martes, 22 de octubre de 2024

Forever Young, o Rimar en casa del trompo: Unas décimas para Alexis Romay

Por César Pérez



Hoy es tendencia mundial

Lo más comentado en X

Me preguntó hasta una ex

Con la que terminé mal.

Lo susurra el platanal

En la finca de Otaola

Fue la portada del Hola!

Junto a una foto del Papa

Buscando a Cuba en el mapa

Para dejarla más sola.


En Facebook esta mañana

No se hablaba de otra cosa

Y el efecto mariposa

Arrastró a niñas y ancianas

Carnívoras y veganas

Con el hashtag @quesesepa

Desde el trópico a la estepa

Mucho loco y algún cuerdo 

Poniendo por fin de acuerdo

A frikis, mikis y repas. 


Está en Fox y en CNN

Lo comenta J.D. Vance

Mi amiga Brenda, que es trans

Le dice que no sea pene

“Miren como se mantiene”

Gritaban en un espasmo

De juvenil entusiasmo

Jueces, fiscal y jurado. 

Aquí hay felino encerrado

Que gritería no es orgasmo.


Al fin se aclaró el secreto

De la edad real de Romay:

Tres cuartos de lo que hay

Dos quintos de estate quieto

Menos su cara de nieto

Más que ya casi es abuelo 

Dividido por el celo

Con que olvidó envejecer

Multiplicado por Cher

Conservado en ron con hielo.


Las malas lenguas murmuran

Que ya anda por los cincuenta

Pero es que no se dan cuenta

Que sigue siendo criatura

Atemporal si madura

Y eterna en su desvarío.

Que no le hace mella el frío

Del almanaque sangrón

Y sigue ahí en su balcón

Mirando pasar el río.


Lo de este hombre con la canas

Más que abandono es desidia

No lo digo por envidia

O si acaso, envidia sana:

Pues La apertura cubana 

La cerró con jaque mate

No hay canción de Chocolate

Que lo supere en sapiencia

Y Salidas de emergencia

Fue un jonrón de cuarto bate. 


"Octosílabo" le llaman 

Porque vuelve cotidiano

El milagro quevediano

Del ingenio que proclama

De Cuba el grotesco drama

Con donaire y con altura:

Versos de seria diablura

Lo cubano y lo divino 

Héroe, cómplice, asesino

Y caviar con raspadura.


Creo que siempre haya el modo

De comentar nuestra historia

Porque acumula memorias 

De verlo y vivirlo todo:

Fue romano y visigodo

Peleó con Atila el Huno

Tocó el primer son montuno

Allá en las lomas de Oriente

Y lo arrastró la corriente

A Belascoaín y Neptuno


Fue tan precoz el muchacho

Que publicó una novela

Sin haber ido a la escuela

Titulada “Los borrachos”.

Fue él quien inventó el gazpacho

Y el papel allá en la China

A Jerjes en Salamina

Le dio hasta en las cicatrices

Y fue él quien amarró a Ulises

Cantando La gasolina.


En cada Constitución 

Que se escribió allá en la islita

Si lees la letra chiquita 

Verás su contribución.

Dijo que no en el Zanjón

Mandó a Fidel pal carajo

Le curó la peste a grajo 

Al Che de un tiro en La Higuera 

Compuso "La gozadera"

Y en Sodoma armó el relajo.


Liga del ibuprofeno

Cuida y ampara a tu hijo

Lávalo en tu regocijo

Que aunque sea ponchón es bueno

Que cada día sea estreno

De un musical infinito

Caetano con "Suavecito"

Que su gracia siempre suba

Que con él los New York Cubans

Tendrán su destino escrito.

sábado, 19 de octubre de 2024

Ultimas noticias de la academia

 

Una amiga presentaba un documental en mi universidad sobre la emigración venezolana. El cruce brutal a través de la selva del Darién y el resto de Centroamérica y México visto con los ojos y los teléfonos de dos muchachas simpáticas y optimistas que recomponen sus vidas como pueden en Nueva York. Al final de la proyección el público hizo comentarios sobre la condición femenina de las muchachas, sobre sus uñas, el uso de los teléfonos celulares, la cámara y la edición. Ninguna mención de lo evidente: la terrible situación de Venezuela que hace del cruce siniestro del Darién algo soportable y el descaro de su dictadura al desconocer la voluntad de su pueblo expresada en las urnas o en la fuga multitudinaria del país. Tampoco, curiosísimo en un público tan desvelado por las cuestiones raciales, se mencionó el detalle que de que las protagonistas del documental fueran negras. Un público que ve política hasta en una receta de cocina se resistía a encontrarla en la tragedia de los migrantes de Venezuela. Lo obvio parece una cuestión de mal gusto en estos predios. Nada que me sorprenda a estas alturas.

