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lunes, 23 de mayo de 2022

Gracias Montreal

 


Tanto para Francisco García como para mí cada presentación en Montreal siempre ha sido una tremenda fiesta. La cálida fidelidad de un grupo de lectores/ amigos ha hecho que insista en incluir esa ciudad como parada obligatoria de mis presentaciones junto a Nueva York y Miami y que se convierta en una buena oportunidad para encontrarnos con viejos amigos y descubir otros.
Once años de presentar todos los títulos que han ido apareciendo a un público que es casi familia. Ahí está la pareja que por primera vez acudió con un niño de semanas de nacido que hoy es adolescente o la muchacha que venía con su niña que alguna vez preguntó cuándo escribiría un libro para niños y le ha costado menos convertirse en mujer que a mí cumplir la promesa. O esa otra chica que vino a verme en la feria de Guadalajara antes de que estallara la pandemia y ahora, reubicada en nueva latitud por fin se atreve a hablarnos, como si alguna vez fuera difícil, como si valiera la pena. O los gestores culturales (Paco, Toni, Mariana) que con tanto entusiasmo nos han ofrecido sus espacios para compartir nuestra obra. O los colegas magníficos (Zeyda, Lizandro, César) que tan generosos han sido con tu tiempo y su atención. O el artista cubano-mexicano que habíamos conocido apenas en un café apenas en la mañana del viernes y ya estaba en la tarde tirándonos fotos y sumándonos su energía tremenda. O los que nos acompañaron durante nuestra transmisión en vivo y los que vieron el video posteriormente hasta llegar a 340 visualizaciones.
Pero sobre todo Vilma Vidal, sin la que nada de esto sería posible.
A todos gracias porque mejor no la pudimos pasar.

viernes, 20 de mayo de 2022

Esta tarde a las 6:00 pm nos vemos en Montreal

 Los invitamos esta tarde al lanzamiento de los libros "Nostalgia represiva" de Francisco Garcia Gonzalez y "Los que van a escribir te saludan" y "Nuestra hambre en La Habana" de un servidos en el Instituto Legados de Montrreal (4510 rue Cartier, esquina a Mont Royal avenue).



jueves, 5 de septiembre de 2019

Escritura en la diáspora

El próximo sábado 14 de septiembre nos vemos a las 11 am en el Instituto Cervantes de Nueva York para hablar de la literatura en la diáspora. Están invitados.


miércoles, 29 de marzo de 2017

jueves, 10 de marzo de 2016

3x1 en Montreal



El próximo miércoles 16 de marzo a las 7:00 pm los escritores cubanos Francisco Garcia, Cesar Reynel Aguilera y Enrique Del Risco presentan y discuten textos inéditos pertenecientes a libros en progreso en la Universidad de Concordia, Sala H-527, Henry F. Hall Building 1455 De Maisonneuve Blvd. W. Estación de metro: Guy Concordia. Están invitados todos los que quieran asistir.

lunes, 8 de febrero de 2016

The Cuban-Americans

Geandy Pavón: "Cuban Rednecks"

El pasado jueves 4 de febrero se inauguró la expo de fotografía "The Cuban-Americans" del artista Geandy Pavón en el Instituto Cervantes de Nueva York ante un publico que literalmente abarrotó la galería. La expo fue presentada por el propio artista y por el crítico Alejandro Areus y fue precedida por un artículo en The New York Times acompañado por una galería digital con una amplia muestra de las fotos en exhibición.
Según explica Pavón la serie:
"se centra, a partir de una idea del escritor cubanoamericano Gustavo Pérez Firmat, en el 'hyphen' o guión que une, al tiempo que separa, nominal y culturalmente, lo cubano y lo norteamericano"[...] "Ese espacio intermedio, casi una tierra de nadie, genera una suerte de intemporalidad y, por tanto, extrañeza, un espacio complejo de indefinición y anacronismo que es el elemento central de mi trabajo"
 La expo seguirá abierta hasta el próximo 20 de febrero.

