Desde hace años andaba a la caza de una oportunidad de ver a Jorge Ben Jor mi músico brasileño favorito, compositor de canciones tan naturales como respirar. Y lo vi hoy en un concierto en el B.B. King Club en Nueva York. Ya tiene 68 años y parece no haber llegado a los 50. Me hubiera bastado con que hubiese hecho una buena imitación de sí mismo pero prefirió escaparse por la vía del asombro: más de dos horas de concierto sin parar para tomar aliento, ensartando las canciones preferidas de todos los que estábamos ahí cantándolas a voz en cuello (yo con algún que otro forro, por supuesto). Porque si uno va a un concierto es de agradecer la ventaja añadida que esté lleno de brasileños y brasileñas que cumplen religiosamente con el tópico de pasarla lo mejor que pueden. Nada, que un punto importante de mi lista de deseos por cumplir acaba de ser tachado. Un sueño cumplido y sobrecumplido .
[El tumbador, por cierto, me parece que es cubano]
[El tumbador, por cierto, me parece que es cubano]
2 comentarios:
Wow, Umbabarauma en vivo... el tipo encontró la fuente que eludió a Ponce de León. Saludos.
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