miércoles, 30 de abril de 2008

Educación

La poeta Odette Alonso, radicada en México desde 1992 me envía la dirección de su blog parque del ajedrez en el que en estos días ha comentado las palabras de Eusebio Leal en el congreso. Muy interesante es su reflexión en otro post sobre uno de los grandes mitos cubanos: la educación. Mal debe andar cuando se atrevieron a criticarla en el congreso de la UNEAC. En su post pone ejemplos que me resultan chocantes aunque no me sorprenden. Lo que antes eran casos extremos ahora parecen haberse convertido en rutina. Dice Odette:

“Un muy querido amigo español casado con cubana acaba de contarme que su sobrino, que vive en la isla, no tuvo clase la semana pasada porque su maestra emergente se la tomó libre. No era vacaciones; ella simplemente no fue a trabajar y la directora repartió a los niños de su grupo entre otras aulas ya atestadas de alumnos. Al sobrino le tocó con una maestra que, en medio de las explicaciones, como quien matiza la charla, decía pinga y cojones constantemente. Cuando los demás muchachos vieron que el sobrino evitaba repetir aquella jerga, lo acusaron de maricón y se rieron de él. La maestra también se rió y le dijo, gesticulando con toda la cara y moviendo las manos: “No se puede ser tan burguesito, cojooone”.
Su maestra oficial regresó el lunes a clases y el martes lo regañó fuertemente porque el sobrino de mi amigo se atrevió a ir a clase un día de lluvia. Ella le explicó con detalle, como corresponde a una buena mentora, que cuando llueve hay que aprovechar… Lo cual quiere decir, en perfecto cubano, faltar a la escuela y al trabajo. Asombrado con la anécdota, que le parecía como de otro mundo, mi amigo le preguntó a su cuñada por qué no cambiaba al niño de grupo. Ella respondió: “Ni muerta; esa maestra falta, pero al menos no los insulta ni escribe con faltas de ortografía”.
Pues déjame contarte, le dije a mi amigo, que la seño de Camilo, que es una chusmita de chancletas metededo y bajichupa que se llama Yusimí… ¿La de los Reyes Magos?, me interrumpió él… ¡Esa misma!, la que les dijo a los niños de cinco años en preescolar que los Reyes no existían, que no fueran comemierdas… Como ésa también falta mucho, un día mi madre le propuso a Piri que cambiaran de aula a Camilo y mi hermana respondió lo mismo: “¡Ni muerta!”. Porque entonces, aunque fuera a distancia, Yusimí le iba a hacer la vida imposible al niño por haberla "traicionado" y dejar en evidencia las razones que había para pedir el traslado.
Y lo de la lluvia siempre ha sido así. Cuando digo en México —ciudad en la cual de junio a septiembre llueve todas las tardes a partir de las cinco y hasta la mañana siguiente— que en Cuba a la primera lloviznita —¡ni qué decir de los ciclones!— no íbamos a clases y en los registros de asistencia los maestros ponían L L U V I A, vertical, letra bajo letra de la primera a la última línea, no quieren creerme.
Pero déjame decirte, insiste mi amigo, que mi sobrino no estudia en un tugurio de Regla, sino en una escuela privilegiada del Nuevo Vedado. Y me cuenta que como ése es un barrio residencial de antiguos burgueses y altos funcionarios del gobierno —gente bien se diría por acá—, para que admitieran al niño, al que “no le tocaba” estudiar allí, su cuñada tuvo que sobornar a la administración escolar con dinero que los tíos mandaron puntualmente desde España. No es escuela de muchachos marginales, no, dice mi amigo: los llevan en carros hasta la entrada; ellos van con mochilas de marca, pantalones Levis, MP3 para escuchar música y meriendas con chocolates y otras cositas que sólo se compran en las tiendas de dólares. O sea, nada que se parezca a una escuela “normal”, como la de Camilo, por ejemplo, en Centro Habana.
“Hijos de yegua”, le cuento, nos decía Orestes Sánchez del Campo, el profesor de física de octavo grado, en la mejor secundaria de Santiago de Cuba en los años setenta. Pero, entonces, era una excepción. Nuestros padres fueron a protestar a la dirección por el maltrato y la grosería. Qué tiempos aquéllos… ¿Algún padre protestará ahora que pinga, cojones y sus múltiples sinónimos y derivaciones —tranca, tolete, mandarria, morrongón, similares y conexos— son el idioma cotidiano fuera, pero también dentro de las aulas?
Con las migraciones, esa desgracia rebasa las fronteras. Efraín, que es teacher de un college estatal en Miami, tiene en su aula adolescentes de muchos países latinoamericanos, revoltosos y rebeldes como todo teenager, pero ninguno como los cubanos —¡y las cubanas!—, que se le paran en medio del aula, con las manos en la cintura y moviendo el piecito —bien sabemos los cubanos cómo—, y le gritan: “¿Qué pinga le pasa al calvo e’ mierda éste?” Y cuando los reporta a la dirección, los papás llegan reclamando por qué el singao del maestro la tiene cogida con sus niños.”