Foto de Claudia Mendoza Blanco

Foto de Claudia Mendoza Blanco

miércoles, 8 de octubre de 2014

Para el viernes

Para el viernes (a las 6:30 pm en 19 University Pl. Room 102) estoy coordinando en mi universidad un evento sobre literatura cubana contemporáanea con al participación del escritor Raúl Aguiar y las críticas Jacqueline Loss y Ana Belén Martí Sevillano. Están todos invitados.


lunes, 6 de octubre de 2014

La risa con letra entra

A continuación les presento el texto que leí ayer en el XIII Congreso anual del Centro Cultural Cubano de Nueva York que se celebró ayer sobre el tema "El choteo cubano: humor e identidad nacional" y que contó con ponencias de Gustavo Pérez Firmat, Rafael Rojas, Carmen Peláez, Raquel Ulloa, Arístides Pumariega, Armando López y la actuación de Eddy Calderón, Carlos Marrero ("Yeyo Vargas") y Judith González ("Magdalena la Pelúa").

La risa con letra entra
Hay cosas que uno se encuentra donde menos las espera. “El invierno más frío que pasé fue un verano en San Francisco" dicen que dijo Mark Twain. Yo, por mi parte –y en este caso pueden citarme de buena tinta–, nunca me aburrí más que en un congreso sobre el humor. Fue en un frío otoño de Montreal donde tuve que asistir a conferencias a cual más soporífica sobre autores supuestamente divertidos a los que los ponentes les habían extraído hasta el último miligramo de gracia para exhibirlos como al cadáver de la famosa clase de anatomía de Rembrandt. Yo atribuyo ese despropósito al intento de aquellos académicos de salvar al humor de su mala fama de poco serio mediante el recurso extremo de obligarlo a negarse a sí mismo. O puede que no. Podría ser simplemente que aquellos señores académicos fueran de por sí el conjunto de personas más aburridas del planeta y que eligieran ese tema de estudio como intento desesperado para escapar a su verdadera naturaleza. Eso quizás lo confirme el hecho de que, terminada la sesión de ponencias, no se les ocurrió manera mejor de pasar la noche que reunirse en el vestíbulo del hotel a leerse aquellos chistes infames que solían circular en los correos electrónicos colectivos de hace década y media. Pero si esta descripción les suena a ensañamiento, a venganza tardía por un mal rato pasado hace quince años están equivocados. La verdad es que tanto patetismo todavía me despierta la más profunda compasión, como pueden despertarla reuniones de exiliados planificando el futuro de un país que ya no existe: y es que aquellos académicos a quienes sospecho desterrados de cualquier otro cónclave más o menos respetable de literatura y, por supuesto, de cualquier reunión alegre e irrespetuosa de borrachines, me han servido la clave para entender las extrañas pero sólidas relaciones que existen entre el humor, la literatura y el exilio, una fórmula que puede resumirse así: el humor se le debe buscar en el sitio donde menos se le espera porque ese es el sitio donde más falta hace.
Porque alguna relación tendrá que haber entre exilio y humor, al menos en el caso cubano, cuando muchos de los ejemplos más felices de convivencia entre la literatura y el humor se dieron a consecuencia directa del exilio: ya fuera el exilio más bien cultural del Virgilio Piñera de los “Cuentos fríos” o los exilios políticos del Pablo de la Torriente Brau de las “Aventuras del soldado desconocido”, o de casi toda la obra exiliada de Cabrera Infante o de Reinaldo Arenas. Esos y otros tantos nombres pueden hacer pensar en dos posibilidades: una sería si el exilio empuja a la práctica del humor o más bien es al contrario: que la facultad de reírse de casi todo es lo que impulsa a sus poseedores a poner tierra por medio de los poderosos que entienden la risa como un insulto.
¿No es acaso el exilio un concepto que con sólo ser mencionado basta para amargar una fiesta que hasta el momento resultaba bastante divertida? ¿No están los así llamados exiliados predestinados a añorar ciertas modulaciones de la naturaleza o del lenguaje que supuestamente sólo se dan en la patria abandonada a la buena de Dios o a la mala de los tiranos de turno? ¿No es acaso el exiliado –pongamos que cubano en este caso– un ser capaz de derramar lagrimones ante la visión de una palma o la convicción de que estos frijoles no alcanzan el mismo sabor de aquellos que nos hacía abuela? Las dictaduras son de por sí solemnes y en momentos claves exigen de sus súbditos un comportamiento taciturno, pero el exilio, cuando se piensa como tal, no es muy distinto. Parecería que el exilio tratara de competir en solemnidad con la tiranía que dejó atrás, como si temiera que de perder la competencia perdería realidad. Y sin embargo aun así encontramos humor en abundancia en esa parte de la realidad tan melancólica y lacrimosa en la que somos capaces de entristecernos recordando una ensalada de aguacate digerida hace varias décadas atrás.
