De la visita de Gorki Águila el año pasado a Miami a la de Los Aldeanos noto una diferencia esencial: mientras el líder de Porno para Ricardo reconocía a cada paso que tenía miedo los raperos de Nuevo Vedado insisten en su virginal ausencia de temor. Y es extraño porque cuando uno se enfrenta a un sistema sostenido por cientos de miles de defensores a sueldo fijo y otros tantos que lo hacen por puro placer no hay nada más zoológicamente natural que sentir miedo. Ya sabemos que Al2 hace hierros pero no es suficiente. No sentir temor en un enfrentamiento tan desigual solo puede producirse en caso de una total desconexión con la realidad y ese no parece ser el caso de los habitantes más conocidos de la aldea. Aunque menos dispuestos a reconocerlo que Gorki es bastante obvio que Los Aldeanos tienen miedo. Lo han manifestado con esa particular variante del miedo que es la guapería –contra los medios mayameses en este caso. Ni siquiera la habitual zafiedad y falta de tacto de los medios de la capital del turismo a Cuba alcanzan para justificar un comportamiento tan agresivo.
Los Aldeanos parecen ignorar un principio básico de la justicia (y de la física): mantener el equilibrio entre partes desiguales no te hace justo sino todo lo contrario. Pero como en ciertos controles antidoping el miedo en Los Aldeanos se detecta menos por la sustancia en sí que por otras asociadas con esta. El miedo se descubre en su discurso en la presencia insistente del vocablo “revolución”, ese en el que han creído encontrar el antídoto perfecto. Y es que “revolución” es el más conocido sobrenombre del monstruo al que se enfrentan. Pelear contra él y declararse al mismo tiempo como sus verdaderos seguidores es la fórmula mágica que han encontrado para mantenerse en pie donde otros han corrido. Mágica pero demasiado engañosa: lo que al principio parecía una batalla termina siendo un juego, deporte más o menos rentable, baile sin mucho sentido. Mucho más sencilla es esta otra variante: empezar por reconocer que se tiene miedo. Pero justo ahí empieza la parte más difícil.
P.D. Penúltimos Días averigua sobre el caso. Cree descubrir que todo se reduce a un asunto de dinero pero sospecho que sea más complicado.
Los Aldeanos parecen ignorar un principio básico de la justicia (y de la física): mantener el equilibrio entre partes desiguales no te hace justo sino todo lo contrario. Pero como en ciertos controles antidoping el miedo en Los Aldeanos se detecta menos por la sustancia en sí que por otras asociadas con esta. El miedo se descubre en su discurso en la presencia insistente del vocablo “revolución”, ese en el que han creído encontrar el antídoto perfecto. Y es que “revolución” es el más conocido sobrenombre del monstruo al que se enfrentan. Pelear contra él y declararse al mismo tiempo como sus verdaderos seguidores es la fórmula mágica que han encontrado para mantenerse en pie donde otros han corrido. Mágica pero demasiado engañosa: lo que al principio parecía una batalla termina siendo un juego, deporte más o menos rentable, baile sin mucho sentido. Mucho más sencilla es esta otra variante: empezar por reconocer que se tiene miedo. Pero justo ahí empieza la parte más difícil.
P.D. Penúltimos Días averigua sobre el caso. Cree descubrir que todo se reduce a un asunto de dinero pero sospecho que sea más complicado.
He estado indagando. Al final, la historia se reduce a un asunto de dinero. Lo cual no tiene nada de malo, pero sirve de hilo conductor. Los Aldeanos venía a Miami traídos, primero, por FUNDarte, que a última hora cancela la gira “por desacuerdos con sus representantes en esta ciudad”. Alejandro Moya y Gisela Hidalgo se promueven como representantes de los raperos, con el crédito de un documental. Quieren algo de dinero, un patrocinador implicado, pero el 22, que los lleva a un programa de Maria Elvira como promoción, no acaba de verlo claro. Así que Moya e Hidalgo se van al 41, que sí se enrola en el proyecto. Les ofrece alojamiento, patrocinio, dietas, dinero por la exclusiva y todo lo demás. Como es lógico, espera cierta exclusividad, pero ese cabo no queda bien atado: parece que cuando el 41 le pregunta a Moya por qué Los Aldeanos se han convertido de pronto en la gran baza de la competencia, éste se queda sin respuesta. Al final, su papel quedó reducido a la condición de socio intermediario, y lo hicieron quedar mal. Romay se enfurece con la competencia, la acusa de “ladrona” y trata de arreglar la situación. Pero sin éxito porque ya el empresario Hugo Cancio (buen amigo del vice del 22, Miguel Ferro) ha intervenido para sacar su propia tajada —más ideológica que monetaria. El verdadero representante es él, Los Aldeanos y Silvito el Libre venían con un programa suyo y Moya no pintaba nada. Y para demostrarlo, pone plata sobre la mesa. Es un resumen rápido, pero ajustado a la verdad.
"Guapería" no... sindrome de Estocolmo.
ResponderEliminarA lo mejor son "Hurt lockers". Y sigo riéndome con el "zoologicamente natural".
ResponderEliminarHug
CRA
Yo quería escribir sobre esto. Y tú me lo has quitado de la boca.