[Si necesitan imágenes que confirmen lo anterior aquí van las de “Seremos como seremos” documental independiente realizado en Cuba en que se recogen las actividades en una escuela cubana durante un día completo. Lo mejor que tienen es la ausencia de comentarios. Ni siquiera una ironía que nos distraiga de esa cosa terrible que estamos viendo y que se supone que justifique la falta de libertades.]


Segunda parte

martes, 29 de abril de 2008

Lo último que faltaba

Ya me imaginaba que era cuestión de tiempo y ya la semana me parecía cuestión de horas: Tejuca ya tiene su blog. Llega el momento en que uno se cansa de que los socios se demoren en colgar las cosas que uno les manda y se dice que al carajo, que mejor me hago un blog y ya está. Y como no puede ser de otra manera el Teju comienza con una especie de homenaje a los blogs que lo han precedido. Bienvenido jefe. Welcome to the jungle.

lunes, 28 de abril de 2008

Oh Brasil!

La semana pasada el editor del sitio digital www.viapolitica.com.br se puso en contacto conmigo para pedirme permiso para traducir un texto mío sobre los debates en Cuba para publicarlo en su sitio. Y aquí está, el primer post original de este blog que traducen a otro idioma. Y me alegra que sea en portugués porque en portugués de Brasil todo suena mejor. Y si no que lo demuestre Chico con esta canción que hace tiempo andaba buscando: Mulheres de Atenas.

Zumbado

Una de las consecuencias del homenaje que le hicimos al escritor Héctor Zumbado en días pasados fue que su familia se puso en contacto con varios de nosotros y así pudimos tener noticias frescas de él. Encima Ramón Fernández Larrea recibió fotos recientes que amablemente ha compartido conmigo y que a su vez comparto con ustedes.




Foto


Hoy un amigo me sorprendió con esta foto en la que aparezco junto a mi clase de 12 grado en la Lenin (circa 1985). De los que aparecemos en ella sé de al menos seis que vivimos en la parte de afuera de Cuba (Susana Cayón, Alberto Hernández, Aramís Gómez, Gustavo Méndez, Alejandro Pacheco y yo). Quien me envió la foto (y se lo agradezco con el alma) es Luis “El Chileno” Galaz quien como su sobrenombre lo profetizaba vive ahora en Chile. Aparece una muchacha que murió poco después y del resto no sé nada. Pensábamos -por supuesto- que teníamos un mundo por delante sólo que no sabíamos cuán literal podía resultar la frase en días que creíamos que una ciudad era el mundo.
[¿Alguien me reconoce en la foto?]

domingo, 27 de abril de 2008

Más sobre Ramón


Con motivo de la presentación del libro Nunca canté en Broadway de Ramón Fernandez Larrea en New York University Raúl Rivero desde Madrid y Victor Fowler desde La Habana escribieron sendos textos sobre el poeta que aparecen a continuación. Y pueden ver otro reportaje gráfico en Remandingo.

Ramón canta donde puede
Por Raúl Rivero
El público, los hombres y las mujeres que aman la poesía de Ramón Fernández-Larrea viven y se aprenden de memoria sus versos en La Habana; sin embargo, el poeta dio esta semana un recital en Nueva York.
Es un hombre difícil y tierno, un tipo avasallador y brillante que, a juicio de muchos críticos, entró a la poesía con unas músicas y un lenguaje que nadie más puede leer en el papel pautado.

Fue invitado por la Universidad de Nueva York (NYU) a presentar su antología personal, Nunca canté en Broadway, editada por Linkgua, de Barcelona.

La selección incluye poemas de sus libros El pasado del cielo, Poemas para ponerse en la cabeza y El libro de los salmos feroces.

Guionista de populares seriales de radio y televisión, Fernández-Larrea nació en 1958 en Bayamo, Cuba. Vivió varios años exiliado en España. En la actualidad escribe para un canal de televisión de Florida.

Me contó una mañana en Madrid, en el playazo de una resaca de campeonato, que en todos los inviernos de su exilio unos doctores le miran el corazón con aparatos y le dicen que se ve claramente a una mujer atravesada entre el pecho y la espalda.