Al terminar la presentación entre empanadas y vinos se me acerca un cubano. Dice estar interesado en conocerme desde hace rato. Que incluso un amigo común le sugirió escribir sobre mis libros para su tesis de maestría.

-Pero cuando le fui a presentar la propuesta a mi profesora me dijo que prefería que escribiera sobre un autor más conocido…

-Padura -lo interrumpí.

Por supuesto que la profesora le encomendó que escribiera sobre Padura. Sucede que a la academia no siempre le molestan las obviedades: en ocasiones no puede prescindir de ellas. Y mi interlocutor terminó escribiendo su tesis sobre el padre literario de Mario Conde que, al parecer, no le entusiasma demasiado.

Rumbo al baño yo seguía descojonado de la risa.

miércoles, 16 de octubre de 2024

Discurso conmemorativo por el (?) aniversario del natalicio de Alexis Romay.



La ocasión que nos convoca aquí es excepcional en muchos sentidos. Por una parte, se trata de homenajear al más perfecto de los ejemplares humanos que nos haya sido dado a conocer. Pero digo humano y ya siento que me quedo corto. Es que hablamos nada menos que del insuperable Alexis Romay, el Leonardo Da Vinci de Cayo Hueso, el Supermán de Belascoaín y Neptuno y no diré que es el mejor escritor cubano vivo porque seguramente Orlando Luis Pardo Lazo que no se dejará arrebatar el título por mucho que este no sea su cumpleaños.
Como decía, en ese revoltijo de perfecciones que es el hijo de Vicky Romay se reúnen el escritor incomparable (excepto con Orlando), el poeta prodigioso, el traductor único, el insuperable educador de nuevas generaciones de gringos hispanohablantes y anticastristas, el músico irrepetible, el campeón de ajedrez supersónico, el nadador incansable, el jonronero que haría avergonzarse a Barry Bonds y sus esteroides, el pitcher imbateable al menos para los dos primeros rivales que se enfrenta, el repentista sin arrepentimientos y el que, si no fuera por Inma, sería el soltero más apetecido por jóvenes, viejas y algún que otro anciano.
Hablo del más entrañable y entusiasta de los amigos, de quien compite con Don Quijote en ser escudo de los desamparados, protector de doncellas y refugio de las viudas, además de ser conductor de los descarriados que no tenemos carro (o si lo tenemos no nos atrevemos a sacarlo del parqueo). Hablo del abrazador de los pitchers que soportan sus jonrones y de los que lo ponchan como así abraza a los que poncha o le batean jonrones. Hablo del infatigable cazador de octosílabos, de quien nada millas en mar abierto mientras imagina el argumento de sus próximas novelas, del profesor adorado que pasa la lista a ritmo de bossa nova, del bailador excelso, del que recita la Divina Comedia en toscano antiguo y a Borges en esperanto, del que rectifica a Cervantes en español, a Shakespeare en inglés y a Chico Buarque en portugués, del que entretiene a los niños con juegos matemáticos que estos no saben si resolverlos o denunciar a Alexis a la policía como acosador intelectual.
Hablo de ese ser que maneja un carro con una caja de cambios para entretener la mente y no se le vaya a ocurrir otra novela mientras maneja. De quien batea jonrones con ambas manos y los batearía a tres si las tuviera, aunque de sobrarle alguna mano la usaría para filmarse bateando un jonrón, una de las poquísimas hazañas que no ha conseguido hasta ahora (junto a la de escribir una décima que no contenga las palabras “patria” y “vida”). Porque la infinita modestia de Alexis Romay no le impide reconocer lo admirable que es ser él mismo, y lo cruel que sería privar al resto de la humanidad del espectáculo de su gloria. Y en esa admiración lo acompañamos todos nosotros en la medida que es posible porque no dejamos de reconocer que el tener el privilegio de contar con un superhéroe que no cabe en este estado, ni en este país, ni en este planeta, alguien que pasea su grandeza en medio de la vulgaridad de nuestras fiestas y juegos de pelota, a veces puede ser un tanto agotador.


