jueves, 30 de abril de 2009

Poetas cazueleros

Una encuesta a los poetas cubanos sobre la cacerolada planificada para el próximo primero de mayo en La Habana a las 8:30 de la noche arrojó respuestas diversas y a veces contrapuestas: la postura cauta, el miedo, el apoyo decidido o la más vehemente indecisión:

Nicolás Guillén:
No sé por qué piensas tú
caldero, que te odio yo,
si somos la misma cosa,
tú, Yo(ani).






Fernández Retamar:
Nosotros, los sobrevivientes,
¿A quiénes debemos la sobrevida?
¿Quién se murió por mí en la prángana,
(gritos de “¡Pánfilo! ¡Pánfilo!”)
Quién sonó la cazuela mía,
La para mí, con su cucharón?
¿Sobre qué bloguero estoy yo vivo?


Eliseo Diego:
El general (Etc) a veces nos decía
extendiendo sus manos transparentes:
"el que se atreva a tocar una caldera
esta noche va a dormir caliente”

Virgilio Piñera:
La maldita circunstancia del G-2 por todas partes
Me obliga a sentarme en la mesa del café
Si no pensara que los segurosos me rodean como un cáncer
Armaría una tángana hasta que el brazo se cayera (…)
¡Pueblo mío, tan joven, no sabes protestar!
¡Pueblo mío, divinamente retórico, no puedes opinar!
Como los presos o la infancia aún no tienes voto.


Lezama Lima:
Una oscura cazuela me convida
Los sartenes estables son tañidos,
doblan por mí, en mi balcón resuenan.







Rubén Martínez Villena:
¿Y qué hago yo aquí donde no hay nada
grande que hacer? ¿Nací tan sólo para
esperar, esperar los días,
los meses y los años? (...)
Hace falta una carga para sonar sartenes
Para acabar con el loco de los pedraplenes



José María Heredia:
Templad mi olla, dádmela, que siento
En mi alma estremecida y agitada
Arder la inspiración






José Martí:
Yo quiero, antes que me muera
Sin patria, pero sin amo,
Tener en mi mano un palo
bien duro, - ¡y una cazuela!


Bonifacio Byrne:
Si desecha en menudos pedazos
llega a ser mi cazuela algún día
los blogueros alzando los brazos
la sabrán repicar todavía

Posiciones claras y firmes



Arriba, con su proverbial elocuencia Raúl Castro consigue definir su posición post- ideológica:
“etcétera, etcétera, etcétera”.

Como para que el hermano no lo rectifique. Y abajo (Raúl) una interpretación de Tejuca de la posición del gobierno cubano sobre la actual administración norteamericana, la fiebre porcina, etc, etc, etc. Así no dará lugar a dudas o malentendidos.



Y la portada taína:

Razones a la cazuela


Para sonar su cazuela el domingo a las 8:30 pm (justo al acabar el noticiero) cualquier motivo es bueno. Si lo hace para exigir la libertad de viajar está muy bien. Pero también puede tener otros. Aquí enumero unos cuantos:

-exigir libertad de expresión, reunión o asociación
-¡la (falta de) jamaaaa!
-pedirle a Lagarde que se calle un rato
-solidaridad con Yoani
-exigir libertad para los presos de conciencia
-exigir libertad de expresión para el presidente cubano Raul "Etcetera" Castro
-exigir la cirugía plástica inmediata para Randy Alonso. O si no que al menos lo pasen para la radio o que vaya a la mesa redonda con careta
-Las hambres de Pánfilo
-protestar contra el cierre del Hurón Azul y otras paladares (esa es especial para los miembros de la UNEAC)
-sacar de la lista de sustancias prohibidas a la vaca y la langosta
-sacar de la lista de sustancias prohibidas a las mieles del poder (esa es especial para Lage y Pérez Roque)
-protestar contra el “tumbe” del 20% en las remesas
-darle alguna utilidad a los implementos de cocina
-probar la acústica de sus cazuelas
-hacerse oír aunque sea por su vecino
-hacer una performance (esa es especial para Tania Bruguera)
-exigir variedad en el menú del Comandante (preguntarle a Gorki)
-protestar contra el tumbe del 240% en las shoppings
-acceso abierto a Internet
-mejorar el sistema educacional y exigir que los maestros tengan tan buenos sueldos como los policías
-exigir clases de español para los policías

El lema de la protesta, [es sólo una sugerencia]:
¡Cubanos por el cambio! ¡Seremos como Pánfilo!

[Dentro de un rato sigo con más]

miércoles, 29 de abril de 2009

Guamá y Ojama

Me lo manda Guamá:



RAUL: CUBA NO TIENE QUE HACER GESTOS A EE.UU.

LA HABANA, abr 29 (Reuters) - El presidente cubano, Raúl Castro, dijo el miércoles que su país no tiene que hacer gestos con Estados Unidos y reiteró su disposición a discutir todos los temas con Washington, pero en igualdad de condiciones.
Raúl Castro inauguró la reunión ministerial del Buró de Coordinación de Países No Alineados en La Habana, donde dijo que no es Cuba la que ha impuesto sanciones contra Estados Unidos, ni contra sus ciudadanos.
"Cuba no ha impuesto sanción alguna contra los Estados Unidos, ni contra sus ciudadanos, no es Cuba la que impide a los empresarios de ese país hacer negocios con el nuestro, no es Cuba la que persigue las transacciones financieras realizadas por los bancos norteamericanos (...) y por lo tanto no es Cuba la que tiene que hacer gestos", afirmó.

Pero podría hacer algún gesto con Pánfilo, nuestro personaje del año:

Lagarde

Guamá anda afilando su macana contra M. H. (P.) Lagarde, un tipo al que no se le puede llamar bajo sin insultar al suelo:


Lagarde es capaz de, en medio de un ataque contra Yoani Sánchez, escribir frases como esta:
“¿Tendrá miedo a sentirse minimizada como un insecto solitario encandilado por el brillo del display de su laptop?”

Una pregunta que lleva a una conclusión clara. La computadora de Lagarde tiene el detector de mierda totalmente descompuesto. Quizás no se trata de un ataque en sí sino de un modo de pedir que sustituyan su aparato por uno más moderno que incluya el citado detector.
H.P. Lagarde no entiende por qué Yoani pide sonar cazuelas para exigir la libertad de viajar. No la puede entender porque Lagarde viaja. Como Ricardo “El Señor de los Cielos” Alarcón. Como Miguel “El Señor de las Grabadoras” Barnet. Como Toshiba Barnet, Lagarde viaja a Venezuela a cada rato a alguna Espartaquiada de Escribanos Amigos. Seguramente van para allá a discutir los problemas técnicos de sus respectivas computadoras. Y a Hollywood fue una vez y del viaje ofrece testimonio gráfico:

[Para los que quieren saber: a la izquierda Jon Hillson, maletero del aeropuerto de Los Ángeles que en su tiempo libre trataba de demostrar que en Cuba no se reprimía a los gays, que no se reprimió a Reinaldo Arenas o que Arenas no era gay. En Cuba se le consideraba un intelectual. Yo lo consideraría mago. A la derecha el citado Lagarde. En el centro, como habrán podido adivinar, Elpidio Valdés, quien fue de visita al paseo de la fama de Hollywood a visitar su estrella.]

Lagarde en territorio enemigo usa camiseta roja y sandalias negras. Lagarde es un guerrillero de la palabra y como guerrillero al fin anda escaso de municiones. Dice cuanto puede, como puede, con las computadoras que le arrebata al enemigo. Modelos viejos, de esos que no escriben solos. Y ese es su problema.
Lagarde llama a Yoani asalariada de la CIA y de la Mafia de Miami. Lagarde no es original pero es tenaz. Y se ha inventado un logo no menos imaginativo para el blog Generación Y:



Lagarde desprecia (con razón) a los que se ganan dinero escribiendo. Porque Lagarde escribe gratis. Gratis como los pasajes de avión que le permiten volar a Caracas o a Los Ángeles. Las computadoras con detector de mierda son en cambio carísimas. Lo sé por experiencia propia. Yo tampoco me he podido comprar una. Por eso es que todavía puedo escribir una y otra vez: Lagarde, Lagarde, Lamierda, Lamismamierda, Lagarde.

H/T: Alexis Cundejo

martes, 28 de abril de 2009

ECOS DE CAMINO

El ambiente en la blogosfera cubiche en estos tiempos me ha hecho recordar un viejo cuento, “Ecos de camino” que escribiera Francisco García González para nuestro libro conjunto Leve Historia de Cuba. El cuento en cuestión se refería a los primeros tiempos de la Guerra de los Diez Años y sus discusiones entre civilistas y militaristas, camagueyanos y orientales, estos y los de más allá. Algo conservamos de aquellos tiempos y no es precisamente el gusto por las cargas al machete. Es un poco largo pero espero que lo disculpen.


ECOS DE CAMINO

Cuando un pueblo digno y viril se encuentra en semejante situación es cuando adopta, impulsado por la desesperación, las grandes y trascendentales resoluciones que adoptó el pueblo de Cuba en 1868.
Morales, Vidal y. Nociones de Historia de Cuba. Obra de texto aprobada por la Junta de Superintendentes de Escuelas el 9 de abril de 1901., pág. 185.