Víctor Fowler:

“Por desgracia, los libros son hechos para ser vendidos y es necesario convencer al público de que se encuentra en presencia de algo trascendental, único o, aunque sea, especial. No dudo de que Ramón, que suma a la condición de poeta excelente la de humorista extraordinario, merezca el recuerdo de unas cuantas buenas anécdotas acerca de los chistes que hizo en esta o aquella ocasión. Pero hay otro aspecto, a mi juicio el más hermoso, que ojalá alguien destaque de entre los presentes: su generosidad. Soy de los que tuvo el privilegio de merecer su consejo cuando comencé a escribir poesía y él era mi ídolo. A la humilde casita de Guanabacoa, donde Ramón vivía, me encaminé no pocos domingos a escucharlo hablar de poesía, disfrutar con sus ironías y registrar su biblioteca de la cual siempre me prestaba algo. Muchos poetas norteamericanos y europeos los conocí gracias a él. Años más tarde lo vi en Barcelona, conversamos, asistí a una lectura de poemas nuevos que hizo en una Feria del Libro y me avergonzó contarle que le había dedicado un poema. No sé si alguien, en esta presentación, va a poder contar el milagro que era Ramoncito en los años 80 cubanos, lo que podían conseguir la mezcla de irreverencia e intensidad que había en su poesía. Una lectura de él, en la Casa de las Américas habanera, fue tan espectacular que el salón se llenó y la gente quedó afuera, tratando de captar las palabras, en un silencio casi sagrado porque todos esperábamos sus Variaciones sobre la boca del lobo, verdadero emblema generacional. Pero a mí me gustaba, sobre todo, el poema titulado Contemplaciones, para el cual Ramoncito eligió un primer verso tomado de Andre Breton: Sal mi querido amanecer no olvides nada de mi vida. Así comienza el poema que le dediqué."


SAL, MI QUERIDO AMANECER….
Ramoncito y Breton

En la madrugada donde hubiéramos conversado,
amigo, donde la invención del recuerdo nos hubiera
hecho felices: tramo de vida donde no estaremos ni
estás. Más cercano que Breton me eras, una especie
de puente; en el encantamiento de la vieja casita de
Guanabacoa descubría el poema. Abriste la habitación
de Dylan Thomas, la inconformidad de Bob Dylan o la
poesía en el rock. También recuerdo a Gingsberg,
tendido sobre el sofá. Eran los años. La noche en la
que saliste a ser golpeado o aquella mañana única,
que hoy te será un borrón, donde me indicaste que
resistiera para una maravilla posible. Sí, amigo, eran
los años, los buenos. Teníamos miseria, persecución,
bajezas, caminatas sin término, la modorra del ómnibus
que -domingo trás domingo- me llevaba hasta allí.
Eco de aquellas horas que guardo como un mito.
Se descubre con el paso del tiempo, cuando la iluminación
sobre el rostro es desconectada, el alegre vestido de
las celebraciones yace, arrugado, encima de cualquier
mueble y no queda otro ruido que el de la respiración
propia. Amo y temo esa hora: toda la soledad, animal,
despiadada y lenta, bajando del cielo para aplastar
cabezas. La mía, las de mi generación como astillas
de vidrio después de un accidente. No quiero ver,
escuchar o sentir. A vagabundear por la ciudad vacía
salgo, como tú aquella noche en la que regresaste
golpeado, y quizás en alguna grieta me espere
el amigo.

(de: El maquinista de El maquinista de Auschwitz)

Carta de Paquito D'Rivera a la presidenta de Chile

Abril 25-2008
Sra. Michelle Bachelet
Presidenta de Chile

Señora Presidenta:

A continuación, reproduzco la carta que le entregué personalmente en Nueva York, el dia 20 de Septiembre del 2006, en ocasión del almuerzo en su honor, al que fui invitado por el señor embajador de Chile ante las Naciones Unidas. Recuerdo hoy, aún con cierto estupor, como aquella misma noche, –––en un lapsus mental seguramente–– afirmó usted ante la TV Nacional, que actualmente, TODOS los gobiernos de América habían sido elegidos por voto popular. Pero regresando a lo que nos ocupa, en todo este tiempo, ni yo ni el ciudadano chileno por quien pedíamos intercediera usted ante la arbitrariedad de las autoridades cubanas, hemos recibido respuesta alguna. Por ello me veo forzado a hacer esta carta pública, esperando mejores y mas rápidos resultados.

En los años ochentas, mi amigo el gran trompetista Dizzy Gillespie asistió a un festival de música en La Habana. Allí solicitó una visita privada a Fidel Castro que le fue concedida. En aquellos días, y durante 9 largos años, mi ex esposa y nuestro pequeño hijo permanecían retenidos en Cuba en contra de nuestra voluntad y de los mas elementales derechos humanos. Como tenían todos sus documentos y visas de entrada en regla, unas pocas palabras del ilustre trompetista a los oídos del dictador, hubieran bastado para poner a Eneida y Franco en el aeropuerto Kennedy en cuestión de días; pero las palabras mágicas nunca fueron pronunciadas, de modo que yo perdí mi matrimonio y la niñez de mi hijo.

