La verdad primero. Antes incluso -como en este caso- que a la causa de la democracia, que cualquier causa. No se trata de puritanismo sino simple intento de encontrar suelo firme en un mundo que siempre nos ha sido opaco, la única manera en que podemos entendernos. El sueco Modig puede no sentir compromiso excesivo con la causa de la disidencia cubana o con los familiares de Payá y Cepero pero sí con la verdad que es la misma en las calles de Estocolmo que en las carreteras cubanas aunque no siempre tenga el mismo precio. Y no porque yo piense que lo que él sabe incriminaría necesariamente al gobierno cubano. Teniendo en cuenta la información acopiada hasta ahora lo único que podría perjudicar a Carromero es que el sueco atestigue que no sólo fue el responsable del accidente sino que además intentó esquivar su responsabilidad inculpando al régimen cubano, una raya más a un tigre festoneado de culpas que nunca le han importado demasiado. Porque si la versión oficial es dudosa las alternativas en la que aparece primero un camión y luego un Lada rojo no son hasta el momento mucho más creíbles. Pero si en realidad Carromero no fue responsable de la muerte de Cepero y Payá sería el silencio de Modig lo que terminaría hundiéndolo. El triunfo de la lógica mafiosa que le habrán transmitido en los interrogatorios. La verdad sería no sólo la salida más limpia sino la más eficaz a este embrollo. No es que la verdad siempre triunfe pero la mentira –o en su defecto el silencio- siempre termina pasándonos la factura.
Blog personal y casi tan íntimo como una enfermedad venérea pensado también para liberar al pueblo cubano, aunque sea del aburrimiento. Contribuyentes: Enrisco (autor de “Obras encogidas” y “El Comandante ya tiene quien le escriba”), su alter ego, la joven promesa de más de cincuenta años, Enrique Del Risco. Espacio para compartir cosas, mías y ajenas, aunque prefiero que sean ajenas. Quedan invitados a hacer sus contribuciones, y si son en efectivo, pues mejor.
viernes, 3 de agosto de 2012
jueves, 2 de agosto de 2012
Tradiciones y silencios (con postdatas)
El gobierno
cubano ha hecho su peor esfuerzo para que le creamos que la muerte del opositor
cubano Oswaldo Payá se debió a un accidente. Y la verdad es que no era difícil
creer que se trataba de un accidente más en las carreteras postbélicas de Cuba donde
pese al tráfico más bien escaso mueren más personas, opositores o no, de las
que debieran. Hubiese bastado que manejaran el asunto con cierta transparencia,
que hubieran presentado a los sobrevivientes a la prensa ese mismo día o al
siguiente del accidente y no tras días de encierro y en condiciones
perfectamente controladas. (De insistir un poco más los interrogadores hubieran
conseguido una confesión firmada por Carromero de que él fue el culpable de la
muerte de Laura Pollán y hasta del hundimiento del remolcador “13 de Marzo”.) No serían los primeros asesinos en serie a los que su víctima soñada se les muere sin que puedan ponerle la mano encima.
Pero no sólo insisten en que les creamos que no intervinieron en la muerte de Payá y de Cepero sino que invocan “la historia inmaculada de una Revolución que triunfó y ha sido defendida durante medio siglo sin una sola ejecución extrajudicial, sin un desaparecido, un torturado, un secuestrado, un solo acto terrorista” cuando justo la historia de esa Revolución es la que hace todo demasiado sospechoso en primera instancia. Si no hubiera tanto dolor por medio parecería un chiste en medio de un editorial que apenas alcanza a mencionar una sola vez a uno de los fallecidos mientras alude una y otra vez al exilio de Miami y al gobierno de Washington. Como si ellos fueran los encargados de pavimentar las carreteras cubanas. (Es irónico que el inculpado llame a la comunidad internacional a no politizar su caso mientras el editorial de Granma lo convierte de hecho en un enviado del imperialismo). Lo terrible sería que –en caso de no haber sido un accidente, como las manipulaciones del gobierno parecen sugerir- los implicados tomaran en serio la sugerencia de sus captores. Que creyeran que el silencio o la mentira los va a beneficiar. Las cancillerías española y sueca deberían de saber por experiencia que los gángsteres no son buen material para llegar a acuerdos de caballeros.
P.D.: Modig renuncia a presentarse en rueda de prensa en Suecia para no perjudicar a Carromero, algo comprensible aunque no nos imaginamos en qué pueda perjudicar a Carromero alguien que durante el accidente estaba dormido.