ResponderEliminarLa diferencia entre lo que has escrito y lo que no escribí es que has dicho lo justo y lo preciso en dos párrafos y temo —verbo del día— que a mí se me habría enredado la pita.
Un abrazo,
A
Bionico, me vas a dejar sin oficio...ponte pa esta...! Alguien tiene que decirle a los aldeanos que estan pa taller...
ResponderEliminarHay que ser muy valiente para reconocer que se tiene miedo. Pero lo mas triste es que se les nota que tienen mas miedo a perder su oportunidad de seguir viajando y ganado "fulas", que a ir a parar a una carcel cubana.
ResponderEliminarLos Aldeanos y tantos otros forman parte de, al menos, dos o tres generaciones de cubanos que han perdido escrúpulos y valores humanos, y por tal de viajar (léase escapar), tener acceso a la pacotilla y hacer lo que les complace y los alimenta, son capaces hasta de escupir a su madre delante de una visita, como decía mi primo.
ResponderEliminarGracias Enrisco, por este post. Muy bueno. Un saludo desde Paris
ResponderEliminarArmando VALDES-ZAMORA
Inesita, he conocido mucha gente de las nuevas generaciones y te puedo decir que hay de todo y entre ellos gente muy honrada y honesta. la jugada del gobierno es incentivar la separacion entre esas nuevas generaciones y el exilio y hay que reconocer que en estos dias les esta saliendo bien. hay que ser muy cuidadosos con ese tema.
ResponderEliminararmando: muy bueno saber de ti. muy buenos recuerdos tengo de nuestro encuentro en Cadiz. saludos, enrique. (puedes escribirme a enrisco@aol.com)
¡Eres la bestia, Tigre! Dos zarpazos y las entrañas de la presa quedan al descubierto.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=-M3THoHzzAw
ResponderEliminarcandido fabre en el programa de Otero en Miami
El miedo esta entre lo que dicen sus letras y su discurso cuando hablan, a eso le llamo decepcion, nunca antes habia sentido esta palabra como mia hasta ahora que los oi hablar, que te puedo decir? solo porque estamos en la Era de la diversidad pudiera perdonar tal decepcion, pero evidentemente con se discurso que sigan viajando a Europa, ya sus letras restan, y del invitado "el libre": solo me queda darle una cancion y hacer un discurso, nada, fatalidad, una mas. Gracias por este articulo Enrisco, no pongo mi nombre porque sali de Cuba hace dos anos y quiero volver a ver a mi papa, a mi mama y a mi abuela, miedo?.Si, hay otros grupos otra gente clara trasparente y honrrada no es un problema generacional, es simplemente eso, la diversidad, pero esta gente salio de mi repertorio, te sigo Enrisco gracias de nuevo.
ResponderEliminarcreeme, no hay nada mas complicado que el dinero.
ResponderEliminarEnrisco,no se puede explicar mejor de lo que tú lo has hecho...he vivido cosas parecidas,y sé...
ResponderEliminarUn abrazo muy grande
Boris
Los aldeanos no son los unicos. http://vimeo.com/16759963
ResponderEliminaresta ha sido una inteligente maniobra de los chivatones cubanos de raul. Estos raperos nunca debieron de viajar a Miami. Ellos nunca se han declarado inocentes. Ahora son carne de tiñosas. Serán devorados entre los intolerantes del exilio, los chivatones alli presentes y los chivatones de la isla de raulita.
Valiente tarea la de desprestigiar a un importante movimiento cultural en la Cuba de hoy.
entre nosotros (los cubanos) no hay medias tintas y cuando escribia esas lineas me temia que se iban a tomar como un ataque contra Los Aldeanos aunque estaba muy lejos de mi intencion. hablo de lo muy humano que es tener miedo en esas circunstancias y la importancia de asumirlo. de la facil tentacion de desfogarte con quien no puede hacerte daño, de que la prosa (de las entrevistas)desmienta una y otra vez al verso. y lo hago con la esperanza no muy secreta de que se den cuenta lo mas pronto posible de lo que esta pasando a su alrededor.
ResponderEliminarah no, papa..ahora no te heches para tras...esta clarisisisimo que estas diciendo que los aldeanos son unos carepapa...quer se hacen los duro pero que estan con miedo y que por eso se hacen los del centro, ni para miami ni para castro...
ResponderEliminarno me desdigo. si hubiera querido decir que son unos caraepapas que se hacen los duros pero estan con miedo habria dicho que son unos caraepapas que se hacen los duros pero estan con miedo. entiendo que la circunstancia sea nueva para ellos y esten asustados y encima no comprendan bien lo que les esta pasando. y no me es ajena la reaccion porque temo que en circunstancias parecidas (en cuanto a inexperiencia y presion) yo habria reaccionado en forma similar. lo terrible -por irremediable- es cuando una reaccion asi se convierte en habito y justo es hacia eso que los intentaba prevenir.
ResponderEliminarhttp://www.tvcubana.tv/index.php?page=videos§ion=view&vid_id=5345509
ResponderEliminarbueno, ok, no es contra los aldeanos, pero habran mas aldeanos?, entonces que no salga mas ninguno si del chip del miedo se trata, comprensible? para mi fueron comprensibles e incomprensibles sus letras, claro tienes su merito-letras, pero al parecer quedaron en e limite, todo lo tiene, gracias por el articulo una vez mas
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