jueves, 26 de julio de 2012

Evidencias y culpas


Llega el momento que ante la falta de evidencias directas a los científicos no les queda otro remedio que atenerse a los efectos laterales. Los físicos que persiguen una partícula especialmente elusiva intentarán detectarla por los efectos que producen en otras, los médicos que intentan localizar un virus lo rastrean por los anticuerpos que crea en un organismo. Algo así va pasando con las muertes de los disidentes cubanos. La apuradísima cremación del cadáver de Laura Pollán, la retención de los testigos que podrían ayudar a esclarecer la muerte de Oswaldo Payá apuntan –sin que pueda oponérsele hipótesis más atendible- a que estamos en presencia de laboriosos esfuerzos de asesinos para ocultar sus crímenes, del comportamiento típico de los culpables.  

4 comentarios:

Anónimo dijo...

es una situacion muy complicada en la que se han metido y de seguro que no vana dejar salir con vida a esos dos extranjeros. van a aplicar una metodologis estilo Iran, dejarlos presos y torturarlos y sacarlos en la TV confesando sus crimenes...ese tipo de cosas predecibles.

Anónimo dijo...

Enrisco: En este caso, como los retenidos pueden ser responsabilizados por la muerte de terceros, debemos permanecer ecuanimes: Ningun gobierno en el mundo dejaria irse inmediatamente a unos extranjeros que estuvieron involucrados en la muerte de dos de sus ciudadanos.

Como minimo van a tener que soltar al sueco en breve, a menos que se aparezcan con que tambien el estaba manejando, pues el carro tenia dos timones.

Enrisco dijo...

De no tener responsabilidad ninguna en esas muertes bastaba con presentar al sueco ante la prensa inmediatamente (o a los dos pues ellos nunca se han andado con muchos pruritos legales) para no dar lugar a especulaciones. si no lo han hecho hasta ahora es porque todavia no los consideran lo suficientemente "maduros" para dejarlos declarar. dentro de unos dias ya seran capaces de hacerse responsables de la muerte de Kennedy.

Realpolitik dijo...

Los dos van a declarar lo que se les mande, y sus respectivos gobiernos seguramente les han indicado que lo hagan para ahorrarse dolores de cabeza y complicaciones. Nadie ajeno va a mater la mano en el fuego por Cuba. Recuerden, la solidaridad no es para todos, solamente para los del lado "correcto." Lo que se hizo por Sudáfrica, por ejemplo, jamás se hará por Cuba.