Ayer asistí a la
presentación de Yoani Sánchez en New York University, un acto apacible, sin
incidentes (apenas un par de personas que alzaron la voz y si se hicieron notar
fue gracias a la atmósfera tranquila en que transcurrió todo). A ello
contribuyó la propia Yoani quien se dedicó a responder cada una de las
preguntas que le hicieron con calma, sin aspavientos y sobre todo con mucha
precisión. Algo así como un “Todo lo que usted quiso saber sobre Cuba y no atrevió
a preguntar. O mejor, “Todo lo que los cubanos pensamos sobre Cuba y la gente
prefiere no escuchar”. Pues sí, ahí estaba Yoani sacándole lo mejor a cada pregunta
tranquila y sencillamente, demostrando que no es necesario hacer alardes
retóricos para explicar una realidad demasiado evidente por sí misma pero sobre
la que han caído toneladas de mentiras, propaganda, exageraciones, falsas
ilusiones.
Todo lo dijo
Yoani sin titubeos, pasos en falso. (Se ve que a lo largo de la gira ha tenido
oportunidad de ir puliendo su discurso, afinándolo, sin que al mismo tiempo
pierda frescura). Cuando alguien preguntó por el momento en que se
había acabado la revolución citó varias fechas que le habían dado en una
encuesta familiar -1968, el año de la Ofensiva Revolucionaria que destruyó los
pequeños negocios en manos privadas; 1989 con el fusilamiento del general
Arnaldo Ochoa; 1980 con los actos de repudio a lo que se iban por el Mariel-
pero que en su caso particular ella había conocido la revolución ya cadáver.
Sobre el nombramiento de Díaz Canel como primer vicepresidente dijo que aunque
hasta ahora se había destacado por la obediencia no se podía saber qué haría
cuando el poder que lo ha llevado hasta ahí ya no exista y que de cualquier
manera si ella fuese Díaz Canel estaría muy preocupada por su destino, dejando
entrever que no le extrañaría que acabase como otras tantas “jóvenes promesas”.
Cuando alguien le habló de la preocupación de una parte de la izquierda
norteamericana porque hubiese una transición al capitalismo respondió que "no
hay capitalismo más salvaje que el que aplican los comunistas" (eso último es textual): un capitalismo le extraen una plusvalía desmesurada a los trabajadores y no les reconocen derecho a huelgas y tienen a los sindicatos totalmente maniatados. (Las preocupaciones primermundistas sobre Cuba son
impresionantes: alguien le preguntó a Yoani si no le preocupaba el impacto
ecológico que podría tener el potencial turismo norteamericano sobre la isla en
caso de que ocurra una transición a lo que ella replicó que el deterioro
ecológico que ya estaba teniendo lugar en la isla era causado por la falta de
medidas y leyes de protección a la naturaleza por parte del gobierno y que no pensaba
que la basura de los norteamericanos fuera más contaminante que la del resto de
los turistas). Otro quiso saber qué pensaba sobre las misiones
médicas a Haití y otros países y Yoani le recordó a la audiencia que esas
misiones se hacen a costa de la situación desesperada de médicos que no tienen
cómo proveer de los medios elementales de subsistencia a sus familias y ven en
esas misiones el medio de conseguir unos dólares para cubrir necesidades básicas.
En mi caso le
pregunté (por escrito, en una de las planillas que repartieron al inicio del
evento) sobre lo que podía hacer la opinión pública norteamericana y en
especial la academia para contribuir a una transición democrática en Cuba Yoani
recordó que siendo la academia responsable en parte de recrear el mito de la Revolución
Cubana tenía no poca responsabilidad en desmontarlo. Abajo un fragmento de esa
respuesta que alguien ha subido ya a youtube:
Conclusión: si
Yoani Sánchez es una embajadora de los cubanos que aunque sometidos a más de 50
años de dictadura no se resignan a vivir sin libertad está haciendo muy bien su
trabajo.
Muy bien Yoani y que los mambises se dediquen a dormir el sueno eterno.
ResponderEliminarLUIS FELIPE ROJAS
ResponderEliminarMuy bien, Enrisco, muy coherente todo, parece que los aires NY estan soplando a favor de la concordia y el buen tino, todos: preguntones t contestones. Bravo por Cuba.
"No hay capitalismo más salvaje que el que aplican los comunistas." Genial por la exactitud. Gracias por el briefing, Enrisco. CAS
ResponderEliminar"No hay capitalismo más salvaje que el que aplican los comunistas." Genial por exactitud. Gracias por el briefing, Enrique. CAS
ResponderEliminarEvoluciona notablemente. De hecho tiene una gran habilidad retórica, y hasta pedagógica frente a los tontorros zurdos.
ResponderEliminarLa pregunta, o tal vez la respuesta, es: acaso la solución del desastre cubano consiste en convencer al mundo-global-izquierdoso de que el Castrismo no es bueno...
Y si es de la seguridad del estado está trabajando muy bien para nosotros.
ResponderEliminarMuy buena pregunta Guicho: siempre me acuerdo del difunto Facundo Cabral cuando decia "El coronel marido de mi abuela decia que a lo que mas le temia en el mundo era a los pendejos (tontos), porque son muchos". definitivamente la solucion al desastre cubano pasa por quitarle -al menos en una parte significativa- el apoyo de la izquierda. la sapingancia mundial es por supuesto inderrotable (tambien lo es la nacional) porque es consustancial al ser humano pero creo que se puede y sobre todo se debe llegar al acuerdo funcional de que aquello no tiene remedio, que nunca lo tuve y que si quieren ilusionarse con algo que la cojan con otra cosa.
ResponderEliminarEl problema es que cuba es parte de la batalla de ideas de la izquierda internacional. Así la revolución cubana está relacionada con la tala de árboles en el amazona y el hambre en África y el matrimonio gay y otros miles de presuntos y/o reales agravios. Es goebbeliano, repitiendo lo mismo por años, es como una maya: puedes tirarte con confianza jamás te darás contra el piso.
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