La pista de estas relaciones entre humor y exilio –además de aquél congreso- me la dio el insigne y casi olvidado escritor cubano de principios del siglo XX Jesús Castellanos, autor de frases tales como “la modestia en nuestra tierra es como los zapatos: muy bonitos pero estorban para trepar”. Fue él quien en el prólogo a su hilarante reunión de artículos titulada “Cabezas de estudio” explicaba que estos habían nacido de su necesidad de liberarse de “toda la dosis de cursilería que en mi alma pusieron tres años de emigración”. Basta una frase así para imaginarse las circunstancias por las que tuvo que pasar Castellanos: reuniones nocturnas con salones decorados con banderas y retratos de mártires, voces crispadas, manos en el pecho, himnos, discursos y alusiones constantes a la patria que sufre, al yugo que sofoca y a nuestros hermanos oprimidos. Porque a esos extremos simbólicos, retóricos y decorativos hay que llegar para rellenar la distancia que media entre la realidad de esos exiliados y la de su país, para justificar la invocación de los horrores patrios en un mundo más bien apacible y ajeno a tales dramatismos. No debe ser casual que las “Aventuras del soldado desconocido cubano” se inicien con la aparición de su fantasmagórico protagonista en un mítin de exiliados justamente en Nueva York. Allí (o más bien aquí) el narrador (alter ego de Pablo de la Torriente Brau) improvisa su discurso ligando “los acontecimientos mundiales del día, la experiencia de la historia y ciertos conceptos filosóficos deliberadamente vagos, con los aspectos de la lucha contra el imperialismo en Cuba”, dejando entrever lo mucho que hay en tales actos de ritual hueco que pronto será rellenado con el humor que desborda ese monumento al jodedor cubano que es Hiliodomiro del Sol. Pensemos también en los conciliábulos secretos y absurdos que aparecen en toda la obra de Virgilio Piñera desde “Jesús” y “La carne de René” hasta los “Los siervos” como profetizando (y choteando de antemano) esa larga y penosa enfermedad conocida como Revolución Cubana. Pensemos cómo Reinaldo Arenas inicia “El color del verano” con otra apoteosis de solemnidades (la celebración del falso medio siglo de la Revolución castrista (en realidad han pasado “sólo” cuarenta años)  que va a ser interrumpida por la fuga hacia la Florida de la poeta Gertrudis Gómez de Avellaneda que a continuación es atacada física y verbalmente por los asistentes al acto. O sea, que otro de los momentos más delirantes del choteo cubano es ese carnaval de humillaciones que ahora se conoce como acto de repudio. (Por otra parte –y tratando de universalizar mi experiencia cubana– recuerdo haber estado en un par de bar mitzvás sentado durante horas escuchando letanías en hebreo y creo que nunca me he aburrido más en la vida excepto –por supuesto– en aquel congreso sobre el humor. Entonces fue que creí entender el secreto del humor judío imaginándome a unos hermanos Marx niños escuchando salmo tras salmo en la sinagoga mientras sus mentes trataban de escapar a donde sus cuerpos no podían). Caso aparte sería el de Castor Vispo, el genial libretista que resumió todo el teatro bufo en el programa radial “La tremenda Corte”. Fue nada menos que un gallego nacido y criado en Cambre, La Coruña quien reconstruyó la cubanidad a través de personajes -como Rudesindo Caldeiro y Escobiña y José Candelario Trespatines- que creaban los diálogos y situaciones más divertidas y surreales en uno de los sitios más serios que pueden existir: nada menos que en un tribunal de justicia. Vispo no era exiliado aunque sí inmigrante quien, a partir del triunfo de la revolución, ya mayor para emprender otra fuga, se vio convertido en un exiliado interior hasta que la muerte le llegó en 1973. Afortunadamente, a pesar del destierro que sufrió de los medios de comunicación desde principios de la revolución ahora Ecured, la Wikipedia provinciana de la siempre fiel isla de Cuba, ha decidido acabar con su vida en 1966 y así ahorrarle retroactivamente siete años de penoso inxilio. (Cuenta una leyenda urbana que un par de comediantes televisivos hablaron por teléfono con su viuda para recuperar aquellos libretos que se habían