P.D. 2: Un excelente artículo de Luis Manuel García analizando el editorial de Granma donde dice:
Pero no sólo insisten en que les creamos que no intervinieron en la muerte de Payá y de Cepero sino que invocan “la historia inmaculada de una Revolución que triunfó y ha sido defendida durante medio siglo sin una sola ejecución extrajudicial, sin un desaparecido, un torturado, un secuestrado, un solo acto terrorista” cuando justo la historia de esa Revolución es la que hace todo demasiado sospechoso en primera instancia. Si no hubiera tanto dolor por medio parecería un chiste en medio de un editorial que apenas alcanza a mencionar una sola vez a uno de los fallecidos mientras alude una y otra vez al exilio de Miami y al gobierno de Washington. Como si ellos fueran los encargados de pavimentar las carreteras cubanas. (Es irónico que el inculpado llame a la comunidad internacional a no politizar su caso mientras el editorial de Granma lo convierte de hecho en un enviado del imperialismo). Lo terrible sería que –en caso de no haber sido un accidente, como las manipulaciones del gobierno parecen sugerir- los implicados tomaran en serio la sugerencia de sus captores. Que creyeran que el silencio o la mentira los va a beneficiar. Las cancillerías española y sueca deberían de saber por experiencia que los gángsteres no son buen material para llegar a acuerdos de caballeros.
P.D.: Modig renuncia a presentarse en rueda de prensa en Suecia para no perjudicar a Carromero, algo comprensible aunque no nos imaginamos en qué pueda perjudicar a Carromero alguien que durante el accidente estaba dormido.
P.D. 2: Un excelente artículo de Luis Manuel García analizando el editorial de Granma donde dice:
Si el texto se proponía refutar la tesis del asesinato político o del asesinato político accidental, por muy ejemplar del granma’s style que sea, es un texto fallido. Intenta convencernos de que se trató de un mero accidente de tráfico, y en lugar de centrarse en ello y explicarlo con total transparencia, 1.252 de las 1.500 palabras son una diatriba política, 581 de ellas directamente contra los disidentes muertos y los extranjeros que los acompañaban. Sobre estos demuestran un exhaustivo conocimiento: pedigrí político, actividades, viajes anteriores, personalidades cercanas, e incluso el restaurante de Madrid donde se conocieron, información que no se obtiene sin un seguimiento. Y, al menos semánticamente, del seguimiento a la persecución no va tanto trecho. Para rematar, aparece Ángel Carromero Barrios en televisión pidiendo que no se de al accidente una lectura política, y a continuación hace un patético llamado para que lo saquen de allí lo antes posible. Demasiadas refutaciones para un mero accidente. Si fue eso lo que ocurrió, deberán despedir al buró de comunicación y a sus asesores de imagen.
martes, 31 de julio de 2012
Coopere con el artista cubano
El incansable Boris
Larramendi tiene una nueva iniciativa:
Consiste en la finalización de un disco para el cual tengo prácticamente listas 20 canciones.Quisiera fabricar cierta cantidad de copias físicas en formato CD para que,además de enviarle a cada patrocinador la suya, otras pudieran ser distribuidas de manera gratuita en Cuba a través de redes alternativas.
El dinero para
producir el proyecto se está recogiendo a través de la plataforma Yagruma.com.
Boris en sólo dos días ya ha reunido $1160 de la meta de $ 3075 lo cual debe ser un récord para la plataforma. Como todavía falta más de la mitad del dinero los invito a que cooperen para
sacar este proyecto lo más rápido posible. Para más información y hacer sus
donaciones entre aquí.
lunes, 30 de julio de 2012
El Bobo sigue vivo
Acabo de subir al blog Prohías político más de cincuenta caricaturas del Bobo de Abela del libro de Enrique Gay Calbó "El Bobo" que tenía pendientes desde hace rato. Mañana subo el resto. A Tejuca mi agradecimiento por su colaboración en el rescate de las imágenes. Abajo les dejo una caricatura que como muchas de las del Bobo conserva su vigencia intacta.
viernes, 27 de julio de 2012
Mensaje póstumo
Un mensaje de Harold Cepero, opositor fallecido hace unos dias junto a Payá que grabó en el 2008 como saludo a los cubanos que viven en Estados Unidos:
La versión de Moringa Times
Cubadebate, diario digital más conocido como Moringa Times publica la nota oficial del Ministerio del Interior sobre la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero. No seré yo, que no tengo ni licencia de conducir, quien jugará a ser perito automovilístico aunque hay cosas que llaman la atención sin saber los misterios del motor de combustión interna: la temeridad del conductor que entra en un terraplén a cien kilómetros por hora y el temple del sueco que en medio del rally de Dakar en que se convirtió el último viaje de Oswaldo Payá consigue quedarse dormido. Cinco días les ha tomado producir una historia con un sentido de la oportunidad y la simetría que la realidad suele tener el buen gusto de evitar.
jueves, 26 de julio de 2012
Universo paralelo
En la realidad paralela de The Independent Oswaldo Payá nació cuando Cuba era gobernada por el dictador Anastasio Somoza:
Lo que nunca falta son los lugares comunes. Las repúblicas bananeras somos así de intercambiables.