Aquella noche, Don Ineldo (diputado) llegaba a su casa más tarde de lo acostumbrado. La sesión vespertina comenzada a las cuatro de la tarde, hora local, había sido lo suficientemente acalorada como para extenderse hasta las ocho. La esposa, Doña Amalia, esperaba su llegada con nerviosismo; en mala hora el amo y señor de haciendas de crianza, potreros y una pequeña dotación de la que ejemplarmente se había desprendido sin exigencias, le había dado por meterse en aquel revoltijo, del que por más que le explicara Don Ineldo, no entendía ni una sola palabra. La culpa la tenían los del partido de Manzanillo, ¿a quiénes si no, podría ocurrírseles soltar a los negros y desafiar a las autoridades?, ¿qué hacía su marido entrometido donde nadie lo había llamado? Cierto era que a excepción de los negros, el patrimonio apenas quedó afectado, pero su intuición le decía que nada se detendría, y lo que era peor aún, nadie imaginaba siquiera su final. Don Ineldo tenía que reconocerlo, era otra persona. Desde octubre del año pasado, se le veía muy recuperado de sus modestos achaques, a toda hora irrumpía en la casona desbordando voz y energía casi olvidadas.
El marido sonó sus botas en el portal, y Agustín, su valet de chambre, como gustaba llamarle, le sacó la chaqueta y recogió el sombrero: viejo ritual de una tierra de fueros e inquietud subterránea, en la que ambos personajes coexistían en telúrico y asentado costumbrismo.
Amalia, ¿pusiste el agua en la bañera? dijo don Ineldo a su esposa . Me muero por darme un baño emitió una especie de suspiro . Menuda la hemos tenido esta tarde.
Hace rato que el agua está en la bañera respondió la mujer . Hoy tardaste demasiado, te esperaba desde la siete.
La sesión fue de una importancia trascendental para la Patria dijo el diputado con tono grave . La tiranía ha quedado reducida gracias al desvelo de nuestras voces más incendiarias y democráticas...
Doña Amalia, ante la amenaza de un nuevo discurso de su marido, insistió en que el baño estaba listo. No quería escuchar por enésima vez que jóvenes candorosos improvisaban tribunas sobre las cuales, piernas abiertas, lanzaban arengas capaces de erizar al menos crédulo; ni cómo era el balance del peso de la representatividad jurisdiccional en detrimento de los hacendados manzanilleros. Para ella era más importante el orden doméstico que las locuras en las que andaba su esposo. Sabía que era un hombre de dudosa constancia, y quizá pronto se le pasara el nuevo entretenimiento. Sí, la culpa era de los propietarios de aquella comarca, ese año tampoco podría ir a la capital a visitar a su hija Clotilde. Don Ineldo debía entrar en razón por ellos y por Clotilde; mucho la había asustado cuando le dijo que para un revolucionario el deber y la patria estaban por encima de los beneficios y las cuestiones personales. Sí, señor, ¡Ineldo revolucionario!, no podía creerlo; pensaba que lo de enseñar a leer a los negritos, cosa de la que pronto se aburrió, no tendría mayores consecuencias. Si su madre, Doña Rosita, que en paz descanse, hubiera visto la ceremonia de la liberación de los esclavos, habría muerto antes de tiempo. Ella decía que algún día sucedería lo mismo que en Haití: los negros ahorcarían a los blancos y arrasarían con cuanta obra de Dios se les pusiera en medio.
El hacendado hizo un movimiento con las manos, ordenando a la mujer que no lo interrumpiera.
Tendrías que haber visto cómo quedaron ésos volvió don Ineldo con su perorata . Les dimos por todas partes y con una sutileza exquisita.
Doña Amalia comprendió que estaba atrapada, se acomodó lo mejor que pudo en una de las butacas.
Sí, no me digas dijo Doña Amalia adoptando, qué remedio, un aire interesado , y cómo fue, anda, cuéntame.
Sabes explicó Don Ineldo , esa gente desde el principio han hecho las cosas de forma inconsulta y dictatorial, primero adelantarse a todos, después legitimarse en Gobierno y Junta General de la República en Armas, a pesar de no pasar de cuatro gatos.
Y eso, ¿es tan malo? preguntó la matrona . A fin de cuentas fueron los primeros en desobedecer a las autoridades y deshacerse de los esclavos.
Bueno, malo, malo, creo que no respondió el hacendado . Es que hacerlo así de pronto, sin avisarnos, con esa audacia que nos dejó mal parados y nos obligó a adelantar nuestra fecha sin estar preparados. Fue un duro golpe para nosotros que hicieran una cosa así, sin consenso. Y para más escarnio, que se pavonearan con una bandera propia, llena de símbolos ajenos a las tradiciones y a la geografía del país, cantando una musiquilla machacona y poco sugerente. Moralmente es una bajeza. ¿Te das cuenta?
¿Y los esclavos? preguntó Doña Amalia mostrando por primera vez una verdadera curiosidad en toda aquella historia que hacía meses la incomodaba . ¿Por qué todos empiezan por darles la libertad?
Don Ineldo asumió una pose solemne, ése (la esclavitud) era su fuerte, un tema hecho a la medida de sus dotes.
La esclavitud dijo con voz dura es humillante para todos, nunca seremos verdaderamente libres mientras hayan esclavos. En cuanto a los esclavos de ellos, oí decir que no eran de su propiedad... decayó un poco al final de la frase y de nuevo arrolló más bien eran alquilados. Eso tampoco estuvo bien, así cualquiera es abolicionista. No es lo mismo alquilar que poseer. Renunciar al patrimonio es algo elevado, sin embargo, desprenderse de lo que no te pertenece como si fuera de uno, es poco serio, digamos que negligente.
Para mí discrepó la señora es lo mismo, soltarlos y ya está. Y tú, aparte de enseñar a leer y a escribir a los negritos de la hacienda, ¿cuándo te han preocupado tanto los negros?
El diputado se sintió a gusto con la interpolación de su mujer, habló y su respuesta se adelantó por lo menos cien años al curso de la historia de su jurisdicción y de la de Manzanillo.
No hay negros ni blancos, en esta tierra todos somos iguales. A partir de ahora, sólo existen ciudadanos libres con los mismos derechos ante la República y la Constitución. ¿Entendido?
La frase rebotó en la hacendosa credulidad de Doña Amalia. El hombre además de decir que era revolucionario, también aseguraba que blancos y negros eran iguales. Era lo que seguro gritaban los jovencitos de los que tanto hablaba, y comprendió con amargura el estado lamentable en que se encontraba las cosas con su esposo (diputado). El juego era más serio de lo que pensaba, no podía abandonarlo pasara lo que pasara, para eso era ella su esposa. Esta vez, Don Ineldo, necesitaba un médico.
Pero, Ineldo pudo articular, pasada la sorpresa momentánea , ¿de verdad tú piensas todas esas cosas?.¿Qué les pasa a los hombres? ¡Dios mío!, no quisiera ver cuál será el fin, porque lo preocupante es que tantas personas decentes estén mezcladas en esta maldita historia.
Bueno, cálmate dijo Don Ineldo para aplacar a su mujer , lo de la esclavitud también es política, en ello nos hemos adelantado, la cosa era serrucharles el suelo. Sí, son antiesclavistas, pero pusieron por delante la indemnización y la gradualidad. Nosotros fuimos más lejos. Pensaron que así los hacendados que todavía titubeaban se lanzarían, cosa que como se ha visto, no ha pasado. Y no te preocupes, se sabe que los negros no son iguales que los blancos, de demostrarlo se han encargado prestigiosos hombres de ciencia. Así que tranquila ¿eh?
El ganadero (diputado), no satisfecho con su salida, todavía agregó:
Además, no ven más allá de sus narices. Cuánto más lejos lleguemos en este punto, más rápido podremos granjearnos a nuestros vecinos del norte que para eso hemos reservado nuestra estrellita.
Mientras hablaba, Don Ineldo no cesaba de dar vueltas por la sala. Se sirvió un trago fino y brindó otro a su mujer, quien cada vez se sentía más desconsolada. ¿Sería posible que el hombre que tenía delante pusiera la suerte de los acontecimientos por encima del futuro de su familia? Nunca soportaría la existencia de mujeres que incitaban a sus esposos e hijos a que cada vez perdieran más tiempo con el asunto de los negros y la República, en vez de velar por los negocios y la familia. Sin dudas había mujeres que disfrutaban todo eso pero, cómo iba ella a permitir algo semejante. ¿Y si la guerra, cuestión que no parecía preocupar a su marido, se extendía al resto del territorio e Ineldo moría o se caía del caballo? Él mismo sabía que no era buen jinete, y qué decir de sus fiebres. No, no; todo andaba patas arriba. Hacía poco, el propio Ineldo le había contado una anécdota disparatada en la que se rechazaba un canje con el enemigo. Se trataba del mismísimo caudillo de los manzanilleros al que la soldadesca le capturó al hijo y por el cual le pedían ciertas renuncias. La propuesta fue rechazada enérgicamente por el padre al alegar que todos los nacidos en la zona, además de los residentes en otros lugares, eran dignos de su paternidad. Por tanto podían considerarse sus hijos y viceversa. Por tan contundente argumento se le apodaba “Padre de la Patria”. Doña Amalia se preguntaba cómo a alguien al que no le interesaba el destino de su hijo, podía ser llamado por todos como el padre de todos. Alarmada no era la palabra exacta para definir su estado. Doña Amalia se encontraba desesperada.
El diputado se sentó frente a ella. Agustín trató, con poco éxito, de retirar sus botas de montar. Una vez desmontado de las botas, volvió a ensillar la palabra.
No les dimos tregua dijo calzándose unas enormes cutaras , rechazamos la propuesta de la dictadura del número, y terminamos superándolos con la misma cantidad de miembros. Al final le requisamos la bandera, porque después de hacer lo que hicieron, no merecían otra cosa.
¿Y qué hicieron con la bandera si se puede saber? preguntó Doña Amalia . No entiendo por qué exageraron la importancia de las banderas. ¿Qué más da una que otra?
Imagínate respondió Don Ineldo , bautizaron la bandera en una misa. Si vamos a seguir metidos en las iglesias, ¿qué hacemos entonces? Por otra parte, con una bandera tenemos, nadie necesita dos banderas. Para muerte gloriosa con una basta. ¿Y cuál mejor que la nuestra que ya una vez flotó gallarda por estos llanos?
Pero, Ineldo se quejó la Doña , creo que ahora hay más enemigos que antes, cuando te la pasabas hablando de injusticias y robos. Prefiero habernos quedado como estábamos.
En eso tienes razón reflexionó el patricio , hay mucho puñal acechando. Hoy la sala parecía un infierno, se oyeron expresiones duras: “¡faccioso!”, “¡tirano!”. Pero no se salieron con la suya, los personalistas se quedaron con las ganas de convertirnos en un simple cuerpo consultivo. No tienen derecho a escamotearnos la democracia con pretexto de confusas urgencias.
Razones tan altas como democracia, sacrificios, muerte gloriosa, bailoteaban carentes de sentido en la mente de Doña Amalia. El diputado, lejos de aclararle los motivos por los que habían abandonado la antigua estabilidad él y otros muchos propietarios, la extraviaba todavía más al contarle sobre ardientes debates en los que personajes, que hasta ayer se desconocían o eran bienllevados y unidos por otros intereses, hoy eran sutiles y condescendientes adversarios políticos. Los hombres, según su parecer, eran todos unos inconformes. No les bastaba con poseer tierras, ganado, negros, negras, mujeres, también querían enemistarse con las autoridades y vivir en una República, no sin antes discutir entre ellos hasta la saciedad. Era inexplicable la inconformidad que los dominaba. Por ejemplo, Don Francisco, un anciano decrépito, famoso en otros tiempos por sus ordalías en ciertas casas de la ciudad, aceleró los planes conspirativos con un osado recorrido a caballo, peligrosísimo para su respetable edad, una noche que parecía destinada a ser tan apacible como todas. La tropa del poblado, despierta por los graznidos del pacífico ciudadano, pensó que se trataba de una de sus borracheras, pero al descifrar el sentido subversivo de los gritos, al sargento Cánovas no le quedó otro remedio que convencerlo, tal vez algo brusco, de que pasara la noche en el pequeño cuartel. En la madrugada los acontecimientos se precipitaron, y los hombres tuvieron que proclamar la libertad, la igualdad, y de paso liberar a Don Francisco y a los negros. Y así sucesivamente. Lo único que deseaba con todas sus fuerzas era ir a reunirse con su hija, hasta que la gente, su esposo el primero, entrara en razón.
Doña Amalia pensaba amargamente en su imposible viaje a la capital. El diputado explicaba orgulloso cómo el poder militar, representado por la dirección y todos aquellos caudillitos perdidos por entre los montes y las lomas, había quedado supeditado y vigilado a una especie de Consejo de Diputados, donde primaban altas frentes, juiciosas cabezas, capaces de atesorar y salvaguardar los más nobles principios democráticos, libertarios de la recién creada República. Sí, señor, quién podía pensar en una República en la que los jefes tuvieran peso superior al del espíritu de las leyes. Entonces la doña volvió a acordarse del baño, el agua debería estar fría y decidió poner fin a la conversación con una pregunta.
Ineldo, y los enemigos de ustedes preguntó , ¿qué ha sido de ellos todo este tiempo? ¿Es verdad lo que comenta la gente?
¿Enemigos?, ¿qué enemigos? Te he dicho que prácticamente los liquidamos en la sesión de hoy.
No, no me refería a los hacendados de Manzanillo, Bayamo, Jiguaní expuso Doña Amalia . Hablo de los soldados de su Majestad, del Señor Conde, del Señor Gobernador, de los voluntarios.
¡Ah! exclamó el diputado vaya preguntita. ¿Qué pueden saber esos de republicanismo y democracia, si hace dos mil años que tienen reyes y para colmo católicos? A nadie que no sea a ti se le ocurre preguntar algo tan desatinado.
En su afán de poner punto final a la fastidiosa charla, fue más explícita.
No, Ineldo insistió , yo hablo de la guerra. Se dicen cosas terribles. ¿Es que verdad que...?
Sí la interrumpió su esposo , hoy escuché algún que otro rumor. Me pareció oír que un oficial de una columna de voluntarios, no recuerdo ahora su nombre, derrotó a los desertores o ellos lo derrotaron a él en un lugar llamado Tumbacuatro. ¿Has oído tú ese nombre antes? ¡Tumbacuatro! ¿Por qué un sitio precisamente tiene que llamarse Tumbacuatro? ¡Qué nombrecito! Mira que la gente inventa.
Y después de suspirar por segunda vez en la noche, dijo:
Amalia, de veras necesito tomar un baño, ¿vienes?
La mujer extendiendo sus manos a las de don Ineldo comprendió que los sucesos no eran médicos. Una leve palpitación de su pecho le anunció que ya nada volvería a ser igual. El agua no se había enfriado del todo, y hundiendo su cuerpo en la bañera, el diputado suspiró por tercera vez.

