“The Artist” no es una película que te cambie la vida pero te la mejora al menos los más de 100 minutos que dura la proyección. Sus presupuestos son arriesgados a estas alturas de la vida: una película muda y en blanco y negro para empezar pero no renuncia a la pretensión hollywoodesca de hacer de hacer un cine entretenido, placentero. Sus protagonistas (Jean Dujardin y Berenice Bejo) y su director (Michel Hazanavicius) vienen de otra tradición cinematográfica, la francesa y quizás en ello radica la frescura con que abordan los tópicos de aquel negocio fundacional que se estableció en California hace ya un siglo. (A ese trío le debemos las dos películas de la recomendable serie OSS 117, una parodia exquisita del género de espías con paisajes turísticos de fondo). Y el salto que dan al cine americano con una película inaudible -a excepción casi de su banda sonora- no podía ser más orgánico e inteligente, explotando todas las posibilidades que les ofrecen las limitaciones que se impusieron. Como para recordarnos los tiempos -que nunca existieron- en que el cine era solo eso, ilusión pura.
caballo tremendo embarque que me a dado con esa peicu;a que es un verdadero clavito y que fui con un socio que queria salirse del cine auel, y yp qie le decia esperese qiue ahora msmo van a hab;ar.
ResponderEliminarsandokan
lea de nuevo el texto. si nos encuentra repetidas advertencias de que era una pelicula muda le reembolso la entrada a usted y a su amigo.
ResponderEliminarpues yo que llo vi a usted con tanto entusiasmo que le dije al socio que habia una pelicula de charly chaplin pero moderna y cuando en la pelicula el empiesa a oir sonidos ahi mismo pense que iban a ahablar. mira, que hoy nos vcamos a ver mission inposible para quitarnos el mal sabpr y esa si que tiene sonido!
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