Oswaldo Paya Sardinas was born in Havana in 1952, when Cuba was still run by the US-backed dictator Anastasio Somoza. He was six when Castro and Guevara rolled into the capital, smoking big cigars, having forced Somoza to flee.
Lo que nunca falta son los lugares comunes. Las repúblicas bananeras somos así de intercambiables.
Evidencias y culpas
Llega
el momento que ante la falta de evidencias directas a los científicos no les
queda otro remedio que atenerse a los efectos laterales. Los físicos que
persiguen una partícula especialmente elusiva intentarán detectarla por los
efectos que producen en otras, los médicos que intentan localizar un virus lo
rastrean por los anticuerpos que crea en un organismo. Algo así va pasando con
las muertes de los disidentes cubanos. La apuradísima cremación del cadáver de
Laura Pollán, la retención de los testigos que podrían ayudar a esclarecer la
muerte de Oswaldo Payá apuntan –sin que pueda oponérsele hipótesis más
atendible- a que estamos en presencia de laboriosos esfuerzos de asesinos para
ocultar sus crímenes, del comportamiento típico de los culpables.
miércoles, 25 de julio de 2012
Cunetas proféticas
Abel Prieto ex ministro de cultura cubano y joven promesa de las letras cubanas (y a quien por cierto el Ministerio de Cultura de Francia le acaba de otorgar la Orden de las Artes y las Letras) años atrás, al tratar de justificar el encarcelamiento a larguísimas condenas a 75 disidentes dijo que en otro país estos habrían sido “asesinados en una cuneta”. Curiosa manera de predecir la muerte de Oswaldo Payá, el cambio en las tácticas represivas de un régimen.
martes, 24 de julio de 2012
Mensajes
Heinz Dieterich ideólogo alemán y teórico del llamado socialismo del siglo XXI declaró al conocer la muerte del opositor cubano Oswaldo Payá que el asesinato politico “no es parte de la estrategia” del gobierno cubano, que eso “sería un suicidio político”. Tal parece que uno de los requisitos esenciales para teorizar sobre el socialismo del siglo XXI es ignorar la historia del XX. Con respecto a la Historia (de la Revolución) cubana el asesinato político ha resultado un método usual y rentable ya sea en la forma de juicios coreografiados (desde los de los años sesentas pasando por los de Ochoa o los que consiguieron llevar al paredón a tres secuestradores de una lancha en cinco días) hasta muertes en “extrañas circunstancias” desde la de Camilo Cienfuegos a la de José Abrahantes y Laura Pollán. Cincuenta y tres años matando aportan no solo experiencia y confianza en la conveniencia del método sino que ha encontrado siempre quien les extienda el beneficio de la duda.
No se trata de descartar de antemano la posibilidad de una muerte accidental del más lúcido y consistente de los opositores cubanos. Pero si se piensa que Oswaldo Payá fue alguien cuya existencia en sus últimos quince años fue vigilada y acosada minuto a minuto con minuciosa saña por las autoridades, que fue amenazado de muerte pública y privadamente, que sufrió un extraño accidente semanas antes, la posibilidad de que haya muerto por simple descuido del conductor es la menos racional y económica. A diferencia de Dieterich hay quienes tenemos memoria suficiente como para recordar que luego del hundimiento del remolcador “Trece de Marzo” –una tragedia que ya nadie se atreve a atribuir a la casualidad o la negligencia- en la versión que difundió la televisión estatal uno de los sobrevivientes aparecía declarando que el remolcador se había hundido por estar en muy malas condiciones en el momento de hacerse al mar. Por eso aunque viéramos a los sobrevivientes del choque que produjo la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero declarando en la isla que fue un accidente persistiríamos en nuestras dudas. Así de desconfiados nos tiene más de medio siglo de muertes milagrosamente convenientes.
Partiendo de la hipótesis de que fue asesinado quedaría entender qué significa su muerte. Si bien Payá no tenía el mismo ascendiente sobre la disidencia que en los años en que el gobierno se sintió obligado a cambiar la constitución para bloquear iniciativas como el Proyecto Varela se habla y con razón de la posibilidad de que recibiera este año el premio Nobel de la Paz al que tantas veces había estado nominado y la necesidad de impedir que se le otorgara un premio que, como todos saben, no se otorga póstumamente. Me inclino a pensar que de no ser accidental la muerte de Payá responde a un plan y a un estilo. El plan y el estilo del raulismo. A diferencia de su hermano, Raúl Castro prefiere ser discreto incluso en la represión. Como mismo le tientan menos los micrófonos –que tan mal se le dan- prefiere evitar los juicios públicos y ejemplarizantes. Su negocio es la muerte más o menos discreta, más o menos notoria. Discreta en los medios y notoria en los fines que en este caso son descabezar al movimiento disidente en Cuba. Literalmente. Se apresa a los activistas de filas sin prisas pero sin pausas mientras a los dirigentes les reserva una muerte apenas disimulada por las circunstancias.
