jueves, 17 de diciembre de 2009

El muro de Karina

Hace unos días, pocos, hablaba sobre la contracultura en Cuba. ¿O quizás sería mejor hablar simplemente de cultura de resistencia? El caso es que apuntaba que la actual, al contrario de la que se prodigó a finales de los ochenta ha logrado crear espacios propios en lugar de reciclar aquellos creados por el estado. Pues ese mismo estado se está encargando de rectificarme. Con unos pocos días de diferencia expulsó de su local al proyecto cultural OMNI Zona Franca de Alamar (aunque en su caso sí se trataba de una casa de cultura estatal) y le ha embargado el patio a Karina Gálvez, ex integrante del consejo editorial de la revista Vitral (disuelta por cortesía del cardenal Ortega, no diré con quién la tuvo) y miembro del portal Convivencia. Como lo leen, le han confiscado el patio. En el blog de Yoani aparecen las imágenes de cómo le iban tapiando las puertas que daban al patio con planchas de metal. Como en Casa Tomada, el cuento de Cortázar pero con tipos silenciosos con taladros en lugar de la presencia fantasmal indefinida que se iba apropiando de la casa de los hermanos de cuento. Hoy no pueden entrar al patio. Mañana quizás le toque a la cocina. Como para asegurarnos que mientras ellos estén en el poder no nos hagamos ilusiones: la libertad, ni en el patio. La coincidencia con “Casa Tomada” no es casual. Siempre he tenido la sospecha de que el cuento del argentino en su origen fue una alegoría de cómo el peronismo se iba apropiando no sólo de los espacios públicos de la sociedad sin también de los privados. Y de la ilusion de la gente de que ignorando el avance del poder, haciéndose la desentendida, iba a conjurar el peligro. Algo habrá que hacer para que caiga el muro de Karina. O al menos para que no siga creciendo.

5 comentarios:

raúlciro (...en el pueblo de maravillas) dijo...

Hermano, últimamente tengo la sensación de que llego tarde a todos los sitios, aun siendo consciente de haber pasado por allí antes…, es raro sí… Bueno sintetizando, hace un rato he vuelto a ver “Alicia en el pueblo de maravillas”, siento no haber conocido nunca antes a esa flaquita maravillosa… Eh…, antes…, decía, que gracias al sitio, foro, “Basta de Opresión”, pude leer también unas opiniones, anécdotas de Eduardo del Llano Rodríguez, relativas, extraídas de alguna publicación de Casa de las Américas, Cuba. Y, broer, en los primeros segundos de película, cuando ella corre pidiendo socorro, auxilio…, hasta la caída del puente del “azufre… y la capa”, me quedé fundido, bloqueado; recordé que entonces por esa fecha antes del estreno en la Habana después del premio…internacional, fui a una reunión del CDR del barrio donde se “instaba al personal, entre otras prioridades, a ir a ver la película”. Aquella noche no daba crédito a lo que estaba escuchando y por suerte mi madre, agarrándome cariñosamente la mano, una de ellas, me puso casi un “cable a tierra”, creo recordar…
Qué mérito, hermano, qué buena película, qué en talla estaban, digan lo que digan, por lo menos a mí eso me lo... parece. De todos modos, el muro o la tapia seguirán ahí en nuestras mentes, siempre habrá alguien que pueda practicar derribándolos desde sí, y sentirse como yo hoy, un iniciado…, y no la “pendeja” de aquella ve..."reveladora".
Ni dos, ni tres, me he quedado vacío, pues no tengo deseos…
Chócala, "...de la vaquita", claro, de quién sino va a ser.

Anónimo dijo...

Muy buena esta entrada. Saludos, Cires

J.Campos dijo...

No,
y lo "lindo" del caso es como aparecen enseguida todo tipo de materiales, herramientas y personal a pie de obra para todas estas "tareas priorizadas".

...Lo "lindo" del caso es cómo "confiscar " un patio -ése y ninguno de los otros 100 mil patios cubanos- es más importante que todos los techos que se llevaron los dos últimos huracanes.

Los relatos de Maurice Sparks dijo...

Los invito a leer mi último relato. Gracias, Enrisco.

http://losrelatosdemauricesparks.blogspot.com/2009/12/jennifer-la-secretaria.html

Anónimo dijo...

El material que sale en Youtube es digno de formar parte de la película El fascismo corriente.
Lo que más desprecio no es la represión sino el mal gusto conque la ejercen. Aunque siempre queda el consuelo de que las hay peores, como la de Chávez y su seguidora Lina Ron.
A estas alturas no me sorprendería de que un día a Yoanni o a esta misma muchacha les clausuren la casa con ellos y su familia dentro.