Happy birthday Mario

Hay cosas que no se debieran de olvidar nunca pero hoy me entero de una de ellas por mera casualidad. Hoy se cumple el 98 aniversario del nacimiento del inmenso Mario Bauzá. La emisora de jazz de por acá le está dedicando su programación al insigne hijo del barrio de Cayo Hueso en La Habana, alguien a quien se le atribuye desde el "descubrimiento" de Ella Fitzgerald hasta buena parte de la paternidad del jazz afrocubano y toda su feliz descendencia. Les pongo abajo una curiosidad: su aparición en el Show de Bill Cosby donde llamativamente aparece representando junto a la cantante Graciela y el boricua Willy Colón a la primera delegación musical cubana llegada de la isla en mucho tiempo cuando en realidad vivió en Nueva York desde 1930 (había viajado antes en 1925). El pretexto para hacerlo aparecer en el programa es por supuesto ridículo como lo es el acento que le atribuye el doblaje pero queda una presencia y una gracia (personal y musical) que trasciende todo eso.

Sé Feliz


En The New York Times acaba de aparecer una reseña de “Sé feliz” disco que grabara Descemer Bueno con Fernando Álvarez y que no me canso de recomendar a todo el que no sea sordo. Ahora puede adquirirse en descarga.com. Un avance del disco aquí.
Abajo los créditos y el comentario:
Canciones:
Se Feliz 2:26
Palabras De Amor 2:19
Dime Si En Sí 3:07
Conejo 2:56
La Paz 2:40
Viene A Mí 3:19
Violeta 2:49
Qué Me Esconde Tu Alma 4:00
Ola 3:24
No Te Vayas 3:04
Me Siento Tan Loco 4:34
Muerta 3:42

Músicos:
Fernando Alvarez Voz
Ronald Morán Bajo
Elmer Ferrer Guitarra acústica y slide
Alejandro "El Picaro" Aparicio Tumbadora
Leonardo Angel Bateria y bongos
Yosvany Terry Sax
Julio Padrón Trompeta
Mario "El Indio" Hernandez Trompeta
Irvin Icao Saxo
Jorge Perez Trombon
Roberto Carcasses Piano
Felipe Cabrera Bajo
Hector Perez Violin
Armando Garcia Violin
Lestor Mejias Viola
Romani Cana Cello
Serafin Rubens Bajo