La relevancia de la víctima y la violencia de su deceso subrayan la desfachatez. Como con el caso del ex espía ruso Aleksandr Litvinenko a quien lo envenenaron con polonio, una sustancia radiactiva al alcance de muy pocos gobiernos, no para ocultar el origen de su asesinato sino para que no quedaran dudas de quién decretó su muerte. Muertes como las de Payá, con el antecedente de la de Laura Pollán, pueden parecer opacas para los que creen ver en la dictadura cubana algún indicio de civilidad. Pero para los disidentes el mensaje es clarísimo: si persisten en su actitud los mataremos a todos y nadie se va a dar por enterado. Esa sería la lectura, insisto, en el caso de que se trate de un asesinato. En caso de accidente, la acumulación de muertes tan oportunas para el régimen nos ofrece el mensaje subliminal que toda tiranía insiste en imponernos: que la Historia, el Destino o Dios –escoja según su gusto- están de su parte y que no hay nada que podamos hacer al respecto. Que la muerte es su más incondicional aliada, la causa y el único sentido de su poder. Y que a sus súbditos no les queda otro remedio que aceptar ese simulacro que ellos le llaman vida.
Contradicciones
El chofer del auto en el que murió Oswaldo Payá al parecer se culpa luego de haber dicho lo contrario a la familia: si antes dijo (de acuerdo con las declaraciones de la hija de Payá) que lo estaban embistiendo ahora declara que iba a exceso de velocidad. En las imágenes al menos se puede ver que no hay impacto trasero. A ver que dicen el chofer (español) y el sueco una vez que salgan de Cuba.
lunes, 23 de julio de 2012
Muerte oscura, culpable claro
Llámenme paranoico pero cuando muere alguien como Oswaldo Payá que se enfrenta a una dictadura con extensa y demostrada vocación asesina muere en circunstancias poco claras no me queda otro remedio que pensar que se trata de un asesinato hasta tanto se demuestre lo contrario. Y más si, por ejemplo, voceros oficiosos ya empiezan a usar falsas imágenes del accidente.
Y es que las dictaduras -con todo el poder de matar y de ocultar sus crímenes de su parte, aparte del crimen cotidiano de silenciar un pueblo, extorsionarlo- a diferencia de los individuos, son culpables por definición.
Y es que las dictaduras -con todo el poder de matar y de ocultar sus crímenes de su parte, aparte del crimen cotidiano de silenciar un pueblo, extorsionarlo- a diferencia de los individuos, son culpables por definición.
jueves, 5 de julio de 2012
Otra declaración
Antes de irme
quiero recomendar un texto de Tersites sobre otra declaración del 4 de julio,
la que firmaron los camagueyanos Joaquín de Agüero Agüero, Francisco Agüero y
Estrada y Ubaldo Arteaga Piña en 1851* de la que les incluyo un fragmento
La razón humana se rebela contra la idea de que puede prolongarse, indefinidamente, la situación social y política de un pueblo en que el hombre, destituido de derechos y garantías, sin seguridad en su persona ni en sus intereses, sin goces en lo presente, sin esperanzas para el porvenir, vive solo por la voluntad y bajo las condiciones que quieren imponerle todos y cada uno de sus tiranos. Una vil calumnia, la cita de un procesado, la sospecha de un mandarín, la palabra sorprendida en el santuario de la familia, o la fé violada de una carta, son méritos sobrados para arrancar á un hombre de sus hogares y lanzarle á morir de miseria y desesperación á suelo estraño [sic]; sino es que se le somete á las insultantes fórmulas de un tribunal bárbaro y arbitrario, donde sus mismos perseguidores son los jueces que le condenan y donde en vez de justificársele el delito se le exige que pruebe su inocencia. Tan violenta situación hace ya muchos años que Cuba la soporta, y lejos de prometerse algún remedio, cada día adquiere nuevas pruebas de que el estravío [sic] de su Metrópoli, y la ferocidad de sus gobernantes, no concederán treguas ni descanso hasta verla reducida á un inmenso presidio, donde haya un guardián para cada cubano y éste tenga que pagarlo para que lo mande. [...]
Desengáñese el Gobierno del poder de sus bayonetas y de la eficacia de todos los medios que ha inventado para oprimirnos y espiarnos. A la faz de sus mismas autoridades, á la vista de los esbirros que nos cercan; el día que nos hemos resuelto á recobrar nuestros derechos y á romper por la fuerza nuestras cadenas, nada nos ha impedido reunimos, combinar el plan de nuestra revolución, y el grito de Libertad é Independencia resonará desde la punta de Maisí al cabo de San Antonio.El mundo se negaría á creer la historia de las horrendas iniquidades que en Cuba se han perpetrado, y considerará con razón, que si ha habido monstruos capaces de cometerlas, no es concebible que hubiese hombres que por tan largo tiempo se resignasen á soportarlas. [...]
