Como mismo no se debe exagerar su significado político no se debe minimizar el apretón de manos de Obama reduciéndolo a simple gesto de cortesía. Cualquier gesto público que tome un presidente norteamericano es un símbolo de algo. Quien quiera que ocupe la presidencia norteamericana es un emisor permanente de símbolos políticos, incluso en circunstancias mucho más ligeras. Si hace unas semanas Obama saludaba a una de las figuras más visibles de la disidencia cubana y con ese gesto quiso decir algo es iluso –en las mismas horas en que secuaces de ese al que dio la mano apaleaban en Cuba a quienes intentaban celebrar el día de los derechos humanos- negarle significación a este saludo.
No obstante su interpretación se hace más confusa cuando Obama pasa de este gesto cortés o amistoso –como quiera vérsele- a la puya de decir en el discurso que pronunció a continuación “Hay gobernantes que alaban a Mandela pero no toleran la disidencia”. Pero a política no es –discúlpenme la obviedad- poesía. En política aún los mensajes más oscuros requieren de señales claras. Y en este juego semiótico los regímenes totalitarios llevan ventaja: importa menos qué dijiste o hiciste que tu capacidad para controlar su interpretación. Un ejempo es aquél chiste que atribuye a Napoleón haberle dicho a Fidel Castro (o a su equivalente en el totalitarismo de turno): “si hubiera tenido tu periódico nadie se habría enterado que perdí en Waterloo”.
Otro ejemplo fue el apretón de manos de ayer. Benéfico –o al menos no lesivo- para las relaciones exteriores de la dictadura en los medios oficiales cubanos a los que tiene acceso el cubano de a pie se ha tenido el cuidado de ignorarlo. Nada más inconveniente para mantener el espíritu combativo de la tropa que un apretón de manos con el presidente de la nación enemiga. Sobre todo si es la misma para la cual supuestamente trabajan los que han sido sometidos a golpizas y tratos vejatorios de todo tipo en estos días. Una foto menos en el tan censurado álbum de familia del castrismo no se echará a ver. Para que el gesto de Obama tuviera algún significado positivo –y por positivo entiendo lo contrario a un vago respaldo a la dictadura más antigua de Occidente-, para que Obama tuviera algo de control sobre su significado debería responder a un plan. No obstante me temo que en este caso –como en tantos otros- el presidente de Estado Unidos carezca no de una visión general pero sí de un proyecto concreto.
No obstante su interpretación se hace más confusa cuando Obama pasa de este gesto cortés o amistoso –como quiera vérsele- a la puya de decir en el discurso que pronunció a continuación “Hay gobernantes que alaban a Mandela pero no toleran la disidencia”. Pero a política no es –discúlpenme la obviedad- poesía. En política aún los mensajes más oscuros requieren de señales claras. Y en este juego semiótico los regímenes totalitarios llevan ventaja: importa menos qué dijiste o hiciste que tu capacidad para controlar su interpretación. Un ejempo es aquél chiste que atribuye a Napoleón haberle dicho a Fidel Castro (o a su equivalente en el totalitarismo de turno): “si hubiera tenido tu periódico nadie se habría enterado que perdí en Waterloo”.
Otro ejemplo fue el apretón de manos de ayer. Benéfico –o al menos no lesivo- para las relaciones exteriores de la dictadura en los medios oficiales cubanos a los que tiene acceso el cubano de a pie se ha tenido el cuidado de ignorarlo. Nada más inconveniente para mantener el espíritu combativo de la tropa que un apretón de manos con el presidente de la nación enemiga. Sobre todo si es la misma para la cual supuestamente trabajan los que han sido sometidos a golpizas y tratos vejatorios de todo tipo en estos días. Una foto menos en el tan censurado álbum de familia del castrismo no se echará a ver. Para que el gesto de Obama tuviera algún significado positivo –y por positivo entiendo lo contrario a un vago respaldo a la dictadura más antigua de Occidente-, para que Obama tuviera algo de control sobre su significado debería responder a un plan. No obstante me temo que en este caso –como en tantos otros- el presidente de Estado Unidos carezca no de una visión general pero sí de un proyecto concreto.
5 comentarios:
Hay que considerar en dónde y bajo qué circunstancias sucede el saludo. ¿Y quién estaba al lado de Raúl? Dilma Rousseff, la "espiada", quien en protesta suspendió una visita protocolar a EE.UU. y en Sudáfrica abrazó a Obama. ¿Quién entiende a los políticos? Leí en la prensa que las ovaciones más estruendosas en Sudáfrica se las llevaron Obama y Robert Mugabe. ¿Quién entiende a la gente? Saludos.
¿Se divorcia Obama y se casa con la danesa? Aquel chiste que a todo negro que le ponen a una rubia al lado se desquicia es solo chiste. Algo nos pasa a los cubanos que queremos ver algo secreto, conspirativo, complicar lo complicado y hacerlo super enrevesado.
Recuerden que "la política hace de extraños compañeros de cama". Nadie sabe por debajo del tapete las negociaciones o las conversaciones que hay, como las hubo con Carter y con Clinton. De esas nos vinimos a enterar mucho tiempo después.
Tiene todo sentido que Obama saludara cordialmente al Castro de turno. Si se venera a Mandela, que tanta lengua se dió con el castrismo por tanto tiempo, no se puede tratar de apestado a Castro II (aunque es muy posible que sea solamente medio hermano de Fidel y que no sea Castro biológicamente).
El tan trajinado saludo me molesta mucho menos que se endiose a Mandela a pesar de su enorme hipocresía, no solamente con respecto a Cuba sino a bastantes otras dictaduras monstruosas e impresentables.
Tambien es interesante el body language de Raul, con manitas sobre el pecho y dicen que hablo en ingles: Mister president, i am Raul Castro. Me Raul you Barry. Es asi como se saludan los mandatarios, con nombre y apellido? Detecto un complejillo de inferioridad y falta total de etiqueta y diplomacia. Yo estuve mas interesada que en el momento que Obama se detuvo frente a Raul, en realidad no habia forma de evitarlo, dos guardaespaldas dieron un par de pasos alante y se relajaron cuando notaron que era un estrechon de manos. Que creyeron, que Obama iba a entrarle a bofetones a Raul ? Eso si hubiera sido mas interesante que la macarena del interprete falso y el tonto selfie con Cameron y el Danish pie.
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