martes, 2 de agosto de 2011

Turismo y cubanidad

Buscando cualquier otra cosa me encuentro con este comentario de una huésped al parecer asidua de los hoteles cubanos en la página web de uno de ellos en el que da una descripción bastante vívida de cómo se manifiesta la idiosincracia cubana actual en el sector del turismo para extranjeros. Y al parecer puede resultar hasta simpático siempre que uno demuestre la suficiente capacidad de adaptación durante los días que duren las vacaciones:
¿Problemas? Los de un hotel cubano típico, el personal está constantemente o hablando por teléfono o conversando entre ellos. El hotel carece de una sala comunitaria para el personal del hotel así que ellos están constantemente dando vueltas por todas partes. Los guardias del hotel son hoscos, o más bien directamente groseros. Los botones son una delicia. El personal de limpieza tiende a apagar el aire acondicionado lo que significa tener que esperar 4 horas al regreso hasta que la [temperatura de la] habitación se haga soportable. El restaurante es muy, muy caro, una porción de papas fritas (6 o 7 papitas por plato) le costará $ 3. Cada pequeña cosa adicional le va a costar extra. Aprenda a disfrutar el arroz y los frijoles. La única otra queja es la música incesante, el personal del hotel ama la música así que tendrá que aprender amarla usted también. Consiga una habitación en el lado de la calle si quiere dormir a cualquier hora entre las 8:00 am y las 10: pm de lo contrario los sonidos deliciosos de la piscina estremecerán su cama. ¿Yo volvería? Sí, uno apenas tiene que saber lo que debe evitar: por ejemplo el ruido y el restaurante.

4 comentarios:

Miguel Iturralde dijo...

Hablando de categorías similares, me parece que muchos turistas, principalmente los europeos, soportan servicios y precios en Cuba que serían totalmente inaceptables en cualquier otro destino turístico. Pero es que el cubano es tan simpático y se pasa tan bien que... Saludos.

BARBARITO dijo...

Buena descripción. :-)

Anónimo dijo...

el personal de los hoteles y restaurantes de Cuba es por lo general hosco hasta rozar lo grosero. debe haber una explicación sociopolítica para este fenómeno tan chocante. sabemos que "el cliente tiene siempre la razón" es una falacia capitalista, pero ¡Coño! entrar a una tienda-restaurante-hotel y encontrar ante ti semejantes caras de tranca es insoportable. Por otra parte, el hastío de esa gente es absolutamente comprensible.
Un saludo, Enrisco!

Güicho dijo...

Es que los botones le entran tan bien en el ojal que ella soporta todo lo demás.