Esta declaración
a su vez me concierne de un modo más personal. No en la lista de los que
firmaron esa declaración pero sí en la de los cuatro que fueron fusilados por
intentar hacerla realidad esta un pariente mío Tomas Betancourt y Zayas (los
otros son Joaquín de Aguero, Miguel Benavides y Fernando de Zayas). De ese
parentesco no estoy particularmente orgulloso por razones que explico en un
texto que escribí expresamente para el librillo del disco de Pavel y Gema
"Art Bembé:
Todo depende.Malos tiempos estos para la pureza. Son tiempos de mestizajes, deseados o no, pero inevitables, y con un poco de suerte, fecundos. El mestizaje es el recurso definitivo para superar la extrañeza que nos inspiran los otros, para derrotar finalmente la soberbia real fundada en la pureza falsa. Pero no pienso extenderme enumerando las ventajas del mestizaje. Soy un mestizo de la más blanca y la más negra de las Antillas, (un mestizo que a veces pasa por “blanco” que es la forma que en Cuba te hacen perdonar tus “impurezas”). De ahí que me parezca ridículo e interesado por mi parte la celebración del mestizaje. Me resisto a considerar lo inevitable como bueno o meritorio. Para explicarme mejor permítaseme incluir aquí una anécdota familiar.
Resulta que hace siglo y medio, un joven hacendado cubano, Tomás Betancourt y Zayas, no hizo nada de especial: tuvo sexo con una de sus esclavas. Pero tiempo después, y no necesariamente a consecuencia de lo anterior, hizo algo verdaderamente trascendente: se unió a tres jóvenes hacendados más en la heroica empresa de liberar a Cuba de España, adelantándose en casi dos décadas al Padre de la Patria y su guerra de independencia. Corría el año 1851 y como era de esperar casi enseguida los cuatro heroicos aprendices de libertadores fueron capturados y ejecutados. Pero resulta que mientras esperaba convertirse en uno de los cuatro primeros fusilados de la historia cubana (otra nutrida tradición nacional), Don Tomás recibió la visita de la esclava antes mencionada. Esta no le traía una taza de chocolate, por ejemplo, sino una niña recién nacida para que la reconociera como su hija. Don Tomás Betancourt y Zayas, tomando en cuenta su alta responsabilidad patriótica en momento tan trascendente como aquél, sabiendo que ese gesto resultaría decisivo en la conformación futura de la nación por la que luchaba, no reconoció a la niña. Después de todo, como parte de su dotación de esclavos, aquella niña de todas maneras llevaría su apellido. Pues bien, puede que Don Tomás no fuera el padre de la criatura pero aquella niña era mi tatarabuela Lolila. Así que si no llevo en las venas sangre de fusilado llevo la de aquella esclava que Don Tomás se anexionó en algún oscuro rincón de su finca. No es precisamente un ejemplo feliz de mestizaje. Al hacendado liberal, fallido libertador él mismo, le fue imposible superar la extrañeza formal hacia la mujer cuya carne no le había resultado ajena, sino cercana y apetecible.
Un amigo, el inefable Chago, me sugirió para este texto sobre el meztizaje la metáfora del arroz y los frijoles, base de algunos de nuestros platos más venerados. Las metáforas gastronómicas pueden ser peligrosas si se trata de aludir lo humano así que me serviré de ella con cuidado. Los frijoles negros y el arroz pueden cocerse por separado o combinarse en ese arroz oscuro, empedrado de judías negras, que recibe el nombre de moros y cristianos. Siendo uno de mis platos favoritos casi nunca me atrevo a pedirlo en los restaurantes cubanos que pululan por medio mundo. Sé de antemano que caerán derrotados ante el recuerdo del arroz moro que solía hacer mi abuela cada domingo, con esa rutinaria maestría que abunda en unas cuantas abuelas. Para mi suerte he recuperado ese sabor en sitios insospechados de Nueva York o Miami, pero siempre, tras ese sabor, encuentro manos sabias y respetuosas por la alquimia que conduce a él. Ahora que el mestizaje se ha convertido en moda, (aunque de moda también está su contrario, la defensa rencorosa e inútil de la pureza) bienvenido sea. En todo caso siempre preferiré el mestizaje respetuoso y sabio, el que no entrañe desprecio por ninguna de las partes ni por el resultado final. Mestizaje conducido por el esfuerzo minucioso de músicos como Gema Corredera y Pavel Urquiza o por los que, con fortuna, emulan los moros y cristianos que nos regalaba abuela.Enrique Del Risco
* Desde la página de la Oficina del Historiador de Camaguey, a la caza y reparación de cualquier
desvarío ideológico de sus próceres, se aclara que “Es importante destacar
que esta fecha no era la planificada, que al igual que en otras ocasiones de
nuestra historia, se decidió adelantar el inicio de la insurrección”. “Es
importante destacar” algo así para disimular el hecho que la independencia
cubana (y no sólo la anexión) fue con frecuencia inspirada por los principios
de la norteamericana, llevar todo al plano de la mera coincidencia.