FERNANDO ÁLVAREZ AND DESCEMER BUENO
''Sé Feliz ...''
(Egrem)
Boleros are like monuments, slow and chiseled love songs telling you from a great poetic height how distinguished people conduct romance. The bolero's importance in the Spanish-speaking world for so much of the last century didn't arise just because it promoted close dancing, but because it projected importance: it contained confidence and cultural nobility and a touch of madness.
It's a form that invites remaking, and some excellent postmodern bolero records have been made over the last decade: by the Buena Vista Social club associates Ibrahim Ferrer and Omara Portuondo, by the jazz musicians Charlie Haden and Gonzalo Rubalcaba, by the Cuban pianist Bebo Valdés with the Spanish flamenco singer Diego el Cigala. Here is another.
Fernando Álvarez, who died in 2002, was a popular Cuban bolero singer in the 1950s and '60s. Descemer Bueno is a resourceful Cuban songwriter and producer, 43 years younger than Mr. Álvarez. They made this album, ''Sé
Feliz ...'' (or ''Be Happy'') together in Havana shortly before Mr. Álvarez's death. (You can order it online at descarga.com)
Pity we had to wait so long for it. It includes other members of the young Cuban-born musical vanguard, like the pianist Roberto Carcassés and the saxophonist Yovany Terry, and it contains the fateful mood, slow tempos and string arrangement of 1950s boleros. But the record isn't retracing the past. Into his original songs Mr. Bueno has written some string arrangements with striking harmony; he favors acoustic guitars used nearly in bossa nova fashion and slide guitars in modern pop fashion.
In his mid-70s Mr. Álvarez's voice had changed; it was narrower and more delicate, without the authority he had as a younger man. But it was emotionally intact, and he put forth the combination of stoic longing and tragic insecurity in Mr. Bueno's lyrics, many of which are worth savoring. For instance (from ''Dime Si en Sí''): ''Siempre habrá mil formas distintas de amar/sutilezas.'' (''There will always appear a thousand distinct ways of loving -- subtleties.'') Or (from ''Ola''):
Y yo, me invento un personaje que quisiera ser
doy vueltas y más vueltas hasta la ansiedad
y descubro que volar
detrás de un pajarillo libre como tú
no sé.
(''And I, I invent myself a character that I would like to be; I toss and turn until I'm anxious, and discover that I don't know how to fly behind a small free bird like you.'') BEN RATLIFF

domingo, 26 de abril de 2009

Cazuela al minuto



CACEROLADA EN LA HABANA POR EL DERECHO DE TODOS LOS CUBANOS A VIAJAR LIBREMENTE
Circula por Internet la siguiente convocatoria, que pide ser difundida entre todos los cubanos de la isla:
Las recientes medidas del gobierno norteamericano contrastan con el inmovilismo de nuestro gobierno. Mientras que nuestros familares que viven en EE UU ya pueden viajar libremente, los cubanos de la isla no tenemos derecho a salir de viaje, como simples turistas en cualquier otra parte del mundo.
Son muchos los pedidos que se han presentado a nuestro gobierno en este sentido, por vías oficiales y extraoficiales. Pero todos han sido desoídos. Es hora de reclamar nuestros derechos, y dejar de pedir limosnas a quienes se encargan de tomar decisiones por nosotros. Ya que no podemos hablar libremente, hagamos ruido. No es delito hacer sonar una cazuela para protestar por la inercia y la falta de respuesta de las autoridades cubanas a un pedido legítimo: que el gobierno elimine las actuales restricciones para que todos los cubanos podamos viajar libremente.
Los invito a sumarse a esta iniciativa, el próximo 1 de mayo, a las 20.30 horas: un minuto de cacerolada colectiva que resuene en toda La Habana, a ver si el gobierno despierta de una vez.

sábado, 25 de abril de 2009

Sexo y muerte en Latinoamérica

"Gertrude Stein —en una entrevista que no pienso levantarme a consultar ahora— decía que el problema de los escritores americanos es que llegado cierto punto se obsesionan con el sexo y la muerte y no hablan de otra cosa. ¿Recuerdo bien? Me entra la duda, porque también recuerdo que dijo que el problema de los escritores americanos es que llegado cierto punto se ponen a escribir por dinero. Tal vez me confunda. O tal vez para la autora de La autobiografía de Alice Toklas los escritores americanos tuvieran más de un problema. Lo cierto es que la primera frase, la del sexo y la muerte, suele rondarme la cabeza. Creo que la razón es que no la entiendo. ¿Se puede escribir sobre otra cosa que el sexo y la muerte? Sí, se puede. Se puede escribir, por ejemplo, sobre la mala memoria. Se puede escribir sobre la vida de don Diego de Zama. O sobre el declive de las clases medias. Pero el caso es que (sin justificacíon, lo sé) donde Gertrude Stein dice americanos yo leo latinoamericanos. Y entonces tengo la vertiginosa impresión de que los escritores de este continente no han escrito nunca sobre el sexo ni sobre la muerte. Jamás, ni uno, ni una vez."
Gonzalo Garcés


Desde que leí ese párrafo pensé escribir sobre él. Meses después cuando alcancé a comentarlo en la presentación de un libro mío apenas si recordaba la penúltima frase y encima se la atribuí a Roberto Bolaño, atribución que, aunque falsa, a cualquiera le sonaría perfectamente aceptable. No se puede escribir “tengo la vertiginosa impresión de que los escritores de este continente no han escrito nunca sobre el sexo ni sobre la muerte” sin el muy deliberado deseo de escandalizar. Y lo consigue. Pero por algún motivo Garcés no explica esa impresión, sólo menciona ciertos acontecimientos reales que no se parecen a ningún libro latinoamericano. Yo, ante la opción fácil de sumarme al escándalo y enumerar, (como hace el propio Garcés) libros de por acá que traten sobre la muerte o el sexo prefiero justificar la frase, explicarla allí donde su autor no lo hizo. Su enormidad, su falsedad monstruosa tiene, por eso mismo, la apariencia de un secreto largamente guardado al que por fin se le ha puesto voz.

Porque tengo una impresión similar sobre la incapacidad de los latinoamericanos no sólo para representar el sexo y la muerte sino también sobre otras cosas que obsesionan a los escritores en otros lugares del mundo. Quizás no sea una impotencia absoluta de tocar algunos temas sino de enfrentarlos desde cierto ángulo, que sería el de lo estrictamente individual. Las palabras de los escritores latinoamericanos han sido casi siempre las palabras de la tribu, el modo de sumergirse en lo colectivo llámese familia, nación o la manera que elijamos para llamarle a un trozo variable del continente. De olvidarnos, en suma, de un yo infinitamente débil. O por tenerlo en cuenta buscar amparo en lo colectivo, allí donde todo toca a menos y recibir a cambio el alivio de sentirnos menos responsables de casi todo. En la lengua de la tribu la muerte o el sexo se tornan irrelevantes, pierden el peso de lo irremediable y se convierten en ritual, en acto aligerado por la repetición o el hastío. Algo que al diluirse en el yo colectivo termina no concerniéndole a nadie.
El Sur, el cuento de Borges que menciona Garcés para desmentir su atrevimiento, puede leerse como confirmación de la incapacidad latinoamericana para enfrentar la muerte como un hecho único o -como un boleto de avión o un salvoconducto- personal e intransferible. Juan Dahlmann escapa de la muerte accidental y justo cuando ha decidido vivir una vida distinta a la que se creía predestinado (la de la devoción a los libros y al pasado familiar) tropieza con aquella muerte heroica que ya no le atrae, una que –recién descubiertos los pequeños secretos de la vida real- se le hace absurda y, quizás por eso mismo, inevitable.
Quiero decir que la soledad es esa condición básica para pasar de un lenguaje mítico y tribal a la lengua desangelada pero universal del individuo. Que no nos dejemos engañar por algunos de los títulos más ilustres de la literatura del subcontinente –los Cien años de soledad de García Márquez, o El laberinto de la soledad de Paz-, con sus multitudinarias soledades, porque la verdadera, la del individuo, ha sido hasta no hace mucho un territorio casi virgen. Y es ese terreno desde el que se puede asumir el sexo y la muerte en toda su densidad y su peso. Incluso un mártir del sexo como Reinaldo Arenas no se le ocurrió nada mejor antes de morir que culpar de su muerte –un suicidio inducido por el SIDA- a su tirano particular, Fidel Castro, alguien a quien se le pudieran atribuir miles de muertes pero no la del escritor.
La soledad es común encontrársela en los descendientes de países de vuelta de los viejos vicios gregarios o en otros como Estados Unidos o Canadá que nunca tuvieron tiempo de pasar por el estado tribal y antes de que tuvieran tiempo de nada ya se habían dado de bruces con la alienación. Quiero decir que el dictamen de García Márquez sobre la soledad latinoamericana es falso excepto cuando se refiere a la de los conductores de pueblos, esos solitarios tan poco dados a la literatura. Ella aparece con alguna frecuencia en la poesía (Vallejo antes que Neruda) pero mucho menos en la prosa. José Martí en un momento de debilidad (o de fuerza suprema) confiesa tener dos patrias, Cuba y la noche, otro sobrenombre de la soledad.
Quizás lo raro no sean las alusiones latinoamericanas a la soledad sino el acomodamiento tranquilo a ella, a su costado lúcido y fecundo. Por eso es tan poco frecuente que un escritor de estas tierras diga como el contemporáneo Jorge Salcedo “Mi patria me desvela y me enfrenta a medio mundo, pero mis únicas heridas me las he infligido yo”. Sólo desde un gesto así, despojado de coartadas colectivas, se puede situar al individuo como centro de un universo y rearticular sus relaciones con este desde la mayor autonomía posible. Sólo desde la soledad puede asumirse la existencia como un asunto personal y no como algo sobre lo que hay que culpar al mundo. Una condición en la que obligarnos a equilibrar las circunstancias con el yo y hacer dolores y placeres finalmente nuestros. Por razones parecidas tampoco los escritores de este continente han escrito sobre la felicidad: cada vez que lo intentan les sale la historia de una revolución. Que sea real o ficticia es lo de menos siempre que incluya suficiente cantidad de gente con la que compartir tanta dicha insoportable .

viernes, 24 de abril de 2009

La arterioesclerosis de América Latina

Ahí va el artículo que escribió el periodista uruguayo Gerardo Sotelo en su blog "Cybertario", a propósito del panfleto de Galeano, cortesía del siempre fiel Luis Casacó.

