Con gente como el
cardenal Ortega o Silvio Rodríguez el régimen cubano podría llegar en algún
momento a la fase del despotismo ilustrado. Es decir, en vez de un despotismo
que mantiene el control a cabillazo limpio, uno que envuelva las cabillas en
telas para que los golpes no dejen cardenales (ni, puestos a ser discretos,
tampoco trovadores). Las telas que envolverían las cabillas estarían ilustradas
con pinturas de Kcho o de Fabelo, de ahí el adjetivo del despotismo. Para los
que piensen que el cambio no es notable pregúntenle a los que reciben golpes
con cabilla pelá. (El sistema no es perfecto lo sabemos pero que quede claro
que eso no significa renunciar al cabillazo sin adulterar cuando la situación
así lo exija).
Blog personal y casi tan íntimo como una enfermedad venérea pensado también para liberar al pueblo cubano, aunque sea del aburrimiento. Contribuyentes: Enrisco (autor de “Obras encogidas” y “El Comandante ya tiene quien le escriba”), su alter ego, la joven promesa de más de cincuenta años, Enrique Del Risco. Espacio para compartir cosas, mías y ajenas, aunque prefiero que sean ajenas. Quedan invitados a hacer sus contribuciones, y si son en efectivo, pues mejor.
2 comentarios:
No negarás que la cabilla envuelta en tela le pone elegancia al asunto. Podrían estar envueltas en retazos de sotana cardenalicia.
Es, como que den cafe
echo con otra semilla
lo jodio es que la cabilla
siempre duele al que le de
Silvio ya tiene la fe
el Cardenal la tonada
y preparan la colada
para tirar al mercado
el despotismo ilustrado
con barra descafeinada.
El Guajiro de Tibisial
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