difundido por las ondas radiales de toda Hispanoamérica y ella les contestó que fueran a buscarlos. Dicen que al acercarse a la casa vieron una humareda que se levantaba por encima de esta que al entrar la viuda los hizo pasar al patio donde ardía una gran fogata alimentada por el papel de los libretos. Todo lo que quedó de lo que había escrito quedó entonces en el aire: el contaminado por aquel humo suicida y el que todavía transmite sus programas por todo el hemisferio). Los corresponsales y actualizadores de Ecured y wikipedia anoten estos datos: Castor Vispo nació el 3 de junio de 1907 en Cambre, La Coruña y murió el 1ro de octubre de 1973 en La Habana de un cáncer del colon*.    
Pero volviendo al caso de nuestros escritores y el humor: una golondrina no hará verano pero dos o tres ya bastan para enunciar una ley de la historia o de la literatura. Y la ley que propongo es esta: es definitivamente el humor el llamado a equilibrar el patetismo que se deriva fatalmente de la nostalgia, el dolor, la impotencia y la desesperanza que producen no sólo los estados totalitarios sino también esa condición que llamamos exilio. Agradezcámosle al humor no sólo las sonrisas que nos saca en medio de la adversidad sino que nos ayude a mantener cierta dignidad. “Pienso que la realidad en general es siempre tan desmesurada y tan cruel que si perdiéramos la risa lo perderíamos todo”. Eso no lo digo yo sino Reinaldo Arenas, que bien sabía de desmesuras y crueldades. Y de exilios. Vale agregar que no debemos dramatizar nuestra realidad cotidiana llamándola exilio. Uno no se despierta todas las mañanas en el exilio ni va a tomarse una cerveza en una esquina de su destierro. Exilio es lo que nos sorprende cuando se acaba una fiesta, o a la salida de un concierto, justo cuando más a salvo nos sentíamos de él. O a donde vamos voluntariamente a encontrarnos con hermanos de causa, en el sentido más presidiario del término.
Dicho esto –convirtiendo en verano este puñado de golondrinas–, quedarían por explicar las relaciones entre el humor y la literatura en el exilio ya no sólo como contrapeso al patetismo de nuestra realidad o, más bien, al patetismo con el que la miramos. El más plañidero de los compositores cubanos se quejaba en una de sus canciones de que le pidieran obras alegres “con tantos motivos para no reírse como hay” cuando justo la risa es más necesaria allí donde tiene menos pretextos aunque no menos sentido. Y que lo diga el pueblo judío con su historia atroz y su humor refinadísimo y al mismo tiempo a prueba de balas. Con respecto a la realidad cubana el humor también ha sido usado no solo como contrapeso a la adversidad sino también como instrumento –como le diría el Lobo a la Caperucita Roja– para entenderla mejor. El humor puede y debe funcionar como las gafas de sol: para evitarnos deslumbramientos innecesarios de la realidad y permitirnos concentrarnos en la cosa en sí, sin la distracción de las convenciones. Sólo el humor nos permite someter una realidad tan desmesurada y esperpéntica al juicio implacable del sentido común. “Creo que el humor tiene un papel fundamental: es la única manera de decir una realidad cuyo patetismo resulte tal que pierda efectividad al ser contada” dice nuevamente Reinaldo Arenas con esa sabiduría incontestable que sólo tienen algunos muertos. Para evitar las deformaciones del pathos y explicar horrores que escapan a todo entendimiento –más que por profundos, por duraderos, en un régimen que a escala humana se asemeja al infinito– se acude a esa risa amarga de la que buen uso han dado dramaturgos exiliados como Iván Acosta o escritores de la generación de Mariel como el propio Reinaldo Arenas, Juan Abreu, Miguel Correa o Néstor Díaz de Villegas. O a la risa bastante más laxa que encontramos en los ensayos Gustavo Pérez Firmat o en la correspondencia de Ramón Fernández Larrea con celebridades cubanas que van desde la Virgen de la Caridad del Cobre hasta la vaca Ubre Blanca. O en la incansable creación de programas televisivos de libretistas como Luis Santeiro o el propio Fernández Larrea que hacen sospechar en felices reencarnaciones de Castor Vispo, que no se resigna a ser el humo de viejos libretos. O en las desaforadas burlas dirigidas al estamento intelectual cubano dentro y fuera de la isla del enigmático Fermín Gabor, de cuya autoría real han acusado a todo intelectual cubano vivo con algún sentido del humor. Y en este caso único preocupante es que la lista de sospechosos no pasara de dos o tres nombres.