miércoles, 4 de julio de 2012
Cinco años, un mes y cuatro días
Cinco años,
un mes y cuatro días es el tiempo que lleva existiendo este blog. Me prometí
que iba a celebrar el quinto aniversario con un post pero tiempo no es lo que
me sobra. ¿Celebrar qué? Bueno, los 964 302 visitantes, los 2 658 posts pero
sobre todo la persistencia de ustedes y mía de venirnos a encontrarnos en este
punto con la mayor frecuencia posible. Aunque pocos de los lectores actuales lo
conocen no fue esta mi primera incursión virtual. Hace 11 años, a fines del
verano del 2001 inauguré un sitio web, www.enrisco.com
ahora inexistente y diseñado por mi amigo el programador español Josué Calvo a
quien nunca le agradeceré lo suficiente el entusiasmo con que se entregó a la
ingrata tarea de crearle un sitio web a un escritor cubano. Meses después
empezaría a simultanear la actualización del sitio (que contaba con varias
secciones como “humor”, “ensayos”, “artículos”, “narrativa”) con la
colaboración con Encuentro en la Red en la sección de humor junto a mi siempre admirado Ramón Fernández Larrea.
En algún momento se me olvidó pagar el dominio del sitio y hacia mediados de la década
pasada www.enrisco.com desapareció sin dejar huella. No me importó demasiado porque ya
hac’ia tiempo se había asentado mi columna en Encuentro en la Red de la que
extraje el material con que conformé mi libro “El Comandante ya tiene quien leescriba” (Ediciones Universal, 2003). Mantuve dicha columna con más o menos
frecuencia hasta el 31 de mayo del 2007 que fue cuando empecé a publicar en
este blog. Desde entonces he enviado alguno que otro texto a Cubaencuentro o a
Diario de Cuba pero he aprendido a disfrutar de las comodidades que te ofrece
un blog donde seguramente se reciben menos visitantes que en un periódico
digital pero me ofrece la oportunidad de controlar cuándo y cómo aparecen los
textos propios. (Algo se ha especulado sobre las razones del cambio pero
sinceramente no tengo mayores motivos que la comodidad de tener total decisión
sobre la circulación de los textos y de compartir todo lo que se me ocurre sin
que necesariamente se ajuste a una u otra etiqueta).
Todo
esto para agradecerle la constancia en visitar este sitio a los lectores más
leales y la reincidencia a los ocasionales y para recordarles que, como
acostumbro, el verano lo dedico a otros menesteres y no actualizaré el blog con
la frecuencia con que lo hago el resto del año. Que la pasen bien entonces y a
los que viven en este país que tengan un feliz Día de la Independencia. Y como
nunca está de más aquí comparto con ustedes mi párrafo favorito de la declaración que cambió la historia del mundo.
Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que los gobiernos establecidos hace mucho tiempo no se cambien por motivos leves y transitorios; y, de acuerdo con esto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a sufrir, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia mediante la abolición de las formas a las que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, que persigue invariablemente el mismo objetivo, evidencia el designio de someterlos bajo un despotismo absoluto, es el derecho de ellos, es el deber de ellos, derrocar ese gobierno y proveer nuevas salvaguardas para su futura seguridad.
martes, 3 de julio de 2012
Los jimaguas Yu
Acabo de recibir un mensaje desde Cuba del que les copio este fragmento:
Hace muchos años, revisando las pruebas para quienes aspiraban a estudiar periodismo nos tropezamos con respuestas como estas:
Mencione países con costas en el Mar Negro
R/ Angola y Mozambique.
Y los muchachos que aspiraban a ser locutores de la emisora también me sorprendieron adjudicándole a Leonardo Da Vinci una obra llamada "La mulata", también conocida con La Gioconda.
..............
Pero qué tú puedes esperar si en los "objetivos" para la prueba final de sexto grado de historia este junio, que mi sobrino tenía en una lista, aparecían una serie de héroes y sus principales características. De Jesús Menéndez se mencionaba: fue el primer negro que entró en la Casa Blanca antes que Obama. Dime algo?
Post data: un par de comentarios que me llegan por facebook."También quería escribirte para explicarte que hace algunos años participo en el examen de las pruebas de ingreso para entrar a la Universidad y si bien la lista de disparates es infinita, este año hay una que supera cualquier espectativa, qué lástima que no aparezca esta barbaridad en Leve Historia de Cuba. Resulta que a Ignacio Agramonte lo mataron los Jimaguas Yu, especie de ninjas asesinos contratados por España"
Hace muchos años, revisando las pruebas para quienes aspiraban a estudiar periodismo nos tropezamos con respuestas como estas:
Mencione países con costas en el Mar Negro
R/ Angola y Mozambique.
