Paquito me responde enviándome un trozo de Mi vida saxual, su libro de memorias. Sólo que la narración se interrumpe justo al inicio del concierto para saltar al viaje a Nueva York. Voy a recordárselo. De todas maneras les pongo el fragmento:
Corría ese mismo año '77 cuando apareció inexplicablemente en la bahía de La Habana aquel barco "Daphne" con Dizzy Gillespie, Stan Getz, Earl Hynes y David Amram... Y haciendo una historia larga-corta, de pronto se forma por la tarde un Jam session en el cabaret Caribe del hotel Habana Libre entre los músicos americanos y los cubanos; y por la noche aquel concierto feliz y sorpresivo en el teatro Mella.
En aquellos días tenía lugar en ese mismo hotel, una especie de celebración con unos viejitos que cumplían 50 años de servicio en la industria azucarera, y sabrá Dios a qué cerebro enfermo se le ocurrió "castigar" a estos cientos de viejitos, enviándolos a "dispararse" aquel concierto de Jazz que duraría muchas horas en el Mella, mientras que tantos músicos y fanáticos del género se quedaron fuera. Debe haber sido (y esto es verídico), al mismo que se le ocurriera comprar varias máquinas paleadoras de nieve en Checoslovaquia, porque valían muy baratas.
La seguridad bloqueó el acceso al teatro donde se presentarían los americanos como 2 cuadras antes, y no dejaron pasar a nadie que no estuviera autorizado de arriba, o mostrara su carnet de cañero cincuentenario.
Pero para los afortunados que logramos participar, fue una experiencia hermosa. Ahí alternamos con músicos que conocíamos y admirábamos a través de discos, como Rudy Rutherford, Ron McClure, Billy Hart, Ray Mantilla, John Ore, Mickey Rocker, Ben Brown, Joan Brakene y Rodney Jones. Con muchos de ellos, como por ejemplo el periodista Arnold Jay Smith, establecí muy buenas relaciones que se han prolongado a través de todos estos años, y otros, como Amram y Dizzy se convirtieron en amigos entrañables de mi familia.
Por la parte cubana fueron Los Papines y el Irakere, y al final del show, ya bien de madrugada tocamos todos juntos una composición de David Amram titulada "En memoria de Chano Pozo".
De alguna forma, Dave logró conseguir copia de esa grabación y sacó un disco que llamó Havana-New York , y de ahí saqué yo el nombre para mi propio grupo.
En el set de Stan Getz, yo subí al balcony, y me senté al lado de un guajiro viejo que exclamaba en voz baja: -"¡ Ay coño, cuando se acabará todo esto!".... y a su lado, otro roncaba como acompañando el Solo de contrabajo Ron McClure, con el sombrero de guano sobre la cara. Era una escena Kafkiana, pa'una película de Buñuel o de Felini... "¡Esto es Cuba, Chaguito!".
A su regreso a USA., fueron Stan Getz , Dizzy y Arnold J. quienes primero le hablaron a Bruce Lundval, presidente de CBS. Records sobre "Un grupo cubano fenomenal llamado Irakere". Esto resultó en un contrato discográfico para el grupo, que grabó dos discos con ellos, una propuesta de Lundval para grabarme como solista, y que no fue acogida con demasiado entusiasmo por los dirigentes "culturosos", y el gigantesco proyecto "Havana-Jam" que tuvo lugar los días 3,4 y 5 de Marzo de 1979 en el teatro "Karl Marx" de Miramar, donde los gringos trajeron una verdadera constelación de estrellas de Jazz y Pop, como: Hubert Laws, Dexter Gordon, Hector Lavoe, Weather Report, Jaco Pastorious, Tony Williams, Ruben Blades, Jimmy y Percy Heath, Willy Bobo, Kris Kristofferson, Roberto Roena, Woody Shaw, Rita Coolidge, Bobby Hutcherson, Stephen Stills y Fania all stars.
Y por los cubiches, Tata Güines, Guillermo Barreto, la orquesta Aragón, Changuito, Irakere y la cantante política Sara González–que nadie sabía qué coño pintaba en todo aquello– cantándole a Ho Chi Minh.