Por otra parte, no se trata solo de celebrar la grandeza de Alexis sino también de reconocer nuestra envidia de no ser como él. Si todo lo anterior no fuera de por sí abrumador tendremos que admitir que, por muchos cumpleaños que le celebremos al hijo de Vicky Romay, este ha heredado de su bella progenitora el don de no envejecer. El Leonardo de Cayo Hueso tiene ahora tantas arrugas como las tenía cuando nació, solo que con más pelo. Tal pareciera que mientras el planeta da una vuelta completa alrededor del sol para el resto de la humanidad, en el caso de Alexis la Tierra se dedica a trotar en el lugar. Pero al Supermán de Belascoaín no le basta con no dar pistas de su edad biológica sino que encima nos oculta la cronológica. No conforme con no envejecer físicamente pretende librarse de las cadenas del tiempo. Y como nadie sabe la edad del Jilguero de New Jersey todos especulan. Mientras Alexis se regocija cuando alguien calcula que tiene veinticinco años otros envidiosos comentan que en realidad tiene el doble o hasta el triple. Alguno hasta ha llegado a especular que Alexis es medio hermano de Cecilia Valdés -fruto de las relaciones extramaritales de Don Cándido Gamboa con Vicky Romay- y que le vendió el alma al diablo -o a Shangó- para seguir eternamente joven por los siglos de los siglos, amén. De ser cierto nuestro homenajeado de hoy estaría cumpliendo más de doscientos años lo cual explicaría cómo es que ha podido acumular tantos conocimientos y habilidades.
Es por todo eso que en nombre de todos conmino a Alexis Romay a salir de su clóset cronológico así como Ricky Martin salió del suyo. Alexis: no te resistas. Considera las ventajas que te traería revelar un secreto tan bien guardado: salvarías el honor de Vicky ante los que la acusan de asociarse carnalmente a un traficante y explotador de esclavos como Don Cándido Gamboa. Y hasta salvarías el honor de Inma, a quien ya no la podrían acusar de corruptora de menores. Piensa en las caras de asombro de tus interlocutores al contrastar tu edad biológica con la cronológica. ¿Qué son los diez quinquenios o la raíz cuadrada de 2500 años comparados con los más de dos siglos que otros te achacan? Piensa en Ricky Martin y en los 14 años que lleva viviendo felizmente fuera de su closet. ¿Qué destino te puede esperar una vez que reconozcas que tienes ochenta años? ¿El asilo de ancianos? Pues allí te iremos a visitar alegremente cada domingo. Porque para querer a alguien como tú, querido hermano, nos sobran tus infinitas virtudes y nos bastan tu energía pura y sana y tu amor por tus amigos, por la patria y por la vida.
¡Díaz Canel!: singao

martes, 1 de octubre de 2024

Inventos




En clase hablábamos de los grandes inventos en la historia de la humanidad: el fuego, la rueda, la imprenta, el internet, cosas así. Entró Elon Musk en la conversación y el rechazo fue casi unánime. Casi por una estudiante se atrevió a decir que le era indiferente mientras el resto de sus compañeros declaraban su odio entusiasta por el billonario sudafricano. Les pregunté entonces por inventos que al principio parecían gran cosa y después habían resultado todo lo contrario. Mi mente andaba por la dinamita o el teflón pero un estudiante -el más audaz, de esos que tratan de subirte la parada pero terminan mejorando la clase- me suelta: “¡El fascismo!”.
-¡Por supuesto! -le respondí agradecido. Me había dado la oportunidad perfecta para añadir- ¡Y el comunismo!

Al estudiante y a mí no nos costó ponernos de acuerdo en que el comunismo -o “socialismo”, que es su actual nombre comercial- nunca ha funcionado pero la gente siempre decide que la próxima vez sí va a salir bien. Rusia, China, Kampuchea, Cuba, Venezuela, les recordé. El resto de la clase permaneció callado. Por lo visto y oído Elon Musk es mucho mejor tema de conversación.
Luego recordé la caricatura de arriba.