Algo similar sucede ahora con Raúl Gutiérrez Villanueva, colega mío y súbdito suyo, cuya compañera cubana, el gobierno de Castro desautoriza arbitrariamente su salida del país. Yo no tengo el valor para ignorar su tristeza, sin hacer al menos el intento por ayudarlo. Si no está en sus manos la solución del problema, lo entenderé, y al menos por mí no quedará; pero si puede usted hacer algo por su coterráneo, yo dormiré más tranquilo y usted habrá hecho mas feliz a un músico chileno,;ademas de haber cumplido con su deber como defensora de los derechos de TODOS los chilenos.
Afectuosamente:

Paquito D’Rivera

sábado, 26 de abril de 2008

El Imparcial Digital


Mientras busco tiempo para escribir sobre la presentación de Ramón Fernández Larrea ayer les recomiendo este reportaje gráfico de El Imparcial Digital que cubrió el evento. Muy simpático.
P.D.: Eduardo Frías Etayo en su blog Remandingo ha puesto su propio reportaje gráfico del evento. La competencia está fuerte.

Error o derrota: ¡Venceremos!

“Jamás comprenderán que, tanto en la política como en la revolución, la alternativa de una estrategia errónea o equivocada es la derrota”
Fidel Castro Ruz
24 de abril de 2008
7 y 15 p.m.

Premio para Amanda

Amanda Tejuca, (hija del pintor del mismo apellido) junto a su amiga Brenda ha ganado el segundo lugar en la competencia anual de talentos artísticos que se realiza por la ciudad de Hialeah. Bailaron la canción “El confort no reconforta" de Ojos de Brujo. Felicidades sobrinota. [En el video Amanda empieza por la izquierda y Brenda por la derecha].

viernes, 25 de abril de 2008

Armando Peraza



Menos conocido entre los cubanos que Chano Pozo, Mongo Santamaría o Patato Valdés, Armando Peraza es una de las grandes figuras de la percusión cubana a mediados del siglo pasado y uno de los pioneros en el desarrollo del jazz latino en los Estados Unidos. Ha colaborado de manera destacada con músicos como Machito, George Shearing [ver arriba en el festival de Newport en 1958], Cal Tjader o Carlos Santana, grabado decenas de discos y fue elegido al Salón de las Legendas del Jazz del Smithsonian Institution. Pueden escucharlo en esta entrevista en un inglés guanahatabey pero con la gracia intacta. Aunque el próximo 30 de mayo cumplirá 84 años se mantiene lúcido y activo como verán en este homenaje que le dedicaron entre otros Giovanni Hidalgo en san Francisco el año pasado.

Repito: Ramón por fin en Broadway


HOY viernes 25 de abril el poeta cubano Ramón Fernández Larrea presentará su libro Nunca canté en Broadway, una antología personal de su poesía en New York University. La presentación será a las 6 pm en el 19 de University Place, salón 222. La entrada es gratis.

Sobre el autor:
“[autor de una] inconsciente e insistente escritura poética que ha puesto su nombre entre los más selectos de la literatura cubana. Lugar que tiene bien ganado a golpe de cantar --insólito, insistente, insatisfecho-- de hurgar, de disentir, de fotografiar en cada uno de sus textos la soledad, la muerte, el miedo, el olvido y esa desesperanza que habita ya en el tamaño de su pueblo.”
Germán Guerra

''su poesía ... subvirtió el retórico canon conversacional desde dentro, y anticipó la ruptura cosmovisiva de la actual poesía contemporánea cubana''
Jorge Luis Arcos
``entendidos como médula de una transformación fundamental en las letras cubanas, una buena parte de los textos de Ramón Fernández-Larrea parecen comportarse como una espiral en cuyo centro están las dimensiones más concretas o radicales de ese estado de cambio''.
Emilio García Montiel

“Nunca canté en Broadway, antología personal (1987-2001) es un poemario de, a mi juicio, uno de los mejores poetas cubanos actuales, Ramón Fernández-Larrea.”
Zoé Valdés

jueves, 24 de abril de 2008

Debates

Al régimen cubano lo acusan de ser reacio al debate y es hora de que acabemos de reconocer que se trata de una injusticia. Precisamente una de las especialidades de ese régimen es generar todo tipo de debates. Que las discusiones como tales no se verifiquen en territorio isleño es lo de menos. Lo importante es que una realidad tan rica y cambiante haya incentivado interesantes e intensas discusiones en torno a temas tales como:

-¿En Cuba se violan los derechos humanos?
-¿La literatura del exilio pertenece a la cultura cubana?
-¿Exiliados o gusanos?
-¿Diáspora o exilio?
-¿Se pueden considerar a los exiliados como pertenecientes a la categoría de mamíferos?
-¿Hay censura en Cuba?
-¿Se puede considerar la conversión de libros en pulpa como censura o como reciclaje?
-¿En algún momento en Cuba se impuso el realismo socialista?
-¿Cuál debe ser la política cultural cubana?
-¿Fidel Castro es escritor?
-¿Dentro de la revolución todo?
-¿Qué es todo?
-¿Se puede ser cubano y disentir de lo que piense el presidente de su país?
-¿Se puede disentir del presidente y no ser mercenario?
-¿Se puede disentir del presidente y seguir siendo mamífero?
-¿Hay libertad en Cuba? ¿Y afuera? ¿Hay libertad afuera?
-¿Emigración económica o exilio político?
-¿Avión o balsa?
-¿Es Miguel Barnet escritor o sólo una marca de grabadora?
-¿Deben dejarse los libros de Abel Prieto al alcance de los niños? ¿Y de los adultos?