Supongo que esto último se deba a que la risa que he esbozado aquí como una especie de superhéroe encargado de cumplir tareas imposibles por otros medios me recuerda más bien al personaje Bola de Sebo, aquella prostituta del famoso cuento de Guy de Maupassant. Todos se vuelven a la risa en los momentos más complicados, cuando ella es el último recurso pero, cuando pasa el peligro, no le ofrecen otra cosa que un desprecio similar al de la prostituta del cuento. Solo ello explica que hayan intentado convertir a escritores como Virgilio Piñera o Reinaldo Arenas, en meros santones literarios en lugar de esos seres maliciosos y endemoniados que siempre fueron, sin paz para ellos mismos ni para nadie. Pero no nos sintamos sorprendidos ni indignados. Seguimos siendo, pese a todos estos años, un pobre pueblo joven que como la luz o la infancia aún no tiene rostro y que se ríe todo el tiempo excepto cuando se hace la foto con la que piensa fijar su imagen definitiva, trascenderse. Para la foto ofrece otra imagen más seria y adusta porque piensa que así va a quedar mejor, sin saber que la risa nos muestra tal y como somos: un pueblo desesperado por escapar del aburrimiento terrible que le produce su propia Historia, su propio destino. Y dejamos la risa fuera de lo cubano como mismo se la deja fuera de todos los congresos sobre el humor (menos de este), para volverla a buscar en donde menos se la espera: en algún clásico de la literatura o en un velorio. 

