sábado, 10 de agosto de 2024

Medallas contra materia



-¿Viste la medalla de Mijaín?

-Por supuesto. Cinco oros seguidos. Un gigante, un extraterrestre, un fuera de serie…

-Son admirables sus capacidades físicas, su grandeza deportiva, su congénita modestia, los valores que porta, el apego a su tierra…

-Lo del apego a la tierra es impresionante. Ni un boniato le hace nada. Y lo digo con admiración, por supuesto. El boniato era un tubérculo mambí. Mucha hambre que mató en las guerras de independencia.

-Su verbo florido…

-No quiero burlitas.

-Si lo digo en serio. ¿Viste cómo le dedicó la medalla al Comandante?

-Por supuesto. Y hasta recalcó que el Comandante había traído el deporte a nuestro país.

-Bueno, ahí se le fue un poco la mano. ¿Dónde metemos a Kid Chocolate, a Ramón Fonst, a Rafael Fortún, a Martín Dihigo…?

-Eran profetas que anunciaban la llegada del comandante y del deporte.

-Como Martí y el asalto al Moncada.

-Eso mismo, pero en una talla deportiva.

-¡Qué claridad la de Mijaín!

-¡Y qué autocontrol!

-¿Lo dices por los rivales a los que se enfrentó? Yo más bien vi que los descojonó como siempre. Con ese ímpetu revolucionario que lo caracteriza.

-No, hablo de la contención que mostró ante los que le gritaban “Patria y vida”. Pudo haber sacado unos cuantos dientes.

-Bueno, recuerda que por eso mismo tuvo un juicio en Chile. Los juicios enseñan.

-Pero hay que ver la vileza de esa gente. Patria y vida. Con lo linda que se ve la patria al lado de la muerte.

-Y ese cambio artero de la “o” por la “y”. Negando la superioridad moral de las conjunciones disyuntivas sobre las copulativas.

-Sí, esa “y” copulativa es una indecencia.

-Luego están los vendepatrias que ganaron las medallas en triple salto para potencias europeas. No una ni dos, sino tres. Unos jineteros deportivos.

-Unos parásitos. Unos insectos dañinos que le roen el hueso a la patria que los nutre. En lugar de ser tubérculos nutritivos como nuestro Mijaín.

-Y hablando de eso… ¿tú sabes para qué es esta cola?

-A mí me dijeron que iban a sacar papas. O pollo.

-A lo mejor son los dos. El tiempo que hace que no me como un pollo con papas.

-Te veo flojito. Aquí lo importante es resistir. Y no dejarse llevar por esos cantos de sirenas de que si las proteínas son importantes. O los carbohidratos. Lo importante son las medallas. Sobre todo de oro.

-¿Oro? Te veo demasiado materialista. Además, la cosecha de medallas no ha sido como la de otros años.

-¿Y qué? Así y todo nos viene tocando un 0.0000002 de medallas por habitante. Más que a los españoles, por ejemplo que solo tienen el doble de oros pero más de cuatro veces nuestra población.

-Y si la gente se sigue yendo tocaremos hasta más.

-No me hables de eso que la semana pasada se me fue la hija con el novio.

-Igual. Le mandas su 0.0000002 de medalla y ella que te mande todo lo demás. Peor lo tiene Argentina. 45 millones de habitantes y una sola medalla de oro.

-Sí, pero tienen carne.

-¡¿Carne de qué cojones?! ¡Aquí lo que importa es el espíritu! El espíritu de Mijaín, el espíritu de …

-Yo me imagino que Mijaín también tiene carne. Un cuerpo así no se cría solo con boniato.

-¿Qué tú quieres decir? ¿Vas a hacerle caso a la propaganda imperialista?

-Yo solo decía que Mijaín tiene un cuerpo que se ve que no come lo mismo que…

-Es más, que me voy de la cola que con gente como tú no se puede ni hablar de deporte. Siempre tienen que meter la política por medio.

3 comentarios:

Miguel Iturralde dijo...

¿Cómo habrán manejado en Cuba los logros de los triplistas?

Realpolitik dijo...

El tipo da profunda pena, por decirlo de forma elegante, aunque posiblemente lo que tiene de cerebro no le dé para más. No creo que merezca ni una sola palabra adicional.

Anónimo dijo...

Dar el el clavo, buen martillo y carpintero. Gracias Enrique.