El problema de estos debates es que a pesar de lo interesantes que puedan parecer son profundamente improductivos. A la larga se convierten en un test combinado de inteligencia y decencia. Hay que cambiar los actuales temas por otros que sean realmente discutibles y que de esas discusiones se arriben a conclusiones productivas y beneficiosas para nuestra cultura del debate. Aquí propongo algunos:

-¿Los muñequitos rusos son parte de la cultura cubana?
-¿Carlos Varela y demás productos del Vedado son parte de la cultura argentina?
-¿Debe existir UNA política cultural?
-¿Debe existir un ministerio de cultura?
-De existir un ministerio de cultura ¿Debería supervisarse el pelado de los ministros?
-¿Debería permitirse que se vendieran libremente en el mercado grabadoras de la marca Miguel Barnet?
-¿Se puede ser cubano sin que te gusten la palma, el malecón, la pelota o bailar? Y en caso afirmativo ¿Valdría la pena?
-¿Qué hacemos con la nada? ¿La fusilamos?

miércoles, 23 de abril de 2008

La frase del día

“¡Los vivos y los muertos lucharemos!”
Fidel Castro [sólo que no dice en calidad de qué va a luchar]

Álvarez Guedes

Es difícil exagerar los elogios con Guillermo Álvarez Guedes. Nadie ha sabido contar durante décadas los cuentos como él venciendo los escrúpulos de nuestra clase media exiliada que no son poco. Nadie como él nos retrata tan bien en sus observaciones como ésta sobre las diferencias entre cubanos y americanos. Ichikawa le llama con razón nuestro antropólogo mayor. Abajo los dejo con un video contando los chistes de siempre.

Plagio

Ayer en un post comentaba: “Sin dudas las nuevas señales de apertura van llegando incluso hasta la prensa. El Juventud Rebelde, contrario a los usos habituales, ha reseñado la manifestación de las Damas de Blanco de ayer lunes. Ciertamente no las llamaron Damas sino con el mucho mas preciso termino de “elementos mercenarios”. De hecho consiguieron evitar mencionar el sexo de las manifestantes hasta el tercer párrafo en el cual las llamaron “provocadoras” para a continuación mencionar una llamada que habían recibido de la congresista Ileana -la Loba Fe- Ros-Lehtinen quien a su vez había hecho contacto anteriormente con el terrorista Luis Posada Carriles hecho que obviamente convierte a las protestantes no solo en mercenarias sino también en terroristas. […]Se hecha en falta la información gráfica pero tratándose del Juventud Rebelde con su palabra es suficiente. De cualquier manera nada detendrá a la prensa cubana en la búsqueda de la verdad, ni siquiera la propia realidad.”
Ahora me encuentro este artículo del corresponsal de la prensa en Cuba en el que comenta lo mismo sin darme crédito por la sagaz observación. Al parecer los bloggeros estamos condenados a que saqueen nuestros comentarios sin señalar fuentes.

¿Se abre la prensa en Cuba?

Fernando Ravsberg
BBC Mundo, Cuba

El periódico oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), Granma, publicó información sobre la protesta organizada este lunes por las "Damas de Blanco", la organización que reúne a las madres y esposas de los presos políticos.
La información aparecida en Granma resulta inusual, dado que el gobierno no acostumbra a reflejar en sus páginas las actividades que realizan los grupos opositores o las organizaciones defensoras de los derechos humanos dentro del territorio nacional.
La política de silencio oficial se había roto el pasado 10 de diciembre cuando la prensa oficial reportó un acto de protesta que la disidencia intentó realizar en un parque, con motivo del Día de los Derechos Humanos.


[A los amigos de lo literal les comento que lo anterior se trata de una ironía. Lo mío era una sátira dirigida a los corresponsales que buscan señales de cambios por todas partes. Simplemente no me imaginaba que ninguno fuera a llegar tan lejos. Pero llegan, claro que sí. Olvidan otras “aperturas” anteriores como aquella con la que presentaron a los cubanos al activista de derechos humanos Ricardo Bofill en los 80 o los actos de repudio contra Gustavo Arcos Bergnes en 1990. Hay gente que no aprende]

martes, 22 de abril de 2008

Para un Infante difunto

Penúltimos Días nos recuerda que el 22 de abril se cumplen 79 años del nacimiento de Cabrera Infante. Quisiera compartir con ustedes un texto que escribí a raíz de la muerte del escritor. Más abajo una larga entrevista a G. Caín de 1976 en el famoso programa “A fondo”.

