Dice Padura que la cifra de muertos cubanos en Angola es "ridículamente baja para 15 años de guerra" y en eso estamos de acuerdo. El problema es que al novelista lo ridículo no le parece inverosímil, algo que comprobará cualquiera que vea sus "Cuatro estaciones en La Habana". Pero de lo que ni él ni siquiera nuestros más combativos antirracistas hablan es de la cifra de muertos angolanos causados por la ocupación cubana. Como si no hubieran existido nunca. Como si no fueran dignos de entrar en ningún cálculo.
Una vez en una entrevista que le hice a Norberto Fuentes -quien insistía en confirmarme la increíble cifra oficial de bajas cubanas- le pregunté por los otros muertos, los causados por los propios cubanos. Entonces cambiando del tono de voz erlajado a uno más circunspecto me dijo: "Esos sí deben ser como un millón aproximadamente".
Una vez en una entrevista que le hice a Norberto Fuentes -quien insistía en confirmarme la increíble cifra oficial de bajas cubanas- le pregunté por los otros muertos, los causados por los propios cubanos. Entonces cambiando del tono de voz erlajado a uno más circunspecto me dijo: "Esos sí deben ser como un millón aproximadamente".
Bueno, seamos justos. Los muertos angolanos cuentan tanto como los muertos cubanos ahogados o devorados por tiburones en el estrecho de la Florida.
ResponderEliminarY no es que importe, pues Padura importancia no tiene, pero ¿qué carajo hace este “literato” hablando de los muertos en Angola? ¿O es que quiere competir con el Silvio?
ResponderEliminarMe resulta tan dificil leer a Norberto Fuentes.. por una parte su testimonio tiene mucho valor, "hay" que leerlo. Por otra parte me cuesta tragarme la admiracion constante a Castro. Que si inteligente, que si gran estratega... hey dude! el hombre es el responsable de la miseria de millones de cubanos, el peor desastre economico y social de America Latina, miles de familias destruidas, lo unico que la falta en su CV es haber provocado una guerra mundial, aunque hay que reconocer que hizo lo que pudo... entonces que inteligente ni que ocho cuartos ?!
ResponderEliminarIndependientemente de su supuesto “valor literario”, Padura es un cerdo colaboracionista de la dictadura.
ResponderEliminarPadura está jugando al marketing duro: mejor que hablen antes del silencio. Sabia que su frase iba a irritar a muchos, pero iba a vender mas. Ojala le aproveche sus ingresos.
ResponderEliminarVamos a ser generosos y darle a Padura el “beneficio de la duda” aunque no lo merezca. Vamos a asumir que tiene suficiente inteligencia para ver y entender lo obvio, sobre todo por lo bien que ya conoce (y disfruta) el mundo fuera de Cuba, y que no cree en la “revolución” ni un carajo la vela.
ResponderEliminarPero, aunque no sea precisamente colaboracionista, claramente es por lo menos oportunista, naturalmente por lo que le conviene, y muy buena lasca que le ha sacado al jueguito (muy cuidadosamente calculado) de ser y no ser al mismo tiempo. Eso, por supuesto, no es respetable, y no ayuda que el tipo tenga una cara que prácticamente grita “camaján.”
No se le pide que se oponga abiertamente al cáncer castrista (o no se lo pido yo), pues mejores escritores que él (como Lezama y Piñera) no lo hicieron, pero eso es una cosa y prostituirse es otra, y en eso no cayeron los escritores mencionados (y bastante caro que les costó tal dignidad). O sea, Padura ha optado por jugar un papel penoso, por no decir despreciable. Hace mucho rato, demasiado, que terminó la etapa “romántica” del asunto, y seguir con el cuento a estas alturas es, como mínimo, indecente.
Y hablando de indecencia, me entero que Padura se ha valido de la figura de José María Heredia para armar uno de sus productos, digo novelas. Qué lo hiciera con Trotsky y su asesino Mercader puede gustar o no, pero no escandaliza--pero Heredia! Nadie ni ligeramente “comprometido” con la Cosa Castro, ni siquiera en apariencia, debe atreverse a tal falta de respeto y de pudor (aunque por supuesto los castristas no paran de hacerlo con Martí). Solamente con eso me basta y sobra para descartar y rechazar al tipo—que no dudo le eche mano a Jesucristo, la Virgen María y hasta el pipisigallo si lo cree rentable.
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