"La arterioesclerosis de América Latina"
Si es verdad lo que dice el pelado Gustavo sobre el sincronismo universal, no ha de ser casual que el revival de Eduardo Galeano y “Las Venas Abiertas de América Latina” llegue casi al mismo tiempo que la muerte de Corín Tellado. La escritora asturiana cautivó a millones de lectores con sus “novelas rosa”, unos relatos sentimentales “redundantes y básicos”, al decir de un crítico español, con los que se convirtió en la autora de habla hispana más leída después de Cervantes. Al enterarse de su fallecimiento, ocurrido el pasado 11 de abril, Mario Vargas Llosa elogió a Corín Tellado como “una escritora de fábulas nata que, sin gran formación, tenía una intuición romántica que calaba entre su público”. Aunque el peruano no lo comparta, y el Pelado no se refiera estrictamente a estos tópicos cuando habla del sincronismo universal, ¿no es esto aplicable también a la obra de Galeano? ¿No es “Las venas abiertas” una fábula romántica, al menos en el sentido filosófico del término?
Nada habría sucedido si Hugo Chávez no le regalaba el bestseller del escritor uruguayo a Barack Obama, con el objetivo de que el presidente estadounidense comprendiera las raíces de la dominación y la humillación latinoamericanas, presunta matriz de todas nuestras miserias. El obsequio disparó megaventas en el portal Amazon.com, al punto de convertir a “Las venas abiertas” en el segundo libro más vendido en inglés y el primero en español.
Pensándolo bien, quizás la comparación resulte injusta con la obra de Corín Tellado. La escritora planteaba triángulos amorosos de resolución más o menos compleja, infidelidades que se exculpaban en el amor pero que dejaban una estela de dolor inmerecido. La cosmovisión de Galeano, en cambio, no admite más que unos personajes de historieta conviviendo en un estado de cosas igualmente binario y facilongo. En “Las venas abiertas”, su fábula de mayor aliento narrativo, las contradicciones y responsabilidades personales se licuan en un mar de excusas, datos arbitrarios, razonamientos falaces y retórica sentimental. Más que al de la escritora asturiana, su mundo se parece al de Marcial Lafuente Estefanía (otro español que vendía novelitas como pan de a kilo) con sus hacendados despóticos, sus viudas corajudas y sus vaqueros altos, románticos y justicieros, conviviendo en un far-west de pacotilla.
Pero nadie debería sentirse culpable por haber creído en estas fábulas. A cierta edad, la estructura psicoemocional de los seres humanos no permite integrar marcos interpretativos complejos, contradictorios o paradójicos. El problema aparece cuando las personas entrar en la edad adulta con tales embelesos. Lo que hermana a ambos autores es que los dos nos vendieron mundos ilusorios, pero a diferencia de Tellado, cuyos relatos eran ficcionales y francamente artificiales, Galeano tuvo pretensiones sociológicas y motivaciones políticas para escribir sus fábulas. Por cierto, si alguien intentó resolver los enigmas del amor con la literatura de Tellado habrá sufrido los mismos fracasos de quien procurara resolver la pobreza latinoamericana tomando “Las venas abiertas” como manual.
En la ilusión de Corín Tellado, el amor era sinónimo de enamoramiento, y por esa vía evitaba a sus lectores toda referencia a los sinsabores de la construcción adulta de un [sujeto?] amoroso. La ilusión de Galeano necesitaba extirpar todo matiz y contradicción, borrar del mapa todo genocidio, sistema de explotación o guerra sanguinaria perpetrada por indígenas opresores contra indígenas oprimidos, con anterioridad a 1492.
Andando los siglos, aquel mundo con buenos y malos, como en los comics, apenas si cambiaría de protagonistas. Terminaría resultando extraordinariamente operativa para canalizar el descontento de una generación de latinoamericanos sumida en la opresión y la desesperanza. Sólo que aquel relato, como los que vendrían después, era una ilusión propia de un narrador de fábulas, y no un diagnóstico riguroso y ponderado de la realidad.
C. Wright Mills, un sociólogo estadounidense que escribió una de las más festejadas apologías de la Revolución Cubana, reservaba para este tipo de relatos izquierdistas pseudos académicos y concebidos para la agitación, el mote de “marxismo vulgar”. Parafraseando a José Carlos Mariátegui en sus consideraciones sobre Lenin (que había simplificado a Marx para agitar a las masas rusas) “Las venas abiertas” muestra las urgencias de su autor como un “hombre operante”, más que el imprescindible rigor intelectual de un “hombre pensante”.
Es difícil reconocer en la cosmogonía de Galeano las paradojas y contradicciones de la peripecia humana en cualquier proceso histórico. ¿Qué lugar ocuparía en ella un obispo progresista que abusa de jovencitas a las que embaraza y abandona? ¿Y el exguerrillero acusado de violar a su hijastra? ¿Y el revolucionario que mata a sangre fría a sus prisioneros y encarcela a los homosexuales? ¿En qué se diferencian de los personajes tradicionales de la derecha reaccionaria, del hacendado violador, el ministro venal o el sargento sádico? “Las venas abiertas” nos oculta una consideración fundamental en el análisis de cualquier conflicto social: más que antagonistas y enemigos de clase, aparecen pares de opuestos que dirimen sus majaderías con violencia, desprecian la vida humana y las instituciones republicanas, y explotan la miseria de sus connacionales para cimentar su propia gloria. Da lo mismo que se escuden en la liberación nacional, el derecho de propiedad o el acceso al Paraíso.
“Desde el descubrimiento hasta nuestros días, todo se ha transmutado siempre en capital europeo o, más tarde, norteamericano, y como tal se ha acumulado y se acumula en los lejanos centros de poder. Todo, la tierra, sus frutos y sus profundidades ricas en minerales, los hombres y su capacidad de trabajo y consumo, los recursos naturales y los recursos humanos". La introducción del bestseller dice casi todo lo que tenemos que saber sobre el pensamiento de su autor. "Perdimos; otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros perdimos”, afirma Galeano. “La lluvia que irriga los centros del poder imperialista ahoga los vastos suburbios del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases dominantes... es la maldición de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga.”
El concepto es seductor pero probadamente falso. El presente de América Latina muestra que la alternativa a aquel estado de cosas no iba a llegar de la racionalidad de “Las venas abiertas” sino de una visión superadora. De lo contrario, no sería posible entender que algunos gobernantes de izquierda como Lula, Vázquez o Bachelet, deslumbrados alguna vez por la fantasmagoría de Galeano, llegaran a administrar con razonable éxito las ventajas del capitalismo en la generación de riquezas, mientras intentan construir un orden social inspirado en la rebeldía socialista frente a la injusticia y la inequidad.
Pretender que Obama descubra las causas de nuestro rezago en la obra de Galeano es como suponer que la lectura de “Tengo que abandonarte” o “Mi boda contigo”, dos novelas de Tellado llevadas al cine a comienzo de los setenta, nos ayudará a mejorar nuestra vida de pareja. Sólo podía ocurrírsele a un líder estrafalario como Hugo Chávez. Pero no dramaticemos. Quizás por aquello del sincronismo universal del que habla siempre el pelado Gustavo, “Las Venas abiertas” aparece en Amazon como “literatura y ficción”, al igual que las “novelas rosa” de Corín Tellado. No es de extrañar que se estudie en las escuelas de Letras de algunas universidades tercermundistas y no en las de Economía, Historia o Ciencias Políticas. Lástima que nos tomara tanto tiempo comprenderlo.

