El País trae artículo de Mauricio Vicent, uno de los mas veteranos y persistentes vendedores de los cambios en Cuba que se las arregló para escribir sobre la Bienal (y los supuestos cambios que anuncia) sin mencionar el nombre de Tania Bruguera. Solo así puede llegar a decir:
Una crónica que podría llevar por subtítulo "De cómo un corresponsal quiso convertirse en profeta".
Y es que el corresponsal de El País expresa la línea oficial con mayor claridad hasta que los propios editorialistas del Granma. Si Holland Cotter escribió sobre lo que vio (y así menciona varias veces a Tania Bruguera y dice que en la Bienal todos hablan de politica pero nadie se atreve a pasar de ciertos limites) Vincent escribe sobre lo que (el régimen) quiere que veamos y lo que no. La Bienal "del deshielo", la "del diálogo y del reencuentro" nos dice mientras El Sexto sigue preso y Tania acosada. Frente a esa componenda es que se puede apreciar mejor el gesto heroico de esos dos. Esta, como posiblemente ninguna otra, es una Bienal instrumentada como espectáculo politico. De ahí que hasta Vicent reconozca que poco importan las "calidades artísticas" frente al show que quiere vender una apariencia de apertura y reconciliación.
"más allá de calidades artísticas [la Bienal] pasará a la historia como la Bienal del diálogo y del reencuentro"
Una crónica que podría llevar por subtítulo "De cómo un corresponsal quiso convertirse en profeta".
Y es que el corresponsal de El País expresa la línea oficial con mayor claridad hasta que los propios editorialistas del Granma. Si Holland Cotter escribió sobre lo que vio (y así menciona varias veces a Tania Bruguera y dice que en la Bienal todos hablan de politica pero nadie se atreve a pasar de ciertos limites) Vincent escribe sobre lo que (el régimen) quiere que veamos y lo que no. La Bienal "del deshielo", la "del diálogo y del reencuentro" nos dice mientras El Sexto sigue preso y Tania acosada. Frente a esa componenda es que se puede apreciar mejor el gesto heroico de esos dos. Esta, como posiblemente ninguna otra, es una Bienal instrumentada como espectáculo politico. De ahí que hasta Vicent reconozca que poco importan las "calidades artísticas" frente al show que quiere vender una apariencia de apertura y reconciliación.