*Quiero agradecer públicamente al escritor Ernesto Santana por haberme enviado esta información desde La Habana. 

lunes, 18 de agosto de 2014

Para la próxima semana: "La apertura cubana"

Para la próxima semana, el viernes 29 de agosto a las seis de la tarde Alexis Romay presenta su novela "La apertura cubana" en la librería Barco de Papel en Queens (4003 80th Ave. Elmhurst, NY 11373) con el autor y Jorge I. Domínguez como presentador.




miércoles, 9 de abril de 2014

BEYOND THE HYPHEN: APPROACHING A POST GEOGRAPHIC CUBA

Hoy y mañana se celebra en la universidad de Princeton el evento "BEYOND THE HYPHEN: APPROACHING A POST GEOGRAPHIC CUBA". A las 2:30 pm de hoy tengo allí una lectura de mis textos. Abajo el horario del evento:



WEDNESDAY, APRIL 9

10:00 am - 11:45 am
Carl A. Field’s Center, Room 105

Multiple Cubas: Music and the Arts in the XXI Century

JailHead.com: Virtuality crossover
Rodolfo Peraza, Video-Artist
A Tiempo Real: Una revisión de proyectos recientes
Ana Olema Hernandez, Visual Artist
Alamar es el sitio: Las casas templo del proyecto OMNI Zona Franca
David D OMNI, Musician and Multidisciplinary Artist
Discussant: Javier Guerrero

12:00 pm - 1:45 pm
Frist Center, Lecture Hall 302

Departures and destinations of Tania Bruguera´s art

The acclaimed visual artist Tania Bruguera will talk about her work. 
Introduced by Rafael Rojas (Princeton University).
Panel discussion with Professors Gabriela Nouzeilles, Ruben Gallo and Rachel Price.

2:30 pm - 3:00 pm
Campus Club Dining Room

Public Reading by Fiction Author Enrique Del Risco

[In Spanish]
LUNCH WILL BE SERVED

3:00 pm - 4:45 pm
Campus Club Dining Room

Cuba on my browser

Classified Information: Advertising and Secrecy in Cuban Underground e-Commerce
Adrian Lopez-Denis, University of Delaware
The Unbearable Materiality of Socialism
Maria Cabrera Arus, The New School University
Horizontes de Cobre. Presentación del CD de Poesía Electrónica
Kevin Beovides Casas, Independent Scholar
Discussant: Jacqueline Loss, University of Connecticut

6:00 pm - 7:00 pm
Frist Multiple Purpose Room B04B

Collective Art Exhibition
Iguales. Music performance and screening, 2014.
By David D OMNI

Exilio histórico. Video, 2013.
Memoria de la Guerra. Independent Newspaper exhibition, 2013. In collaboration with Ernesto Oroza and Gean Moreno.
By Ana Olema Hernandez

JailHead.com: Virtuality crossover. Multimedia, 2014. Play and Learn Series.
By Rodolfo Peraza

7:15 pm
Masala Grill 
19 Chambers St, Princeton NJ 08542

DINNER

9:00 pm - 12:00 am

Concert
Terrace F. Club

DJ: Edgaro Gonzalez of Doble Filo


THURSDAY APRIL 10

10:00 am - 11: 45 pm
Frist Multiple Purpose Room B04B

Impossible Features of Identity in Contemporary Music, Literature and the Visual Arts

Beyond the hyphen: Transnational and Alternative Cubanidades
Eva Silot Bravo, University of Miami
Señales frías: sobre algunas escrituras desnaturalizas
Walfrido Dorta, CUNY
Features of Identity in Contemporary Cuban Cultural Production
Odette Casamayor, University of Connecticut
Discussant: Lizabel Monica, Princeton University

12:00 pm - 1:45 pm
Frist Multiple Purpose Room B04B

Fiction and Poetry Reading plus Digital Literature Exhibition

Parker & Longabaugh, y otras guerras necesarias (fiction) 
Osdany Morales, New York University 
Una casa en los Catskills (fiction) 
Odette Casamayor, University of Connecticut 
Libro de College Station, Cantos de concentración and Res cantabile (poetry) 
Pablo de Cuba Soria, Virginia Commonwealth University 
“en país extraño" & "bar texas" (poetry) 
Michael H. Miranda, Texas A&M University