No hay consuelo, Guillermo

Enrique Del Risco y Enrisco

No nos engañemos. No hay consuelo. Para la muerte de Cabrera Infante no lo hay. Aunque su edad bordeaba eso que engañosamente llaman “esperanza de vida”, tanto en el país en el que nació o en el que murió, a todos los que lo quisimos su muerte se nos antojó insoportablemente precoz. No podía ser de otra forma sabiendo que en cada una de las líneas que escribió en los últimos cuarenta años alentaba el deseo del regreso a su Habana, regreso que nunca se cumplió. Y no un regreso cualquiera porque sólo tendría justificación y sentido, es decir, realidad, cuando desaparecieran las circunstancias, es decir, la realidad, que lo obligaron a marcharse. Y su muerte significa entre otras cosas la desconsoladora certeza de que el regreso a ese lugar donde nunca hemos estado ya será sin él.
Pero consuelo no ha faltado. Entretenemos el dolor, la frustración, diciéndonos que su Habana es más real que el país que gobierna su archienemigo, que recordaremos más sus construcciones verbales que las destrucciones reales de los otros, o podemos pisotear el lugar común y decir que su patria son las palabras. Sin embargo tanto truco, tanta alquimia con el dolor no hace sino más abundante y visible el vacío que nos dejó. Esos engaños pertenecen a otro mayor, el de la patria, que con el país secuestrado a mayor gloria de un hombre y su poder, se hace más difusa e irreal que lo que suele ser habitualmente. Afuera de la isla que hace mucho tiempo dejó de ser nuestra nos inventamos una Cuba astral que encubre su lejanía y su deterioro físicos para imaginárnosla con una belleza plena en algún sitio más allá o más acá de su árido presente. La gran ironía es que esa Cuba a todas luces irreal nunca se nos hace más tangible que en medio de dolores como este con el que lidiamos hoy, cuando un trozo de ella se nos muere en el cuerpo de una Celia Cruz o de un Cabrera Infante. Y citarlos juntos obedece a mucho más que a la relativa cercanía cronológica de sus muertes. Mucho se habla de ese especial amor de Cabrera Infante por La Habana, de su laboriosa edificación del mito de la ciudad que adoptó como propia. Menos se habla de su reinvención de la cultura cubana, de su radical subversión de una visión aristocrática de lo nacional que nunca concebiría que, por ejemplo, héroes, escritores y músicos populares compartieran el mismo pedestal. En cambio en la obra de Cabrera Infante conviven la cita poética y patriótica, la alusión cinematográfica, y el desvarío etílico con similar dignidad. Nada cubano le era ajeno, ni siquiera esa parte de lo cubano que con extrañeza llamamos “el mundo”. Pocas veces hubo un cubano más cosmopolita y un cosmopolita tan cubano. En su obra la patria se hace leve y por una vez, un sitio que incita a vivir en él más que a morir por él. Y si se muere por ella es por la posibilidad de algún día hacerla habitable incluso para poetas o borrachos. Suena irónico decir todo esto de quien renunció a vivir en su país más de la mitad de una vida razonablemente larga aunque menos irónico parecerá si nos sirve para medir la magnitud de su renuncia.
Pero Cabrera Infante no era sólo patrimonio de los exiliados nostálgicos de una Habana perdida en el tiempo y la lejanía. No tenemos más que recordar aquel lector de Cabrera Infante que fuimos en la isla. Con nuestros amigos recorríamos La Habana semiderruida del 94 con la otra Habana, la del Infante difunto, en la mano, tratando de compaginar aquellas paredes cariadas de nuestra realidad con la luminosa decadencia que emanaba de los sitios que nombraba el libro. Sentíamos lo que suponemos que sentiría aquél niño del cuadro de Dalí mientras levantaba la piel del mar: un íntimo y total deslumbramiento. Aprendíamos a comprender todo el esplendor que había encerrado en aquellas ruinas precoces.
No para todos los cubanos Cabrera Infante cumplía esta función. Para las autoridades, Cabrera Infante en el exilio fue “El hombre que jodía demasiado”, el Anticastro, el fuego y el juego (de palabras) que no cesa. Es lógico y previsible el silencio oficial que ha rodeado a su muerte, silencio que en el fondo suena a regocijo ante el fin de su más incesante y prestigioso contradictor. A nivel oficioso el regocijo se ha convertido en generosidad post mortem. Así incluso Lisandro Otero, antiguo mandarín cultural del castrismo y hoy una especie de fidelista por cuenta propia, decidió por esta vez controlar un poco su viejo rencor por el Infante al fin difunto. Así que si, mientras aún vivía, había llegado a decir entre otras cosas que Cabrera Infante no había “logrado comprender que su acumulación verbosa y deshumanizada no es verdadera literatura”, ahora Otero ha condescendido en decir que Cuba ha perdido con Infante a “uno de sus más ingeniosos, imaginativos y talentosos escritores”. Es sabido que la muerte mejora a la gente una vez que nos podemos librar de su más o menos incómoda presencia. Lo que desconocíamos era que tuviera efectos tan dramáticos en la literatura algo que, al fin y al cabo, no suele ir a la tumba con su autor. Quizás Lisandro haya cambiado de opinión con la esperanza de que algo parecido pase con sus libros pero nos preguntamos ¿Cuántas veces tendrá que morir Lisandro Otero para que sea considerado uno de nuestros más talentosos escritores? Sólo de pensar en hacer los cálculos da vértigo.

