Llevan días
dando la tabarra con un reportaje del New York Times que afirma que quien
prendió -accidentalmente- fuego a la ayuda humanitaria en la frontera colombo-venezolana fue un
miembro de la caravana misma y no la policía fronteriza. No lo sé, no estaba
ahí pero uno tiende a pensar que el principal sospechoso de que la caravana se
incendie es el mismo gobierno que ha hundido al país en la miseria para luego
negarse a aceptar ayuda, el mismo gobierno que masacra al pueblo en las calles
de todo el país y que puso todo tipo de obstáculos físicos para impedir el paso
de dicha caravana. Pero va y no. Va y en ese caso específico quien inició el
fuego fue un antimadurista algo que no puede descartarse porque la estupidez nunca ha sido monopolio de
ningún bando. Lo verdaderamente claro es el deseo de hablar de cualquier cosa
excepto de los crímenes que día a día el gobierno de Maduro comete contra
Venezuela. Y eso, señores, se llama
complicidad.
3 comentarios:
Yo le tengo hecha la cruz al despreciable New York Times desde que Herbert Mathews vistió a Fidel Castro de Robin Hood y lo puso en el mapa.
Segun lo que muestra el video no fue estupidez de un antimadurita sino un accidente. Intento tirarle un coctel molotov a los militares que bloquean la entrada de alimento y ayuda al pueblo venezolano y por accidente el objeto con fuego toco a uno de los camiones. Pero lo importante no es eso, hay accidentes porque un gobierno ahoga a su gente y le niega lo mas elemental para sobrevivir. Lo que si no es accidente es la mala fel del reportaje y la complicidad con la tirania.
Un abrazote, Yoyi
El New York Times no puede con su condición, ni le interesa superarla. Esa condición se llama miseria humana, en lenguaje elegante; en lenguaje más claro se llama hijeputez.
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