Rapsodia para otro mulo

Seguimos en Buey Arriba, provincia Granma, en las estribaciones de la Sierra Maestra. En este caso se trata de un documental sobre “el mulo de Camilo”. No tuvo otro nombre desde que Camilo Cienfuegos lo usó para ir en medio de la guerra desde la sierra hasta los llanos del Cauto. El futuro desaparecido no debe haber estado mucho tiempo montado sobre el mulo pero eso bastó para que el animal adquiriera condición de semidiós destrozando sembrados sin que nadie se atreviera a tocarlo. Así hasta que un visionario tuvo la idea de sacrificar la bestia y convertirla en momia sagrada de un museíto de montaña, otra de las tantas capillas de la religión que asola el país desde hace medio siglo con la vista clavada en el pasado en nombre del futuro. ¿Y el presente? Bien, gracias.

jueves, 23 de abril de 2009

Otra vuelta a la cazuela

Hoy mencionaba mis objeciones sobre la cacerolada convocada para el próximo 1ro de mayo en La Habana. No repetiré mis argumentos aunque tampoco me convencen demasiado los partidarios no de la cacerolada (porque a ella nunca me opuse) sino de crear una expectativa desde los blogs que dudo que se cumpla en el terreno. Me decide a darle todo mi apoyo desde este blog (aunque no creo que ayude de mucho) ver que Yoani Sánchez ha decidido apoyar públicamente la protesta. No sólo por ser ella quien es y haber demostrado que sabe respaldar sus palabras con acciones sino por hacer su llamamiento desde Cuba que es de donde deben partir en primer término iniciativas de ese tipo. Y si el texto de Yoani no me bastara ahí está este estudio de Guamá, un tipo que le sabe un mundo al burén:

Se anda discutiendo sobre la convocatoria para una CACEROLADA en Lavana el 1ro de Mayo para reclamar por el derecho a viajar de todos los cubanos. Que si será efectiva, que si vale la pena, que si te meten preso, que es muy fácil enchuchar desde afuera, en fin... Guamá les presenta algunas declaraciones cocinadas en nuestro CDR (Consejo De Redacción) de los dos grupos predominantes del batey, los TAÍNOVAS y TAÍSIVAS.




Habana: Arte nuevo de hacer ruinas

Gracias al sin par Raúl Ciro me entero que el documental Habana: Arte nuevo de hacer ruinas dirigido por los cineastas alemanes Florian Borchmeyer y Matthias Hentschler ya puede verse en internet. Es uno de los testimonios más conmovedores de La Habana (y su agonía arquitectónica y humana) que se hayan hecho nunca. Cuenta con la participación del escritor Antonio José Ponte, (cuando todavía vivía en Cuba) entre los cinco personajes principales que se entrevistan en este documental. Si no lo ha visto no pierda la oprtunidad de hacerlo. Luego me cuentan. Gracias Raúl (Ciro).



Segunda Parte

miércoles, 22 de abril de 2009

La cuchufleta

Gracias a Queta, amiga buena como pocas, he podido ver este documental. Podría verse como un episodio más de las insufribles campañas cubanas por el ahorro de energía pero prefiero pensarlo como una oportunidad especial para para ver alguna de la gente más linda y especial que haya conocido jamás: los campesinos de las estribaciones de la Sierra Maestra. Cuando estuve por el municipio de Guisa por el pueblo de Colón (no muy lejos de Buey Arriba donde se filmó este documental) quedé impresionado por esa variante de nuestra especie. Gente de un candor y una bondad increíbles y al mismo tiempo listos, independientes y alegres aunque asediados por las tres grandes plagas de aquellas lomas: miseria, alcoholismo y olvido. Aún así es difícil imaginarse algo lo suficientemente terrible como para borrar esas sonrisas. La palabra “Revolución” –esa que se impregna de un aura nacida en esas mismas montañas- tiene un significado muy preciso para ellos, muy lejos de los espejismos del mito. “Revolución” equivale a “gobierno” y con sus inventos dejan claro que no van a esperar por su infinita bondad. De la “Revolución” sólo esperan que no les prohiba lo que han conseguido a golpe de ingenio.


La Cuchufleta
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Sobre cazuelas y convocatorias


No sé si alguien se anda preguntando por qué en esta página no ha aparecido un anuncio sobre la cacerolada que se planifica en La Habana. Yo sí. Me pregunto si realmente la causa que se invoca en el anuncio es realmente prioritaria (la libertad de viajar) cuando hay otras causas (la libertad a secas por ejemplo) que merecen una cacerolada desde mucho antes. O si es una prioridad para gente con preocupaciones mucho más inmediatas y elementales. O sobre situaciones más dolorosas y urgentes como la de los presos por delitos de conciencia. Pero la causa básica por la que no me he sumado hasta ahora a la convocatoria no es tanto el motivo –casi tan bueno como cualquier otro- sino el medio por el que se convoca. Mi experiencia me dice que si bien los blogs son muy eficaces para hacer circular una noticia o una petición no lo son si se trata de hacer pasar a la gente a la acción, como si un muro bastante sólido separara las decisiones virtuales de las físicas.
En mi propio caso para invitar a participar en cualquier evento siempre he preferido el email o la llamada telefónica porque esa misma experiencia confirma que el grado de compromiso que crea un anuncio en un blog es muy inferior a casi cualquier otro. Y más si se sabe de entrada que el convocante no podrá acudir por motivos ajenos a su voluntad. Y bueno, podría preguntarse cualquiera ¿qué de malo tiene que sea ineficaz? Pero resulta que sí pienso que en un caso como el de Cuba, país tan hastiado de casi todo, (y tan esperanzado al mismo tiempo) uno no debe gastar un solo disparo sabiendo que no tiene opciones de dar en el blanco. Que es dañino crear afuera tantas expectativas en contraste con el mínimo número de personas que tendrán acceso a la convocatoria en el país peor conectado a internet de todo Occidente, muchas de las cuales pertenecen -por razones obvias- al sector más oficialista y por tanto menos interesados en participar en la cacerolada. En todo caso no es una cuestión de principios. Si alguien me ofrece razones algo mejores que las que me han hecho retraerme hasta ahora se lo agradeceré.

Guamá no cree en pencos rebencúos

A Guamá se le da major hacer portadas que a mí subirlas. Ahí les pongo las dos últimas:

martes, 21 de abril de 2009

No intente ser gracioso, Comandante

El Compañero opta por esta vez conscientemente por hacer humor y lo que le sale es esto:
¿Acaso la OEA, es garantía de la soberanía e integridad de los pueblos de América Latina? ¡Siempre!
¿Intervino alguna vez en los asuntos internos de un país en el hemisferio? ¡Nunca!
Es cierto que constituye siempre un instrumento dócil de Estados Unidos? ¡Jamás!
¿Murió un solo latinoamericano o caribeño por culpa suya? ¡Ni uno solo! Son calumnias del Castro-Comunismo emanadas de Cuba, país expulsado de la OEA, porque su gobierno proclamó el Marxismo-Leninismo, un país donde nunca hubo una elección, nadie vota ni es elegido, reina allí una tiranía que ha tenido el descaro de enfrentar a un país tan débil, indefenso y pobre como Estados Unidos durante medio siglo. Si no rectifica, el Gobierno desinteresado y noble de ese país, no le venderá a Cuba ni una aspirina. La OEA es garantía para el sufrido pueblo cubano de sus derechos democráticos.

Lo prefiero cuando nos hace reír sin querer porque al parecer tiene tanto control sobre su humor como sobre su intestino grueso.

lunes, 20 de abril de 2009

La Cumbre comentada

Guamá, taíno de detalles, no ha dejado escapar ese comentario del Delirante de que Obama “fue áspero y evasivo”. Suena a comentario de amante despechado, de quien esperaba fundirse en un abrazo y sólo encuentra un gesto frío, un rostro ajeno al que amaba. Corín Tellado ha muerto pero su espíritu sigue con nosotros.

Por lo demás no hay mucho que decir. Para los devotos de esa nueva fe que consiste en encontrar en cada gesto de Obama una prueba indiscutible de su genialidad la Cumbre fue una victoria arrolladora de su mesías. Para los que lo creen la encarnación del diablo están convencidos que Obama le retribuyó a Chávez el regalo del libro de Galeano con las llaves del botón atómico. Observadores más equilibrados como Andrés Openheimer opinan que “El presidente Barack Obama se lució en su primera reunión conjunta con líderes de América Latina y el Caribe, pero la Cumbre de las Américas terminó sin acuerdos trascendentales, y su resolución final fue una broma”. Otros más críticos como Mary Anastasia O’Grady le objetaron al presidente su discreción en un punto que resulta especialmente sensible, el de los derechos humanos y la democracia:
El Sr. Obama tenía que saber que la reunión es utilizada por los políticos de la región para cohesionar sus bases domésticas, demostrando que pueden poner al Tío Sam en su lugar. De haber entendido esto, el presidente de Estados Unidos podría haber llegado a Puerto España preparado para devolver el balón. Después de todo, estos gobernantes han tolerado e incluso alentado durante décadas a uno de los regímenes más represivos del siglo XX. En los últimos años, esa represión se ha propagado de Cuba a Venezuela, y millones de latinoamericanos viven hoy bajo una tiranía. Cómo líder del mundo libre, Obama tenía el deber de hablar por estas personas sin voz. No hacerlo fue un error.

No me digan que todos esos líderes fueron democráticamente elegidos. El mundo le está dando la espalda al hecho de que tipos como Ortega, Morales o Chávez están usando los poderes que han ganado democráticamente para desmontar el mismo sistema que los puso donde estan. Y que otros líderes que no pretenden llegar tan lejos están aprovechando la oportunidad para ejercer de policías buenos, falsos moderadores de los policías malos. No se trata del matiz político o ideológico de uno u otro gobierno sino de la erosión de las reglas del juego democrático. Tal como se está entendiendo en los últimos tiempos ganar un partido autoriza a cambiar las reglas del juego de manera que se pueda asegurar el campeonato a perpetuidad. Y eso no parece preocupar a nadie.

H/T: Penúltimos Días.

Un mito batistiano


Hoy Penúltimos Días trae una interesante colaboración de Rolando Sánchez sobre la mitología cubana reciente. Me llama la atención una cita de Cabrera Infante sobre la propia mitología que se forjó el propio Batista sobre su golpe de estado de 1952:
Batista también veía visiones y creía más en los dioses que en Dios. Le contó a Gastón Baquero (coterráneo, amigo y consejero consultivo) que debía el éxito de su golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 a la “luz de Yara”. La luz de Yara es una creencia cubana de origen aborigen. Batista debía entrar de madrugada (el madrugonazo era su actividad política preferida) al cuartel general del ejército en el campamento de Columbia por una de las puertas estrechamente vigiladas.
De pronto se decidió por la posta 6, donde el centinela de guardia no sabía de la conspiración militar. Batista, vistiendo el jacket que se ponía en todas sus apariciones peligrosas, llevaba en el bolsillo su pistola “con una bala en el directo”. Al entrar por la posta el centinela no pudo verlo porque lo protegía y hacía invisible la luz de Yara, bien conocida en el oriente de la isla, desde Banes, donde nació Batista, a Birán, donde nació Fidel Castro.


A falta de otra cosa tengo a mano el testimonio de Rafael Fernández Miranda, cuñado y hombre de confianza de Batista quien lo acompañó en la toma de Columbia. Los detalles son insidiosamente distintos. Según Fernández Miranda la entrada no se produjo por la posta seis sino por la cuatro y el soldado que la cuidaba, lejos de deslumbrarse por la luz de Yara, reconoció en el acto al golpista y en lugar de detenerlo empezó a gritar:

“¡Llegó nuestro padre! ¡Al fin General, se ha acordado de nosotros y viene a salvarnos!” Y para mejor mostrar su entusiasmo, dio con el cañón de su fusil una serie de golpes sobre el techo del carro del pobre Robaina [en el que iba Batista], llenándolo de abolladuras. Pero no paró ahí: trató de abrir la portezuela trasera para montar en la máquina, diciendo: “¡Yo también voy!” Seguro estoy de que, aún en aquél momento tan dramático Batista consideró todo aquello como un buen augurio y, pese a la urgencia con que debíamos movernos, llamó al centinela a su lado de la ventanilla y le dijo casi paternalmente:
“-Calma muchacho. Pero fíjate, me hace falta que te quedes aquí en la posta, pues la seguridad de todos nosotros depende de ti. Sigue en tu puesto y no dejes pasar a nadie. Pero no te olvidaré. Ve a verme mañana donde quiera que yo esté”.
En realidad no sé en qué paró la cosa pero estoy seguro de que el jovenzuelo, vivo como parecía, hizo carrera.

Aunque ahora mismo no tengo con qué cotejar los hechos la versión del cuñadísimo suena mucho más creíble que la de la ayuda providencial de la luz de Yara que el Indio prefirió contarle al poeta por razones obvias. No obstante la versión de la entrada por la posta seis tuvo la suficiente suerte como para que siete años más tarde Camilo Cienfuegos se encargara de derribarla a mandarriazos. “La mandarria contra el golpe fantasma” podría ser el título de ese nuevo episodio de la mitología cubana. Prefiero la versión del cuñado a la del poeta no por prosaica sino por reveladora. La listeza del guardia revela toda una época. No lo había obnubilado la luz de Yara sino el carro de la Historia en el que se proponía montar. Había visto una de esas oportunidades que sólo se ven una vez en la vida y no quería dejarla pasar. Batista, que alguna vez había sido aquél soldado, lo entendió enseguida y su respuesta llevaba implícita la recompensa que esperaba el soldado.
Podría pensarse que esa viveza que alaba el cronista y que parecía eterna mientras hubiera un cubano sobre la tierra dio paso años después a otro idioma, el lenguaje de lo absoluto. La lengua del sacrificio, esa que dejaba fuera toda negociación mezquina para dar paso a sucesivas inmolaciones por un ideal que no era otra cosa que la caprichosa voluntad de otro Hombre, uno infinitamente mas ambicioso. La luz de Yara –transformada en las leyes de la Historia- haciendo de las suyas por todo un pueblo agradecido de que le dieran otra oportunidad de sacrificarse. Pero si se mira con más detenimiento pueden descubrirse en esas dos versiones el patrón de todo dictador: en el plano de lo real se negocia y regatea con los vivos de siempre para luego convencernos que todo obedeció a un intangible pacto con los dioses que administran la Historia.

Tiempo de pensar (revisado)

Concluida la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago en apariencia el único ganador ha sido el escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor del libro que le regaló Hugo Chávez a Obama. “Las venas abiertas de América”, luego de la genial estrategia de márketin de Chávez se encaramó en el puesto catorce de ventas en Amazon. No está mal como manera de promover productos latinoamericanos. (Junto con el libro debió haberle regalado otros renglones de exportación de antaño como el guano de murciélago, el rapé y la sífilis).
Al parecer un panfleto escrito hace cuarenta años es el mejor medio para que un presidente norteamericano se informe sobre un continente enquistado en la eternidad. No todo lo que dice el libro merece integrar automáticamente la historia universal de la estupidez. Por ejemplo, dice proféticamente en su primer párrafo:
La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder. Nuestra comarca del mundo, que hoy llamamos América Latina, fue precoz: se especializó en perder desde los remotos tiempos en que los europeos del Renacimiento se abalanzaron a través del mar y le hundieron los dientes en la garganta. Pasaron los siglos y América Latina perfeccionó sus funciones.

Y digo proféticamente porque este fin de semana los líderes latinoamericanos confirmaron su vocación perdedora. Dudo que en estos tiempos no haya asuntos más importantes para el continente que defender a su única dictadura en activo (además de recordista absoluta en casi todas las categorías). La reunión sirvió, (además de plataforma de relanzamiento de un viejo best seller latinoamericano), para que una de las plumas más frescas del continente nos entregara otra reflexión donde luego de informarnos indirectamente que tiene antena parabólica (corriendo el riesgo de que su hermano la mande a recoger) nos regala estas clarividentes líneas:
[Obama] Fue áspero y evasivo con relación al bloqueo en su entrevista con la prensa; pero ya nació y cumplirá 48 años el 4 de agosto. Ese mismo mes, nueve días más tarde, yo cumpliré 83 años, casi el doble de su edad, pero ahora dispongo de mucho más tiempo para pensar.

“Ahora dispongo de mucho más tiempo para pensar”. ¿Qué es eso? ¿Una amenaza?

La Reforma Agraria, bah

Si no hay Guamá, Granma, el casabe del entretenimiento. Sobre todo ir a la sección de nacionales y abrir artículos con titulares contundentes como “Rolando escribe hoy su otra historia”. Rolando soñaba con cultivar la tierra pero no en un ocasional trabajo voluntario sino a tiempo completo, como un kulak de los viejos tiempos. “El día que disponga de un pedazo de tierra para ver cómo crece y retoña el fruto de mi esfuerzo, entonces sí será plena la felicidad, confesaba a familiares y amigos”.
Una pasión tardía si se tiene en cuenta que Rolando tiene 64 años. Y levemente subversiva luego de aquella Reforma Agraria de 1959 que debia satisfacer esos sueños por los siglos de los siglos. Pero había que tomarse su tiempo porque “antes de 1959 no valía la pena porque quienes nos explotaban recibían la "tajada grande" y poco o nada para los creadores de la riqueza”. Así que dejó pasar medio siglo y un par de reformas agrarias hasta que se le pasara el disgusto que da la explotación “aquellos tiempos de esclavitud enmascarada”. Mal deben andar las cosas. En mis años mozos se decía que el capitalismo era terrible y se hablaba de la condición feudal de los campesinos. Si ahora hay que llevar la metáfora del pasado hasta la esclavitud imagínense cómo debe andar el presente.
En cualquier caso la culpa la tiene “la crisis económica mundial” que no debe ser tan mala si ha conseguido que Rolando luego de cincuenta años reciba siete hectáreas de tierra aunque sea en usufructo. Pero tampoco se trata de darle gracias a la crisis. “La madre lo motiva y alienta con sabios consejos. ‘Todo lo que puedas hacer por esta Revolución siempre será poco’".
Sin embargo en medio del idilio aparecen sombras porque “molesta ver a hombres de todas las edades, jóvenes y fuertes, en pleno día, charlando en las esquinas y los parques. Ellos tienen una solución para todo, pero solo con la palabra. La acción se la dejan a otros. A la hora de criticar y reclamar supuestos derechos son los primeros y más exigentes.” Curioso país que produce jóvenes de todas las edades. Tipos que en las esquinas hablando seguramente de regresar a la esclavitud enmascarada.
Pero no. Para eso está Rolando, quien promete convertir la tierra que le han dado en usufructo “en un verdadero paraíso”. No está mal el sistema siempre que se amplíe. Por ejemplo, las 6.5 hectáreas de Rolando se pueden convertir en una isla de 114 000 km2 para cada uno de los cubanos. Pero habrá que tener paciencia. Posiblemente haya que esperar otros 50 años.

domingo, 19 de abril de 2009

La Rana Pelúa


Hace días quería saludar la aparición del blog La Rana Pelúa:
Símbolo de lo imposible, de lo postergado o que nunca va a suceder, una Rana Pelúa es la apoteosis del milagro, sobre todo si los pelos le crecen a la rana en los sobacos y no en el lomo, donde los implantes y las supercherías nos harían dudar de lo impresionante del hecho.

Huelga de hambre en La Habana


El blog Evidencias Cubanas (dedicado a recoger evidencias de las restricciones de los cubanos a la hora de viajar desde o hacia Cuba) anunció hace unos días que
"Edgar López Moreno, de 31 años y presidente de la Coalición Juvenil Martiana está en huelga de hambre porque por vez número 12 le han negado su permiso de salida a Estados Unidos"
Para ver el post con toda la información y la recogida de firmas en apoyo a esta demanda ver aquí.
Anoche Evidencias subió una nueva noticia: están deteniendo a todo el que se acerca en La Habana a solidarizarse con Edgar.
Mediante una conversación sostenida vía telefónica esta tarde entre Edgar López y su esposa Rufina Velázquez, pudimos saber que en las últimas horas, varias personas han sido detenidas al salir de su casa.
Desde ayer agentes de la seguridad del estado y la policía política, se han apostado en ambas esquinas de su casa, para evitar que quienes quieren solidarizarse con su causa puedan visitarlo.
Entre el grupo de los que han sido detenidos, y alejados de la casa en patrullas de la policía, se encuentran Alexander Decón Pérez, Jorge Alain Cantero Zúñiga, Carlos Hernández Rodríguez, Ernesto Soler Nieves, Mario Alberto Hernández Leiva, Pablo Silva Cabrera y Orlando Martínez Padrón. Un grupo de opositores que intentó visitarlo hoy, ni siquiera pudo llegar a la casa.
Edgard López Moreno, líder de una organización juvenil predemocrática dentro de la isla, se encuentra desde hace cinco días en huelga de hambre exigiendo su derecho ciudadano a salir del país. Hace más de dos años que Estados Unidos le otorgó visa de refugiado político y el gobierno cubano se niega a darle el permiso de salida o Tarjeta Blanca.

viernes, 17 de abril de 2009

Quiero ser tu amigo

Quiero ser tu amigo” le dice Chávez a Obama. Nada, que como dice Emilio (Garcia Montiel) la canción de Toqui se vuelve a poner de moda: “Puedes confiar en mí todas tus ilusiones, tu modo de sentir”.



Parece que por un par de días le va a dar descanso a esta copla:

La imagen

Si una imagen dice más que mil palabras ¿de qué nos habla esta? No sé cuál fue la intención de fotógrafo excepto la de dejar a los caricaturistas sin nada que añadir.

Knockout Kuba: el precio de la lealtad

Fragmento del documental de Manuel Benito del Valle y Darsy Ferrer sobre las estrellas olvidadas del boxeo cubano, que se estrena este domingo en Miami.



La premier será en el famoso teatro Tower de la Pequeña Habana (Little Havana; Miami FL) en Calle 8, este domingo 19 de abril a las 4:30 pm -dentro de la Muestra de Cine "La Isla en Peso"que organizan Alejandro Ríos, del Miami Dade College, y el cineasta cubano Orlando Rojas-.

A veces hay que darle la razón

"Hoy, en la comparecencia ante la Cámara de Diputados [de Venezuela], propuse que se reunieran los delegados de los países democráticos en la Organización de Estados Americanos y propusieran la expulsión de los representantes de los dictadores".

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL COMANDANTE FIDEL CASTRO RUZ, PRIMER MINISTRO DEL GOBIERNO REVOLUCIONARIO, EN LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE CARACAS, VENEZUELA, EL 23 DE ENERO DE 1959

La frase

“Yo no entiendo la democracia de los Estados Unidos”
Raúl (“El Pragmático”) Castro en la Cumbre del ALBA

La política de los viajes

Guamá hace un nuevo estudio de nuestros taínos. Comiquísimo:

Hay tantos pretextos para viajar como motivos para no volver.

Guamá presenta la opinión libre y soberana de varios aldeanos de las dos tribus dominantes del batey, los Taínovas y los Taisívas. No están todos los que no vamos pero si todos los que van, menos EL APOLÍTICO, los que no se meten ni en apolítica.



jueves, 16 de abril de 2009

Buena Fe


Grupito malo donde los haya ese Buena Fe y gracias a la falta de competencia de lo mejorcito de esa zona atroz que es el post silvismo. Como si no fuera suficiente con el original y las copias más o menos contemporáneas. Pero no voy a hablar de ellos sino de Obama. O mejor, dejo que hable él mismo:
"No esperamos que Cuba nos suplique. Nadie está pidiendo a nadie que suplique. Lo que estamos buscando es alguna señal de que va a haber cambios en la forma en que Cuba opera"

Nadie espera que Obama exija súplicas pero de ahí a que espere alguna señal asumiendo que los dictadores entiendan la dinámica de “un bien se paga con un bien” o es una tontería política o una de esas genialidades que siempre están dispuestos a percibir los devotos de san Barak. Alguien debe explicarle que ser presidente de los Estados Unidos está reñido con esa pose a lo Pepito Grillo cantándole a Pinocho aquello de “dame un silbidito”. Que está tratando con tiranos consuetudinarios cerca de la tumba y no un muñeco de madera que acaba de asomarse a la vida.



Obama también dijo que la eliminación de restricciones para viajar y enviar remesas a Cuba “es una señal de nuestra buena fe y de que queremos ir más allá de la mentalidad de Guerra Fría que existe desde hace más de 50 años”. Uhm, en el documento oficial se hablaba de “extender una mano al pueblo cubano en respaldo a su deseo de determinar libremente el futuro de su país” y ahora se habla de buena fe en oposición a la Guerra Fría. “Espero que veamos alguna señal de que Cuba quiere correspondernos", dice Obama. Ya no se trata de ayudar al pueblo cubano sino de esperar señales de Cuba, la misma que dirige el equipo del mismo nombre desde su cama y recibe presidentes junto a un cuadro de Servando Cabrera. Curioso giro del lenguaje, interesante acto de (buena) fe.

Recordatorio


Les recuerdo que mañana viernes 17 de abril presentaré mi libro de relatos “¿Qué pensarán de nosotros en Japón?” ganador del V Premio de Relatos Cortes de Cádiz el año pasado. La presentación tendrá lugar en la librería McNally & Jackson (52 Prince St. (b/t Lafayette & Mulberry) en Manhattan a las 7 p.m.. Les agradeceré que inviten a cualquiera que pueda estar interesado en el libro y que hagan circular este mensaje como estimen conveniente.

Un par de comentarios sobre el libro:
“¿Qué pensarán...? traza el recorrido de unas vidas fuera de lugar, de personajes que pudiéramos llamar atópicos. Y no porque persigan el tan manoseado “no hay tal lugar” que designa la utopía, sino porque son ellos los que no tienen lugar en cualquiera de las plazas realmente existentes de este mundo. Bregados en el arduo heroísmo de la supervivencia; con sus situaciones límite y a la vez cotidianas, extraordinarias y al mismo tiempo vulgares. Outsiders que, junto a la ganancia que les concede el exilio, son portadores de una pérdida que los aligera y, por eso mismo, les deja un vacío que no puede rellenarse. (…) Humanos, demasiado humanos, en la batalla de esa épica menor asfixiada una y otra vez por las Grandes Causas.”
Iván de la Nuez

“En Cuba usamos la frase “sacar un sable” para referirnos a una sorpresa que llega envuelta en palabras. Termino de leer estos cuentos y quedo con la sensación de haber paseado por una impresionante galería de armas blancas. En este libro —además de sables que cuelgan en las paredes— hay una Katana que corta enloquecida en el metro de Nueva York, una navaja que salva vidas, y un cuchillo que apunta, con dudas, al viejo dilema de ser libres matando. La sorpresa más grata, sin embargo, que dejan estas historias es la comprobación de un viejo adagio: nada corta mejor que una página bien escrita. La prosa de Enrique del Risco destella honestidad y elegancia, tiene el filo de una hoja forjada sin excesos, hecha con golpes de inteligencia y puesta a enfriar con un gran respeto por el lector. La risa que salta en cada uno de estos relatos tiene la rara cualidad de dar alegría sin caer en la burla o el cinismo, de hacernos creer que en el Japón los machetes son un despilfarro de acero.”

César Reynel Aguilera