El público de Estados Unidos junto a su
selección debe andar convencido de que el fútbol es un deporte todo emoción:
como las películas de acción y las telenovelas todo se resuelve en el último
suspiro con la desactivación de una bomba atómica a punto de reventar, una boda
o un gol, da igual si es propio o del contrario. Encima parece que en una jugada
patrocinada por el Departamento de Estado quisieron demostrar a todo el planeta
que los Estados Unidos es una nación muy generosa e iniciaron su partido agasajando
a los ibéricos con una entrega del balón de la defensa a Nani frente a la
portería. Como era de esperarse este aceptó el obsequio con sumo placer
depositando el balón en el fondo de la portería estadounidense y dando oportunidad a su público a que comenzara con su tradicional secreción de adrenalina.
No obstante en el segundo tiempo se
recompusieron parecieron de pronto otro equipo: uno que no se deja los deseos y
los goles para los últimos minutos así que anotaron un par de goles cuando
todavía faltaban diez minutos para el fin del partido. Ya se veían tomando
caipirinhas por al menos una semana más, todo demasiado apacible al final para
la idea norteamericana del deporte y de la vida. Así que para no mal
acostumbrar a su público en el minuto 94 dejaron que entre Ronaldo y Varela empataran
el partido y tener que decidir su clasificación para octavos en el último juego
donde se enfrentan nada menos que a Alemania. Sólo faltó un cartelito que
dijera en el momento de la última anotación portuguesa: “Este gol ha sido
patrocinado por ESPN”.
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