Uno de los grandes misterios del último medio siglo de historia cubana es el “caso Marquitos”. Marcos Rodríguez, miembro del Partido Socialista Popular fue enjuiciado en marzo de 1964 acusado de delatar a los llamados mártires de Humboldt 7, dirigentes del Directorio Revolucionario asesinados en La Habana el 20 de abril de 1957 por las fuerzas del coronel de la policía batistiana Esteban Ventura. Misterio aunque la inmensa mayoría de los cubanos siempre ha considerado a Marquitos (un diminutivo que siempre lo persiguió con saña) culpable de la delación.
(Hay dos salvedades notorias: la de un fundador del Directorio y amigo del acusado conocedor de las circunstancias que rodearon al crimen y del propio Ventura. Ambos apuntaban en otra dirección: según ellos el responsable de la delación sería su beneficiario directo, Faure Chomón Mediavilla que a partir de la masacre se convertiría en el jefe máximo del Directorio. En el caso de Ventura afirmaría que Chomón fue quien personalmente acudió a delatar a sus compañeros, afirmación hecha en sus memorias publicadas en enero de 1961 y luego reiteradas en diversas entrevistas.)
La duda que alimenta el misterio no se centraría en la culpabilidad o no de Marcos Rodríguez sino en sus motivaciones: el dilema está en aceptar la versión oficial de que actuó por propia convicción o si la delación fue ordenada por la directiva del Partido Socialista Popular (comunista). Un misterio que resultaría una versión cubana de las teorías que rodean al asesinato de Kennedy: fue obra de un francotirador (Lee Harvey Oswald) o de una conspiración. El equivalente a las conclusiones de la comisión Warren fue, en el caso cubano, el discurso que dio Fidel Castro durante el juicio. Además de expresar su convicción de la absoluta culpabilidad de Marquitos estableció que sus motivaciones no eran políticas sino estrictamente personales, descartando cualquier intervención del Partido Socialista Popular. El único involucrado del PSP en sus conclusiones –las que le valieron una prisión domiciliaria hasta el fin de sus días- fue el dirigente de dicho partido y viceministro de las FAR Joaquín Ordoqui a quien se le acusó públicamente de conocer la culpabilidad de Marquitos y de haberlo protegido a posteriori. Vuelvo a este tema porque más que establecer un veredicto me interesa repasar lo más seguro que tenemos a mano para valorar estos acontecimientos. Me refiero a la cronología ampliada de los hechos. A saber:
-1954. Joaquín Ordoqui sale al exilio del cual no regresará hasta principios de 1959. En dicho lapso residirá en México, Checoslovaquia, Francia y nuevamente desde principios de 1958, México.
-20 de abril de 1957. Son asesinados en Humboldt 7 Fructuoso Rodríguez, Joe Westbrook, Juan Pedro Carbó Serviá y José Machado.
-finales de abril de 1957. Marcos Rodríguez se asila en la embajada de Brasil de donde saldrá hacia Costa Rica residiendo en ese país, Argentina y México hasta el triunfo de la Revolución de 1959. En la capital mexicana coincidirá con Ordoqui y su esposa Edith García Buchaca con los que desarrollará una estrecha amistad.
-Principios de 1959. Marcos Rodríguez regresa a Cuba donde se le investiga por las sospechas que recaían sobre él sobre el caso de Humboldt 7. Es liberado por falta de evidencias. La posibilidad de un careo con los subordinados de Ventura se frustra ante el fusilamiento un tanto apresurado de los principales testigos de la delación.
-mediados de 1959. Rodríguez sale para Checoslovaquia con una beca de estudios conseguida por el miembro del PSP y fundador del ICAIC Alfredo Guevara. En los meses siguientes terminará trabajando como funcionario de la embajada cubana en dicho país.
-Mayo de 1960. Faure Chomón designado embajador de Cuba en la URSS.
-Enero de 1961. Aparecen publicadas las memorias de Esteban Ventura.
-10 de enero de 1961. Es detenido en Praga Marcos Rodríguez bajo confusas acusaciones de espionaje.
-10 de septiembre de 1962. Desde la prisión Marcos Rodríguez envía una carta a Joaquín Ordoqui solitando su intervención en su defensa.
-Octubre de 1962. Crisis de los misiles uno de cuyos resultados más notorios es un distanciamiento temporal en las relaciones Cuba- URSS.
-Diciembre de 1962. A Joaquín Ordoqui le es otorgado el grado de comandante y el puesto de viceministro de las FAR.
-Septiembre de 1963. Copias de la carta de Marcos a Ordoqui son enviadas a algunas de las principales figuras del gobierno. Entre ellas Fidel Castro y Faure Chomón.
-13 de marzo de 1964. Se inicia el juicio contra Marcos Rodríguez.
-23 de marzo de 1964. Ante el escándalo producido en el juicio en el cual
miembros del Directorio aprovecharon la oportunidad para acusar al PSP de cómplices del crimen de Humboldt 7 se inicia la segunda vista del juicio. En esta se intentó controlar los daños que la primera había producido en la imagen pública del PSP. En
dicho juicio todo el vínculo de Marcos al PSP (al que había estado conectado informalmente al menos desde 1954 y como miembro oficial desde 1958) se circunscribe a Joaquín Ordoqui.
-19 de abril de 1964. Marcos Rodríguez es fusilado.
A estas fechas me gustaría añadir un par más. Abril de 1963, fecha en que Fidel Castro viaja por primera vez a la Unión Soviética y enero del año siguiente en que en una vista sorpresiva a Moscú firma importantes acuerdos económicos con el gobierno soviético. Estas fechas y los más de tres años transcurridos entre la detención de Marcos Rodríguez y su enjuiciamiento son indicios suficientes de que en ningún caso el proceso al supuesto delator se trató de aplicación de la justicia. No se usó ese tiempo para acumular pruebas ya que la única evidencia presentada de peso presentada contra Marcos fue su propia confesión obtenida unos cuantos meses después de ser detenido. El resto de las evidencias eran las mismas que se habían presentado contra Marcos Rodríguez en 1959 y no habían servido siquiera para llevarlo a juicio. Parece bastante obvio que la única razón que llevó a procesar a Rodríguez fueron oscuras maquinaciones vinculadas a la lucha por el poder entre las diferentes facciones “revolucionarias” y las entonces cambiantes relaciones con la URSS. Un modus operandis que si se sustituyen los nombres de algunos de los implicados –o de los países privilegiados por el gobierno cubano en sus relaciones exteriores- se ha venido repitiendo en las diferentes purgas cubanas hasta el día de hoy.