-"Si nos mandan bombas, con bombas responderemos; si nos mandan música, pues música les daremos"..... - abrió el espectáculo–ya desafinando desde un principio–, el anacrónico y "curdonáutico" ministro de la Kultura Armando Hart.
Pocos minutos después, se abría lentamente el enorme telón de boca del teatro, y de una nube de humo blanco salía el sonido inconfundible del Fenderbass del gran Jaco Pastorious, como credencial de presentación del grupo Weather Report. Detrás, la descomunal pantalla de proyecciones que simulaba el azul infinito con sus millones de estrellas brillando, sería el marco perfecto para aquella música que, a muchos de los espectadores, les sonaba como de otro planeta.
Con CBS. vinimos a New York, lo que me dió la oportunidad de reunirme mas libremente con mi familia, a los que había visto a escondidas el año anterior en Montreal. Ahora nos presentábamos medio clandestinamente, sin ninguna publicidad, al final de un concierto de McCoy Tyner y Bill Evans en Carnegie Hall. y allí me encontré con Mario Bauza, al que no veía desde 1960 y con Bebo Valdés, el padre de Chucho, que vino al concierto con mis padres.
Al final de nuestra presentación hubo, con mucha oposición del esbirro que nos pusieron pa' vigilarnos, una descarga con Dizzy, Maynard Ferguson, Stan Getz y David Amran, que se aparecieron por allí a darnos la bienvenida. Volver a la ciudad de mis sueños era para mi algo sublime, y como estábamos en medio del festival de Jazz de Newport, que ese año se celebraba por vez primera en New York, conseguimos boletos gratis para algunos conciertos, como aquel de Chick Corea y la orquesta de Stan Kenton, en Carnegie Hall.
De New York nos fuimos a Suiza, con Stan Getz, Billy Cobham, John McLaughlin y otros artistas de CBS. a participar en el festival de Jazz de Montreux, donde habíamos soñado con asistir desde hacía muchos años y unos pocos días después regresamos pa'la grande otra vez, donde entre otras cosas nos llevaron a cenar por primera vez al Victor’s Café, cuando estaba en la calle setenta y pico en Manhattan.
Lo mas duro fue cuando llegó la hora de partir; despedirme de mis padres, de mi hermana y de este sitio mágico en el que siempre anhelé echar anclas. Pero en Cuba había dejado esposa y mi hijito Franco, y hacia ellos debía y deseaba regresar.
Yo era muy chiquito cuando esto pasó y lo conocía solamente por rumores, tan enredados además que me creía que el concierto de Billy Joel et al. había sido el del Mella.
ResponderEliminarY hablando de otra cosa, el medio millón de visitantes en el blog se celebra de alguna forma?
¡Bravo por Paquito D'Rivera!
ResponderEliminarMuy recomendables sus libros: "Mi vida saxual" y "¡Oh La Habana!"
Está claro que como músico es un genio, pero también podría dedicarse más a escribir, su redacción es magistral.
Este hombre (Paquito de Rivera) es tan cubano que tiene que caer bien a sus compatriotas. Su forma de escribir es tan genuinamente cubana que da gusto leerlo. Su cultura musical y general debe se altisima, pero su cubania esta presente en cada palabra que escribe. Bien por el....
ResponderEliminarEsos contactos musicales, los que Paquito narra, siguieron rindiendo frutos. Para el 1980 creo, o quizás 1981, vimos a Irakere, Dizzy Gillespie y Maynard Ferguson, tocando en ese orden, sobre la tarima del Centro de Bellas de Santurce, Puerto Rico. Después de sus sets respectivos, se juntaron los músicos y jamearon hasta que prácticamente tuvieron que botar al público del teatro.
ResponderEliminarSaludos,
MI
Hay un pasaje memorable de ese libro de Paquito que cada vez que lo recuerdo me produce similares carnavales mentales; Y es cuando describe lo que le pasó al grupo entero una noche en un hotel, creo que del antiguo campo socialista, después que les cayó mal una comida.
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