Pero más complicado lo tenían los miembros del seleccionado nacional de literatura cubana, esos que acaparan premios nacionales, homenajes y viajes con los gastos pagos. Un desliz en las declaraciones y en lo adelante el pasaporte sólo les serviría para abanicarse en la sala de su casa. No es difícil imaginarse la llamada de Miguel Barnet a su Comandante solicitando instrucciones:

-Hola Comandante, lo llamo por lo de la muerte de Cabrera Infante.
-¿Quién? Ah, sí... el periodista ese que estaba con nosotros al principio y nos traicionó… Yo pensaba que se había muerto hace años. Por mí era como si se hubiera muerto…
-Ze murió ayer Comandante.
-Eso le pasa por traidor, Miguelito. Me dejan y mira lo que les pasa…
-Yo lo llamaba porque la prenza eztá llamando por la muerte de él y no ze me ocurre qué podría dezirlez…
-Pues les dices que negamos categóricamente toda responsabilidad en la muerte de ese sujeto. Que nuestros enemigos siempre están tratando de mancillar nuestra revolución pero bajo ningún concepto vamos a tolerar esa calumnia…
-Comandante, murió de muerte natural.
-Ah, claro. Es que ya ni me acordaba si yo había hecho algún comentario sobre él, y tú sabes como son mis muchachos: se toman al pie de la letra cualquier cosa que digo. Pero entonces, si se murió de muerte natural ¿para qué los periodistas andan preguntando tanto?
-Ez que como ganó el premio Zervantez hace unoz añoz.
-Eso está bien, eso es un premio muy prestigioso y tengo entendido que tiene una buena dotación en metálico. ¿A qué institución lo donó, Miguelito? A las escuelas de arte o a las milicias…
-Bueno Comandante…
-Sí, ya sé… él era el traidor. Yo te digo Miguelito, hay que trabajar más para que esa gente no se pierda. Ustedes mismos, los escritores, pudieron convencerlo de que se diera una vuelta por acá… todavía tenía tiempo para reformarse y darnos su aporte. ¿Qué edad tenía cuando se murió?
-Zetentaizeiz, creo.
-Mira eso, un muchacho todavía. Pero claro, como está la salud pública por ahí y seguro que no se cuidaba. Así cualquier cosa puede pasar. Miguelito, yo sé que ustedes los escritores son medio bohemios así que saca experiencia de este caso y cuídate.
-Zí Comandante, yo me cuido. Zi por eso mismo lo eztoy llamando…
-Eso está bien porque necesitamos de gente como tú por muchos años. No nos gustaría que te nos fueras pronto. Bueno, Miguelito voy a dejarte que tengo que cerrar la cámara hiperbárica. Es que aquí adentro el teléfono no tiene cobertura.
-Pero Comandante ¿qué le digo a loz periodiztaz? Comandante…

Podemos imaginarnos la confusión que reinaría en ese momento en la mente de Miguel Barnet. Habrá repasado la conversación con el máximo líder un centenar de veces y cuando por fin lo entrevistaron los periodistas dijo: “Aunque por razones políticas descalificó a todos los intelectuales que vivimos en la Isla, para mí fue un gran artista, atormentado y contradictorio, que sin embargo le dio a Cuba su tercer Premio Cervantes”. Por su parte, uno de esos escritores a los que les dan el premio nacional de literatura a condición de que dejen en paz a los lectores declaró que Cabrera Infante “Fue uno de los más grandes escritores de este país” pero que estaba “demasiado comprometido contra Cuba”. Que recordemos Cabrera Infante nunca escribió contra Cuba. De hecho ni siquiera lo hizo contra Ciego de Ávila o Caimito o alguno de esos pueblos feos que quizás merecerían su rencor estético. Quizás el entrevistado padece ese transtorno, por lo demás difundido más allá de los premios nacionales de literatura, de confundir a Cuba con el Comandante. Y si Cuba es lo mismo que el Comandante y Cabrera Infante “le dio a Cuba su tercer Premio Cervantes” no hay más remedio que concluir que nuestros premios nacionales asumen que Infante le dio el Cervantes al Comandante, afirmación que, tendrán que concordar con nosotros, no está mal como estribillo de un reggaeton. Y de ahí no falta nada para afirmar que el pujante y creativo exilio cubano es uno de los más grandes logros de la Revolución. ¿Y quién se atrevería a discutir que Cuba cuenta con uno de los más nutridos y extensos exilios del planeta? ¿Quién se atrevería a regatearle al Comandante su aporte decisivo en ello? Bueno a veces lo escritores exiliados no son del todo comprensivos con la generosidad del Comandante y como este no tiene apuro espera a que se mueran para publicarlos en la isla. Pero si a Cabrera Infante no se le ha publicado, según declaran ahora los funcionarios en la isla, es por expresa voluntad del autor. Y hay que creerles porque si algo ha caracterizado a las autoridades cubanas es complacer los deseos de los que les llevan la contraria. Sin ir más lejos ahí están los periodistas, bibliotecarios y disidentes que con sus actividades no hacían más que pedir a gritos que los encerraran: no los decepcionaron. Y hay que agradecer tanta comprensión. El Comandante inaugurando una escultura en bronce de Guillermo Cabrera Infante sentado al lado de John Lennon (otro que en su época seguramente pidió que lo prohibieran en Cuba) es más de lo que el escritor podría aguantar, incluso después de muerto. Agradezcamos que le conserven en su país el estatus de seguir clandestinamente vivo.

