Zumbado en la revista Bohemia. "Zumbado", "Bohemia". Así sonaba la gloria a los 20 años. Un día quise animar a mi madre a escribir algo, ella que siempre pudo hacerlo todo y nunca se atrevía a nada. De puro orgullo. Le propuse que escribiéramos un texto a dos manos. Un intercambio epistolar entre dos de los incinerados históricos más famosos que se me ocurrieron. Yo sería el taíno Hatuey y ella la francesa Juana de Arco. Y -por única vez en la vida- mi madre aceptó la propuesta. Cada uno escribió su parte y se la llevé a Zumbado quien quedó encantado con la idea: madre e hijo publicando un texto juntos. Solo que mi madre ni muerta quiso aparecer con su nombre así que el texto apareció firmado por los personajes correspondientes. Hoy Carlos Aguilera, al publicar un enlace con la colección completa de Bohemia, me devuelve a ese texto que les dejo con el nombre de sus autores reales: Magda Arrocha y un servidor.
Fuente: Bohemia 19 de agosto, 1988, página 96


1 comentario:

Miguel Iturralde dijo...

Ingenioso intercambio epistolar (¿quien lo hereda no lo hurta?) y muy buena la ilustración que lo acompaña. Hay que añadir que es fantástico ese archivo de las Bohemias. Saludos.