1.-Escriba como si sus posts pudieran ser leídos en una semana, un mes o un año. O en diez. Como para evitar que lo avergüencen demasiado cuando los vuelva a leer en una semana en un mes o un año. O en diez.
2.-Si va a entrar en un debate escríbale a sus interlocutores como si fueran personas reales. Posiblemente lo sean.
3.-Respóndale a sus contradictores no solo como personas reales sino como si hubiera alguna posibilidad de encontrárselas alguna vez, cara a cara, y no tener que bajar la suya. O desviarla en alguna dirección. Tenga en cuenta que en ese momento nadie le va a estar dando “like”.
4.-Si bebe no postee. Y si postea no beba. Más importante aún: si no ha probado alcohol ese día no tiene justificación para postear como si estuviera borracho.
5.- Recuerde que la palabra “friend” quiere decir “amigo”. Y si bien a todo “amigo” de Facebook no lo une un “afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato” tampoco debe llegarse al extremo de insultarlo o dejarse insultar por este. Llegado a ese punto es mejor suspender la amistad, por muy virtual que esta sea.
6.-Recuerde que no puede tener la razón siempre. Si dice una cosa un día y la contraria al siguiente lo más probable es que una de sus afirmaciones sea errónea. O las dos. O si la noticia con la que ayer estuvo de acuerdo hoy resultó ser falsa no insista en sacar la misma conclusión que cuando la creía verdadera.
7.-Cuando una noticia parezca confirmar sus creencias más profundas no la reproduzca inmediatamente. Sospeche de ella. Compruébela con varias fuentes antes de difundirla. Recuerde que la realidad no existe para darle la razón sino más bien para quitársela.
8.-No escriba posts para sacarse la rabia de arriba. Como si estuviera tirando la basura a la calle. Piense que si todos hacemos lo mismo las redes sociales serán un basurero. Si no lo son ya.
9.- Diga las cosas como si pudiera estar equivocado. Como si alguna vez en su vida hubiera podido equivocarse. En parte porque un poco de humildad nunca viene mal. En parte porque si acierta la mitad de las veces no es un mal promedio, pero aun así queda demostrado que no es infalible. Después de todo ni siquiera el Papa lo es. (Sí Francisco, no te hagas ilusiones).
10.-Considérese de antemano un idiota si ha tenido el impulso de escribir un decálogo como este. Y actúe en consecuencia.
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