Cantares del subdesarrollo

Entre los Grammys latinos de este año hay uno que me complace especialmente. Se trata del disco “Cantares del subdesarrollo” del panameño Rubén Blades (del que ya puse aquí el guaguancó “Segunda mitad del noveno”) que grabó en el garage de su casa tocando él mismo casi todos los instrumentos. Lo sorprendente es que ganara nada menos que la categoría de “cantautores”, Grammy para el que ya Silvio Rodríguez estaba haciendo espacio en sus repisas. Hay algo de poético en este premio, sobre todo si se piensa que Silvio nunca podrá devolverle la intrusión al panameño y ganar un Grammy por mejor álbum de música bailable. Al menos no en esta encarnación. Last but not least está la dedicatoria que hace Rubén Blades en este disco:

Musicalmente, dedico este álbum a Cuba, por sus aportes originales al desarrollo de la propuesta musical urbana mundial y por el valor del noble pueblo cubano que ha sobrevivido al bloqueo imperialista y a la dictadura marxista sin perder su esencia solidaria, humor, amor y esperanza.

Abajo “El tartamudo” y más abajo “Símbolo”, al estilo de los viejos himnos del salsero y con un tres muy bien puesto:




Símbolo