Al comienzo hablabábamos de las trampas en las que incurrimos para conjurar el dolor de una pérdida semejante. Este mismo texto no ha sido más que otro banal ejercicio de las tácticas a las que aludimos, adobadas si acaso con un poco de humor, cuya más evidente disculpa es que fue un condimento que casi nunca faltó en la obra de Cabrera Infante. Somos conscientes de que todas estas palabras no sirven más que para confirmar la certeza inicial. No hay consuelo, Guillermo.


Solución

En el post anterior Tejuca sugiere una buena solución al problema del trasporte en Cuba:
“el día que estés lejos de casa nada mejor que vestirse de blanco agarrar una hoja de papel y escribir "libertad", si eres hombre vendrán hombres si eres mujer mujeres y te cargarán hasta una guagua y te llevarán hasta tu casa”.
¿Qué les parece? Sólo añado que para asegurarse de que este sistema de transportacion funcione sin contratiempos es recomendable que antes de vestirse de blanco y sacar el cartelito de “Libertad” llamen antes a periodistas extranjeros como testigos. Es importante que sean extranjeros porque los nacionales –de pura envidia al ver las facilidades de transporte que tienen los anexionistas- serían muy capaces de meterles la cámara por la cabeza.

Libertad 101

Acá un gráfico animado sobre el concepto de libertad y sus implicaciones prácticas. Es un poco elemental pero si tenemos en cuenta que en este asunto de la libertad los cubanos andamos por el 80% de analfabetismo (no me lo digan, soy optimista) nunca está de más una ayudita.

lunes, 21 de abril de 2008

Más señales


Sin dudas las nuevas señales de apertura van llegando incluso hasta la prensa. El Juventud Rebelde, contrario a los usos habituales, ha reseñado la manifestación de las Damas de Blanco de ayer lunes. Ciertamente no las llamaron Damas sino con el mucho mas preciso termino de “elementos mercenarios”. De hecho consiguieron evitar mencionar el sexo de las manifestantes hasta el tercer párrafo en el cual las llamaron “provocadoras” para a continuación mencionar una llamada que habían recibido de la congresista Ileana -la Loba Fe- Ros-Lehtinen quien a su vez había hecho contacto anteriormente con el terrorista Luis Posada Carriles hecho que obviamente convierte a las protestantes no solo en mercenarias sino también en terroristas. Al decir que “Entre sus intenciones estaba reclamar la excarcelación de contrarrevolucionarios sancionados por actividades contra nuestro pueblo y sus posiciones mercenarias y anexionistas” puede notarse cierto pudor de la prensa cubana en no decir directamente que las otras intenciones estaban comer niños y mandar a los estudiantes a la caña. Lo importante es que dieron la noticia con una limpieza y claridad ejemplares: “De inmediato y espontáneamente el incidente fue rechazado por la población, que a esa hora se dirigía a sus centros de trabajo y estudio [o a alguna cola para adquirir celulares aunque esto no lo menciona el texto]. Fuerzas femeninas del Ministerio del Interior evacuaron a las provocadoras a sus hogares con el fin de evitar un enfrentamiento con nuestra población”. No añadieron que parte de la población -espontáneamente- colaboró en las tareas de evacuación [ver foto arriba] o que las provocadoras no estaban muy contentas con la protección que les ofrecían las solícitas policías porque los de Juventud Rebelde no quieren ensañarse con unas mercenarias que además de anexionistas son malagradecidas. Se hecha en falta la información gráfica pero tratándose del Juventud Rebelde con su palabra es suficiente. De cualquier manera nada detendrá a la prensa cubana en la búsqueda de la verdad, ni siquiera la propia realidad.