Argentina v.s. Alemania: si pongo el marcador va a parecer un chiste

Dos minutos. Eso fue lo que duró para Argentina el paraíso. Sólo que todavía no sabían que el 0-0 era el marcador más estimulante que iban a tener en todo el juego. Aún en el minuto ochenta con un 0-3 los narradores hablaban del despertar argentino, un despertar que tendrá lugar mañana cuando lean el periódico y comprueben que el 0-4 no fue una pesadilla sino el resultado de entregarle la selección a un ex -cocainómano e idiota en funciones. Ya lo hicimos aquí con Bush Jr. y los resultados podían haberle dado una pista a los argentinos pero nadie escarmienta por idiota ajeno. La marcha triunfal sobre imbatibles potencias futbolísticas como Corea del Sur y México complicó aún más la percepción de la realidad del George W. Bush de los entrenadores de fútbol. Y al primer equipo que enfrentó (lo otro eran banditas de fin de semana) puso a prueba a una defensa que sólo parecería rápida en contraste con una era geológica y un medio en el que Mascherano, talentoso y valiente, andaba más solo que un judío en Navidad o, pongámonos literarios, Martín Fierro en la pampa. Y lo siento por Messi y por Tévez que hicieron todo lo que pudieron. Pero dos hombres no son un equipo, si caso un dúo, y en cuestión de dúos lo más conocido que ha dado Argentina es a Pimpinela, con el que, por cierto, ya cantó Maradona. Los que le pedían a Maradona que dejara de cantar y se dedicara al fútbol deberían rectificar: Pibe, dejá la selección y volvé con los Pimpinela. Una nación entera lo va a agradecer.

P.D: Dice Clarín:

Ganó con toda claridad Alemania. Supo cómo apropiarse del medio, llegó más y mejor y tuvo en Schweinsteiger al dueño de una actuación sobresaliente. ¿Argentina? Voluntad, empuje, desorden táctico. Esta vez no se encendieron los cañones de sus delanteros, esos que le permitían disimular errores y mantener la ilusión. Sin gol y sin estrategia, empecinada su estrella, quedó desnuda. Pasó a semifinales el único de los dos que pareció un equipo. El Mundial es un recuerdo del que habrá que aprender.

En otras palabras. Maradona sigue siendo D10S, esta vez en función de Jesús. D10S Pibe vino a chuparla por todos nosotros pecadores.