El País trae artículo de Mauricio Vicent, uno de los mas veteranos y persistentes vendedores de los cambios en Cuba que se las arregló para escribir sobre la Bienal (y los supuestos cambios que anuncia) sin mencionar el nombre de Tania Bruguera. Solo así puede llegar a decir:
Una crónica que podría llevar por subtítulo "De cómo un corresponsal quiso convertirse en profeta".
Y es que el corresponsal de El País expresa la línea oficial con mayor claridad hasta que los propios editorialistas del Granma. Si Holland Cotter escribió sobre lo que vio (y así menciona varias veces a Tania Bruguera y dice que en la Bienal todos hablan de politica pero nadie se atreve a pasar de ciertos limites) Vincent escribe sobre lo que (el régimen) quiere que veamos y lo que no. La Bienal "del deshielo", la "del diálogo y del reencuentro" nos dice mientras El Sexto sigue preso y Tania acosada. Frente a esa componenda es que se puede apreciar mejor el gesto heroico de esos dos. Esta, como posiblemente ninguna otra, es una Bienal instrumentada como espectáculo politico. De ahí que hasta Vicent reconozca que poco importan las "calidades artísticas" frente al show que quiere vender una apariencia de apertura y reconciliación.
"más allá de calidades artísticas [la Bienal] pasará a la historia como la Bienal del diálogo y del reencuentro"
Una crónica que podría llevar por subtítulo "De cómo un corresponsal quiso convertirse en profeta".
Y es que el corresponsal de El País expresa la línea oficial con mayor claridad hasta que los propios editorialistas del Granma. Si Holland Cotter escribió sobre lo que vio (y así menciona varias veces a Tania Bruguera y dice que en la Bienal todos hablan de politica pero nadie se atreve a pasar de ciertos limites) Vincent escribe sobre lo que (el régimen) quiere que veamos y lo que no. La Bienal "del deshielo", la "del diálogo y del reencuentro" nos dice mientras El Sexto sigue preso y Tania acosada. Frente a esa componenda es que se puede apreciar mejor el gesto heroico de esos dos. Esta, como posiblemente ninguna otra, es una Bienal instrumentada como espectáculo politico. De ahí que hasta Vicent reconozca que poco importan las "calidades artísticas" frente al show que quiere vender una apariencia de apertura y reconciliación.
Gente como Vicent siempre se presta a ayudar de forma directa o indirecta a entes monstruosos como el castrismo. Martí se refirió al problema hace más de un siglo. La miseria humana, como la cucaracha, es algo que nunca falta.
ResponderEliminareste tipo si no hubiese estudiado en el potrero estaría escardando, primero psicología y no dió la talla, periodismo gracias a palancas de su papi.
ResponderEliminarEs inconcebible que si todo fuera igual menos el local, o sea, si se tratara de lo mismo pero en la Sudáfrica del apartheid, por ejemplo, Vicent escribiera (o dejara de escribir) de la misma forma. Eso no es casualidad; eso se llama hipocresía, por no decir hijeputez.
ResponderEliminarlo jodio de gente como Vincent es que no quieren vivir lo que defienden, si ya se que fue corresponsal en la habana por no se que tiempo, pero eso no quiere decir que vivio o vive como los cubanos de a pie, despues que viva asi como ellos entonces que escriba sus articulejos adulando al regimen.
ResponderEliminarBueno, en el arte hace rato que no se trata de "calidades artísticas," que importan bastante poco, si algo. Se trata de otras consideraciones, y una de las principales es la "calidad sociopolítica," que por supuesto tiene que ser "correcta," por no decir ortodoxa. La "vanguardia" ahora es sencillamente una forma de conformismo, por pretencioso que sea (y lo es). El problema de alguien como El Sexto no es que su obra sea buena, mala o indiferente, sino que intenta salirse del guión que sigue gente como Luis Camnitzer, el harto dudoso "amigo" de Tania Bruguera.
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