Y los muchachos que aspiraban a ser locutores de la emisora también me sorprendieron adjudicándole a Leonardo Da Vinci una obra llamada "La mulata", también conocida con La Gioconda.
..............
Pero qué tú puedes esperar si en los "objetivos" para la prueba final de sexto grado de historia este junio, que mi sobrino tenía en una lista, aparecían una serie de héroes y sus principales características. De Jesús Menéndez se mencionaba: fue el primer negro que entró en la Casa Blanca antes que Obama. Dime algo?
Arte y política
Holland Cotter, crítico de The New York Times acaba de publicar un artículo titulado "Politics as Performance, an evolving Art" (La política como performance, un arte en evolución) que ilustra en buena medida con el proyecto de la cubana Tania Bruguera Immigrant Movement International que lleva a cabo desde hace año y medio en Corona, Queens. La conclusión del crítico es bastante clara:
Is it art? Tired question, to which nearly half a century of history responds: yes. For sure, it’s art I’ll be following this summer. Both before and after the Chelsea galleries close for vacation, a lot will be happening in community meetings in Corona, as more ideas for election-year actions are sketched out, then firmed up and filled in, like paintings. How often do you get to see art conceived, refined and finished as you look?
viernes, 29 de junio de 2012
Afro Temple
Otro
buen disco de Sabú Martínez es Afro Temple, donde le da nuevo sentido a lo que
se daría en llamar jazz afrocubano. Allí de paso sigue con sus títulos pensados
para tomarles el pelo a los suecos con supuestas palabras africanas. Si otro de
sus discos contiene la pieza Mamabollo en este aparece Meapestaculo.
Abajo: "Hotel Alyssa Soussie, Tunisia"
jueves, 28 de junio de 2012
Antes de la aurora (fragmento)
Quiero a continuación proponerles un fragmento de la novela Antes de la aurora ya anunciada en este blog un par de días atrás que me envía su autor Francisco García González:
— Y vos te salvás que soy un idealista.
Esas fueron las últimas palabras que el Che Guevara le dijera a Bermúdez. Luego lo había enviado junto a otros dos rebeldes caídos en desgracia a trabajar en el sitio donde se construía el nuevo campamento sede de la Comandancia general. El trayecto hasta la zona de La Plata era engorroso y lleno de peligros. Uno de los sancionados sabía el camino. Era un guajiro de la Sierra Maestra que había seguido a la guerrilla cuando pasaba por El Polo Norte, barrio en el que vivía. Ninguno llevaba fusil, aspecto que preocupaba al Che. Una cosa era una sanción por falta de disciplina revolucionaria y otra mandar a inmolarse a combatientes potenciales. He ahí un dilema. Para solucionar la cuestión el comandante mandó a buscar al armero de la columna. El armero era un hombre inspirado, de una fecunda imaginación pirotécnica y balística. Se alegraba muchísimo de que su jefe contara con él en momentos como ese. Casualmente había estado efectuando algunos experimentos con armas primitivas. Pensaba que esta podía ser la ocasión y pasó a explicarle a su jefe en qué consistía su nuevo artilugio.
El comandante Guevara los despidió haciéndoles beber un mate. Gracias a esa determinación era que Bermúdez y sus dos compañeros marchaban por las altas crestas portando sendas cerbatanas. Como tubo de cerbatana servía un tallo de fruta bomba y como proyectiles se utilizaban pedacitos de alambres con plumas de pájaros para la compresión de aire y punta hacia el otro extremo. A primera vista parecía un arma inocua, pero la práctica podía demostrar que no. La cerbatana había sido acogida con pavor por la parasitada dentro del estómago de Bermúdez. Los indios del Amazonas la usaban con efectividad. Bermúdez preguntó dónde quedaba el Amazonas. El Che dijo que era un río que podía tragarse a Cuba y Bermúdez, que ni siquiera aún había visto el Cauto, pensó que el jefe se estaba burlando de él. ¿Podía existir un río más grande que el San Fernando en época de lluvia?
Caminaron cuesta arriba y cuesta abajo. Cuesta abajo. Cuesta arriba. No había más alimento que malangas crudas y plátanos fongos encontrados en algún que otro bohío abandonado e incendiado por el ejército. Beber agua era más difícil, pero ellos habían aprendido cómo hacerlo cuando no había arroyos cerca. El agua se almacenaba en los curujeyes colgados de los árboles. Al tercer día el hambre arreciaba de tal manera que uno de los sancionados propuso comerse una bota como había visto en una película silente. La imposibilidad de hallar fuego los hizo desistir. Se podía comer un zapato, pero no un zapato crudo. Continuaron cuesta arriba y cuesta abajo. ¿Cuánto faltaba?
