martes, 2 de agosto de 2011

Actualización

Ayer Raúl Castro, presidente cubano por causas intestinales, nos iluminó con la repetida promesa de “actualizar la política migratoria” con el argumento de que “hoy los emigrados cubanos en su aplastante mayoría lo son por razones económicas”. Me dirijo entonces a la inmensa mayoría para que me respondan estas preguntas: Si son inmigrantes económicos ¿Por qué han permitido hasta ahora que los traten como desterrados a los que no se les permiten volver a residir en su país o invertir con las garantías que existen en el resto del mundo? Independientemente de cuál fuera la causa que los hizo salir del país ¿por qué no asumen el derecho a regresar a su país precisamente como un derecho y no como una limosna que se da en premio al buen comportamiento?

(Para la inmensa minoría que se cree exiliada no hay nada nuevo. Ni para los médicos. El siguiente párrafo lo explica todo):
Como es lógico, la flexibilización de la política migratoria tendrá en cuenta el derecho del Estado revolucionario de defenderse de los planes injerencistas y subversivos del gobierno norteamericano y sus aliados y al propio tiempo, se incluirán contramedidas razonables para preservar el capital humano creado por la Revolución frente al robo de talentos que aplican los poderosos.

3 comentarios:

Veronica Cervera dijo...

Aplausos para ti, Enrique.

Cero Circunloquios blog de Ley y Niurki dijo...

Aplausos sin duda.

Niurka

Anónimo dijo...

"¿por qué no asumen el derecho a regresar a su país precisamente como un derecho y no como una limosna que se da en premio al buen comportamiento?"

Yo creo que entre esa mayoría emigrada hay mas de una respuesta. Quizás la mas común sea "para no meterse en líos". En cuanto al buen comportamiento, la mayoría no tiene que hacer un gran esfuerzo. Somos gente común y muchos probablemente susceptibles a lo razonable que hay en los argumentos de ambas orillas.
Habría que preguntarse si alguna vez esta política tuvo sentido. Y eso pasa por preguntarse otro montón de cosas en la que uno de los bandos disfrutara la ventaja del aparente desgaste del otro.
También es cierto que el gobierno ha de recibir presión para cambiar lo cambiable. Me es cómodo pensar que con frecuencia no calibra bien y restringe más de lo necesario. Pero eso es probablemente solo una fantasía de uno de esos tantos emigrados económicos. La mejor respuesta seguirá siendo: "no es fácil".

Omar