Esta
noche fui a ver a Michel Camilo por primera vez. Hace tiempo me lo debía. (En
cuestiones de música soy un acreedor implacable de mí mismo). Empezó suave, con
tonadas conocidas (“The Sidewinder” de Lee Morgan, “A Night in Tunisia” de
Gillespie) como si no fuera el concierto de su vida, apenas un concierto en su
vida. Como si no quisiera impresionar a nadie, apenas acomodarnos a su música,
como quien tiene invitados nuevos en su casa. Luego se fue soltando,
recordándonos que es uno de los grandes congueros vivos, arrollando con el piano,
apabullándonos sin perder el hilo de la conversación, recordándonos que por hábiles
que sean sus dedos están al servicio de ese asunto serio y ligero que es la
música, que con tipos como él ninguna noche es una noche cualquiera.
Blog personal y casi tan íntimo como una enfermedad venérea pensado también para liberar al pueblo cubano, aunque sea del aburrimiento. Contribuyentes: Enrisco (autor de “Obras encogidas” y “El Comandante ya tiene quien le escriba”), su alter ego, la joven promesa de más de cincuenta años, Enrique Del Risco. Espacio para compartir cosas, mías y ajenas, aunque prefiero que sean ajenas. Quedan invitados a hacer sus contribuciones, y si son en efectivo, pues mejor.
martes, 4 de diciembre de 2012
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4 comentarios:
Y en el Blue Note, no? Qué lujo! Yo también le he visto en vivo una vez. Es increíble! Saludos.
si, en el Blue Note. pase por ahi y de casualidad me fije que tocaba esa noche (estaba sustituyendo a alguien que estaba anunciado antes). con la cantidad de veces que he tratado de irlo a ver y por una cosa o por otra habia tenido que cambiar de planes! dejó el piano echando humo.
Enrisco, Lo vi una vez en Cuba en un mano a mano con Chucho, una experiencia inolvidable.
Enrisco, Tuve la oportunidad de verlo una noche en la Habana, un increible mano a mano con Chucho y de veras que es un tipo impresionante.
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