Este Mundial se está pareciendo cada vez
más al método Stanislavski, ese que los actores usan para meterse profundamente
en la piel de los personajes y en una dramática escena en el funeral de su
abuela consiguen llorar pensando en el día en que en su vida real la grúa le
llevó el carro que estaba mal parqueado. Uno se encuentra en la calle a Al
Pacino y si no te saluda no es por maleducado sino porque ahora le toca hacer
un papel de ciego o de mudo o de tortuga Galápago y no consigue salir de él tan
fácilmente.
De manera que los que pensábamos ver
Alemania en el mismo papel de Terminator con el que liquidó a Portugal 4 a 0 en
el juego anterior de pronto nos sorprendió que esta vez le tocara interpretar
al autista de “Rain Man”. Lo mismo se deja meter un gol en rapto de pánico que en
un arranque de genialidad te mete dos. Frente a ella tenía Ghana que venía de
hacer del inspector Clouseau de “La Pantera Rosa” en el partido contra Estados
Unidos donde se dejó meter el gol más rápido en lo que va de Copa. Ahora
encarnaba a otro policía pero esta vez no era un francés distraído y bobalicón
sino John McClane, el de “Duro de matar”.
Tan bien se metieron en el papel que por más que se vaticinaba otra
goleada sobre Ghana como la del Portugal terminaron empatados a dos.
Al menos con este empate la esperada
película “El grupo de la muerte” va a tener un final tan intenso como se
anunciaba.
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