Era 1988 y yo publicaba artículos humorísticos en cuanto espacio me
abría sus puertas. Uno de ellos fue la sección que había empezado a
dirigir el gran Héctor Zumbado en la revista Bohemia. "Zumbado",
"Bohemia". Así sonaba la gloria a los 20 años. Un día quise animar a mi
madre a escribir algo, ella que siempre pudo hacerlo todo y nunca se
atrevía a nada. De puro orgullo. Le propuse que escribiéramos un texto a
dos manos. Un intercambio epistolar entre dos de los incinerados
históricos
más famosos que se me ocurrieron. Yo sería el taíno Hatuey y ella la
francesa Juana de Arco. Y -por única vez en la vida- mi madre aceptó la
propuesta. Cada uno escribió su parte y se la llevé a Zumbado quien
quedó encantado con la idea: madre e hijo publicando un texto juntos.
Solo que mi madre ni muerta quiso aparecer con su nombre así que el
texto apareció firmado por los personajes correspondientes. Hoy Carlos Aguilera,
al publicar un enlace con la colección completa de Bohemia, me devuelve
a ese texto que les dejo con el nombre de sus autores reales: Magda
Arrocha y un servidor.
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Fuente: Bohemia 19 de agosto, 1988, página 96 |
1 comentario:
Ingenioso intercambio epistolar (¿quien lo hereda no lo hurta?) y muy buena la ilustración que lo acompaña. Hay que añadir que es fantástico ese archivo de las Bohemias. Saludos.
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