Un breve discurso que dio Jorge Valls que dio el año pasado en agradecimiento a un homenaje que se le hizo el año pasado en el Club Cubano de Elizabeth. Gracias a Geandy Pavón por haber capturado esa voz y esa fina estampa en uno de sus momentos más dulces y evocadores:
Blog personal y casi tan íntimo como una enfermedad venérea pensado también para liberar al pueblo cubano, aunque sea del aburrimiento. Contribuyentes: Enrisco (autor de “Obras encogidas” y “El Comandante ya tiene quien le escriba”), su alter ego, la joven promesa de más de cincuenta años, Enrique Del Risco. Espacio para compartir cosas, mías y ajenas, aunque prefiero que sean ajenas. Quedan invitados a hacer sus contribuciones, y si son en efectivo, pues mejor.
domingo, 25 de octubre de 2015
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2 comentarios:
Gracias por el video, que resulta tan doloroso como bello, pero aunque él haya perdonado, yo no puedo--y el implacable asco me sabe a venganza. No es por mí, pues yo no tenía edad para entender y sufrir el desastre y el horror, sino por mis padres y otros seres queridos, que pagaron un precio muy alto por culpa de miserables que nunca pidieron perdón, por no hablar de encarar justicia. Se me ocurre que Valls encarnaba una cubanía tan poco común que cubanía no es, lo cual siempre he pensado de Martí, el menos cubano de todos los cubanos. Desgraciadamente, por bello que cante, un ruiseñor no hace primavera, y esa primavera sigue sin llegar.
"Un mazo de claveles"...ese era Jorge Valls. A muchos le cuesta entender un hombre asi. Todo ternura,piedad,comprension,sabiduria,erudicion,humildad y sobretodo amor por el bien de todos. El milagro que fue y es el poeta viene a este mundo para recordarnos que ese es el lado luminoso del corazon, el dios interno. Ay Jorge, si pudieramos clonarte querido, otro gallo cantaria.
Gracias, Enrique del Risco por entender y recordarnolos.
AT
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