miércoles, 18 de junio de 2014

Chile 2, España, el ticket de regreso


Ha llegado el momento –temido por muchos luego de la que pasará a la historia como el Desastre de Bahía o el holandazo- en que millones de súbditos futbolísticos de España nacionalizados en los últimos cuatro años empiecen a recordar cuanto indígena asado a la parrilla o picoteado o prócer estrujado en el garrote vil al referirse a la derrota española a manos de la selección de Chile cantándole aquello de “acuérdate de Ayacucho María Bonita, María del alma”. Volubles que somos en Latinoamérica dirán con razón.
Pero si de fútbol se trata digamos que la Roja del lado de allá la tenía difícil. No se trataba sólo de recuperarse del batacazo holandés sino de golear a la Roja del lado de acá que tan buenas impresiones había dejado en su primer partido. La dificultad se agrandó una vez que el árbitro diera inicio al partido pues si los jugadores que representan a las diversas comunidades autónomas de la Madre Patria andaban por el terreno como si siguieran preguntándose qué habían hecho mal en el partido anterior los chilenos venían dispuestos a superarse a sí mismos.

Si a eso se añade que entre Del Bosque y su bigote mustio decidieron persistir con el delantero que había demostrado su perfecta inutilidad en el juego anterior y no con Villa, su goleador talismán en Sudáfrica no era difícil presentir lo que pasaría: mientras los chilenos anotaban dos goles los próximos súbditos de Felipe VI no conseguían de ninguna manera que la pelota entrara entre los tres palos. Era como si la pelota fuera más grande que la portería o como si hubiesen colgado la malla por la parte de alante. Fuera eso o un campo magnético invisible pero poderosísimo el caso es que como diría algún cronista de Indias “Cosa era de maravilla verlos golpear la pelota con los pieses sin que ella consiguiera penetrar en la urdimbre de redes a la que esta estaba destinada. Pareciera que si sus rivales hubieran entrado en entendimientos con el maligno para que ocurriere tan extraño fenómeno ”.


Y no es difícil imaginarse lo que ocurrirá en las próximas horas: millones de almas abarrotarán los consulados argentinos de todo el continente para nacionalizarse a la carrera mientras cambian en sus altares las imágenes de San Iniesta por las del mismísimo Messías.    

4 comentarios:

  1. Del Bosque debiese sacar un tiempito y llevarse a sus jugadores a un candomblé para un despojo y ponerle un resguardo a cada uno de ellos. Me parece que los autralianos no se van a quedar dáos y van a buscar desquitarse con alguien antes de regresar a casa. Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Bueno Enrisco como bien tu escribiste, siempre les quedara Madrid. Pero jugando como lo hicieron no se merecen ganar. Los chilenos mostraron una defensa fuerte y una voluntad de ganar muy grande. Los españoles estaban desordenados y se morían en el medio campo. Así no se puede ganar.

    ResponderEliminar
  3. El mejor comentario hasta ahora, ya sabes que soy fan de las crónivas de Indias.

    ResponderEliminar
  4. ¡Ah! :-( Señal de que el Barça (...no se sabe por que desacuerdo de sus jugadores) estaba flojo).
    Aún guardo el grato recuerdo de la vez anterior en que el Barcelona ganó el mundial de futbol.
    En fin... otro año será (...o no).
    [Per-versiones de un culé].

    Saludos.

    ResponderEliminar