Iba a ser un juego histórico. Literalmente. Nada de lo que ocurriera
afectaría el presente. Tanto egipcios como saudíes estaban eliminados pero eso
no les impediría conseguir cosas importantes. Como que Arabia Saudita
consiguiera su primera victoria desde 1994. O que Egipto anotara su primer gol
que no fuese de penal en un mundial desde 1934. O que ganara su primer juego
mundialista desde los tiempos en que Mahoma todavía no escuchaba voces. Y mucho
de eso se logró. Arabia Saudita ganó y el egipcio Salah anotó un bello gol de
vaselina. Por si fuera poco Egipto puso a jugar a su portero suplente que con
ello se convirtió en el jugador más viejo en un mundial, en el portero más
viejo en parar un penal y en recibir un gol segundos antes de que concluyera el
partido.
Blog personal y casi tan íntimo como una enfermedad venérea pensado también para liberar al pueblo cubano, aunque sea del aburrimiento. Contribuyentes: Enrisco (autor de “Obras encogidas” y “El Comandante ya tiene quien le escriba”), su alter ego, la joven promesa de más de cincuenta años, Enrique Del Risco. Espacio para compartir cosas, mías y ajenas, aunque prefiero que sean ajenas. Quedan invitados a hacer sus contribuciones, y si son en efectivo, pues mejor.
lunes, 25 de junio de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario