miércoles, 9 de octubre de 2013

Receta contra el mantra


Leo ayer en uno de esos periodiquitos que se reparten gratis a la entrada del metro:

But the levels of poverty in Cuba, which identifies itself as a socialist country, might be jarring to anyone who has been able to afford a plane ticket there. There are no “rich” (by American standards) parts of Cuba, no fancy houses, no designer boutiques – there is only a ghost of an era where those things were present. But as Cubans say, no one is starving to death either. The people receive a ration and a salary from the government— although it’s not much, it is enough to live humbly. Healthcare and education are free and provided by the government"

La realidad -como sabe cualquier guionista de Hollywood- no le importa a nadie. Eso me hace recordar a un amigo ingeniosísimo que vivía en Chile y decidió no perder más tiempo en explicarle a los taxistas que la educación estaba politizada o los hospitales para cubanos eran una mierda. Así que si le preguntaban por la salud y la educación en Cuba decía:

-Pues están muy bien. En Cuba el único problema son los impuestos.

-¿Los impuestos? ¿Por qué? –preguntaba extrañado el taxista de turno.

-Si, porque para poder mantener esa salud y esa educación te cobran un impuesto del 99% así que al mes lo que uno viene a ganar son como diez dólares.

-¡Pero eso no puede ser! –gritaba el taxista estrujando el timón.

-Pues así mismo es. –decía mi amigo que es uno de los seres más pacientes que he conocido- ¿O cómo piensa que se puede mantener la salud y la educación? Es como todo, con sus pros y sus contras.

Y al parecer el sistema le resultaba de lo más convincente.

Nota: La foto es la que usó el periódico impreso para ilustrar esta invitación a viajar a Cuba ("You can go to Cuba: here's how" se titulaba). Muy a tono con los reclamos de Aleida "Cachalote" Guevara sobre los derechos de autor de su padre¿Intentará cobrar también el derecho a usar la imagen del rostro de su padre sobre los capuchinos habaneros? Nada más justo por otra parte.  


Post Data:

Más adelante Metro New York dice (en la edición en papel):

“What Cuba lacks in access to iPhones and malls, the country is strong in a spirit of togetherness that can be lost on East coasters who don’t even know the name of the person in the next apartment. Instead of catching up on Facebook Cubans gather in city squares to discuss literature, ideas and housing”
A uno no le queda otra opción que pensar que el jinetero que se buscó la reportera de Metro es un tronco de jodedor: la llevó a la Esquina Caliente del Parque Central y le hizo creer que allí, entre manoteos y gritos estaban discutiendo la última novela de Padura. A la periodista sólo le faltó decir: “¡Viaje a Cuba! ¡Es como ir a la Atenas de Pericles sin necesidad de máquina del tiempo!”

8 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad que entonces se quejan estos gringos pajeros cuando les dicen comepingas......

Cheito dijo...

Yo repartiria el Granma en el mismo metro...con el encabeamiento: con esto se tendra que limpiar el culo si va a Cuba..

Anónimo dijo...

sobre los derechos de autor hay que ser descarados, despues de aquellas ediciones "R" en las que "fusilaban" todos los libros de medicina que les salia del fondillo sin pagar un centavo a nadie. Sin contar las peliculas y todo lo que produjera el imperio. Lo bueno de la Dra Aleiducha es que la bronca la tiene con sus camaradas, por mi que se ripeen entre ellos....

Unknown dijo...

Eso es el resultado de una noche habanera, despues del despelote, del ron inventado, de que le dijeran que bella era todo el tiempo, incluyendo "Ilove you" con una profundidad poetica salida de las entranas de la necesidad personal(se sabe que esa frase aqui se dice con conocimiento de causa y alla para joder), despues que le dieran "espuela" (tanta que todavia debe estar sentada en una palangana con agua de manzanilla) y amanecer con una emocion desconocida hizo el reportaje con la informacion que le dio un mulato (que ademas pertenece a la seguridad del estado)y con los ojos llenos de lagrimas miro un segundo por la ventana y no vio, por descuido, lo que nos hace tan infelices hacia adentro: la falta de libertad.

Anónimo dijo...

y yo que pense que ese tipo de cosas solo se veian y leian en canada...!

Anónimo dijo...

De Cuba: No es nada asombroso que la gente de otros países se traguen el millo con lo que ocurre en verdad aquí si aquí mismo hay personas que se niegan a ver la realidad que les rodea, y lo mas lindo es que no son de la élite que no se sienten las cosas que obligan a vivir al resto, sino de la infantería más baja. La irrealidad que les cuentan los medios les es más material que la miseria que les rodea. No sé si lo hacen por testarudez, por miedo a reconocer lo equivocados que están o por ese terror inasible e inmedible que le tienen a hacer, decir o pensar algo no autorizado. Y eso no es todo. Los jóvenes son indiferentes, aunque formalmente obedientes, no sólo al mensaje oficial (aunque si les preguntas, repiten las mismas sandeces), sino al de otra opción de país. Prefieren pensar en marcharse del terruño, aunque muchos no saben que por su formación totalitaria, de la que se creen inmunes, han quedado invalidados para adaptarse rápidamente a otra sociedad donde funcionen lo normal de orden, trabajo y respeto a los demás.

Anónimo dijo...

Yo el problema con los taxistas lo resolvi hace rato. Cuando alguno, oyendo mi inocultable acento después de 23 años de exilio, me pregunta ¿y Ud. de donde es? Siempre le digo: ¡DE GROENLANDIA! Period.

el_yoyo dijo...

La respuesta al taxista me parece la mejor explicación al mito de la educación y salud gratis que he oido en mi vida. Y no lo digo de chiste sino porque describe el problema en el lenguaje que la gente de estos lugares entiende.

Hablar, describir los problemas de Cuba a un alemán izquierdoso es como hablar a una pared. Muy a pesar de que ellos sufrieron la RDA. ¡Ah, pero súbele los impuestos en 0,1% y ahí mismo se arma grande!