Al quinto día el guajiro de El Polo Norte confesó que se hallaba extraviado. En vano trataron de encontrar a alguien. Al sexto día ninguno se acordaba de las cerbatanas. A la semana de salir de La Mesa fueron sorprendidos por una patrulla del Ejército mientras dormían. Eran cinco. También andaban perdidos. Bermúdez fue sacado del sueño a fuerza de culatazos. Primero pensó que se trataba de rebeldes, pero no, los guerrilleros no calzaban así, de reglamento. El que parecía el jefe, un cabo, preguntó para qué eran aquellos tallos medios secos de hojas de papaya. Sentados de espaldas uno contra otro los prisioneros permanecieron callados. Uno de los soldados golpeó con la culata el estómago del que había visto la película silente. El guerrillero hizo por vomitar retorciéndose en el suelo. ¿De dónde habían salido aquellos pobres diablos? Nuevo culatazo, esta vez en la espalda de Bermúdez. Ninguno de los tres tenía fuerzas para hablar. ¿Quiénes eran? ¿Para donde iban? ¿Para qué eran los tallos de papaya? El próximo culatazo fue en plena mandíbula del guajiro de El Polo Norte. El cabo se paseó con las manos en la espalda. Volvió a preguntar para dónde iban, quiénes eran y para qué querían los tallos de papaya. Pero esta vez fue distinto. El soldado que propinaba culatazos disparó su revólver 38 en la nuca del que había visto la película silente. De nuevo las preguntas. Iban para La Plata, dijo el guajiro oriundo de la Sierra “¿Dónde cojones quedaba eso?” No lo sabían, estaban perdidos, tan perdidos como ellos. «Mierda», dijo el cabo. ¿Y de dónde venían? El nombre del comandante Guevara puso aún más furiosos a los soldados. Ahora le tocó al guajiro. Los sesos salpicaron a Bermúdez. De esta me voy, pensó. Pero no se iría. También iba a responder lo que los guardias quisieran a cambio de su vida, un guerrillero vivo es más útil que un mártir. No habría testigos. Los tallos de fruta bomba eran cerbatanas. Se las había entregado el mismo Che. Decían que en el Amazona se usaban con éxito entre los indios. El cabo preguntó dónde quedaba el Amazonas. Bermúdez le dijo que era un río que podía tragarse a Cuba. Pero aún tenía gandinga para burlarse de él. Por primera vez es el cabo quien golpea. Una patada precisa en el costado que hace a Bermúdez perder el conocimiento. Fugarse al menos por un instante al inconsciente y no escuchar que uno de los soldados ha dicho que sí, que el Amazonas es un río en el que Cuba cabría seis veces.
Al despertar Bermúdez la discusión estaba en pleno apogeo. Unos decían que sí que el río Amazonas existía y era de ese tamaño. Otros, los del bando del cabo, afirmaban que no, que eso no podía ser, un río más grande que el Cauto era algo sencillamente imposible. El cabo molesto y fuera de sí le propinó una trompada al soldado que había dicho que Bermúdez tenía razón. Luego dio por zanjada la discusión. Ese río era puro invento, eso era lo que el enemigo quería, dividirlos, sembrar la duda por todas partes. El soldado acató la determinación frotándose la mandíbula. El jefe mandó a continuar la marcha no sin antes esconder los cadáveres y despojarlos de sus cerbatanas. Bermúdez caminaba en medio de los soldados llevando las cerbatanas. El cabo quería presentarle a su jefe al prisionero armado con semejantes artefactos. Su jefe sabría que hacer con el caso.
A las tres horas de marcha forzada el jefe ordena hacer una parada. Los hombres sacan provisiones de sus mochilas. A Bermúdez le arde el estómago. Los soldados abren latas, comen, beben de sus cantimploras.
— ¿Quieres comer? —le pregunta el cabo con la boca llena.
Bermúdez calla.
— Cojones, te pregunté si querías comer. ¿No oyes? El cabo se incorpora y camina hasta el prisionero sin cesar de masticar. En la mano tiene un pedazo de butifarra.
— Arriba, cómete las cerbatanas. Que te las comas te digo, cambié de idea.
El cabo saca el revólver. Bermúdez sabe que si no obedece pasará en un abrir y cerrar de ojos a mejor vida. El cabo ha cambiado de planes. Eso es malo. Comienza a masticar el tallo de papaya. Cómo no se le había ocurrido antes. El tallo es difícil de masticar, aún más de tragar.
— ¿Está bueno? ¿Con eso el Che arma y alimenta a sus hombres? —dice el cabo y los soldados ríen.
Después de todo en la guerra se veían cosas simpáticas.
Bermúdez mastica, traga. A escasos metros de la escena, Eutimio Guerra, fantasma endomingado contempla al grupo dándole chupadas a su tabaco. Entre aquellos hombres está el cuerpo del guerrillero Bermúdez.
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