sábado, 28 de febrero de 2009

Gracias Sosa

Abajo un comentario impagable de Manuel Sosa en su Finca:



Puntos de presión
Sin haberse realizado, la protesta organizada por Alexis Romay y otros intelectuales cubanos ya ha sido exitosa. Ha logrado movilizar a la parte usualmente morosa del exilio y ha sido difundida por diversos medios, lo que garantiza que nuestros reclamos al régimen castrista permanezcan en la conciencia del mundo, sin dejarles olvidar que ningún maquillaje va a borrar la cara histérica de ese gobierno al que un gran número de intelectuales prefiere mirar como reflejo de sus ilusiones. El punto llamativo de esta convocatoria, llamada a ser la continuación de las que se organizaron en Madrid y Barcelona, es su concepción inusual, ya que la idea provino de un escritor que logró sumar a otros intelectuales del exilio en su núcleo gestor. Aquí no hubo guión político, ni causas partidistas: los escritores, músicos, pintores se adelantaron al mutismo civil que padece el exiliado corriente (muchos no quieren meterse en problemas, pues necesitan ese viaje a la isla y esa validación del sombrío pasaporte); por tanto, estas protestas sientan precedentes, proviniendo de un círculo inusual: los que saben esgrimir y mantener un mensaje efectivo. Después de Madrid, Barcelona y Nueva York no es de extrañar que les sigan otros sitios claves en el mapa de la diáspora. Y otras maneras de ejercer presión seguirán revitalizándose y ampliándose, los blogs, las cartas abiertas, las publicaciones espontáneas, el hervidero de mensajes que la conciencia mundial no podrá seguir ignorando. Confieso que no soy partidario de andar con letreros en la calle, por muchas razones que no deben importar, pero creo que a veces han de enfatizarse los puntos de presión, los visibles y audibles. El castrismo nunca ha sabido reaccionar con un mínimo de decoro. Ellos prefieren los insultos, los golpes y el chantaje. Todo en ellos es lugar común y discurso forzado, metáforas gastadas y acumulación instructiva. Vamos a ver cuántos pasaportes revocan ahora, y qué música trovadoresca ponen por los altavoces, si es que deciden, una vez más, taparse los oídos.


Caricatura: Arístide

Los nombres de la libertad


“Los embargos sólo son eficaces si son realmente multinacionales y van dirigidos contra países totalmente aislados, de monocultivo (petróleo o armas, da igual) y muy dependientes de la potencia o potencias que los imponen. Si analizamos con atención los principales en vigor (Irán, Corea del Norte, Cuba…), ninguno tiene el efecto buscado -acabar con el régimen embargado-, más bien lo contrario. El ejemplo sudafricano tampoco sirve. Sin Mandela y sin el fin de la URSS, no habría funcionado.” Esa frase la leí hace unos días en El Mundo. No me tomaré el trabajo de contradecirla porque ella se contradice a sí misma. Lo que me preocupa aquí no es discutir las razones de la ineficacia obvia del embargo sino esa comparación con Sudáfrica. Le concedo al redactor del artículo la importancia de Mandela sobre todo en calidad de símbolo. Y no es que la causa de la libertad cubana carezca de equivalentes a Mandela.
Oscar Elías Biscet, por ejemplo, no cede en ejemplaridad moral ante el luchador antiapartheid. Entregado a la lucha pacífica por la democracia y el respeto a los derechos con la excepción de unos breves meses ha pasado los últimos diez años en prisión. Ni siquiera el gobierno cubano se ha atrevido a acusarlo de los cargos de sabotaje por los que Mandela fue enviado a prisión. Sin embargo ha habido una reticencia en identificar la causa de la democracia cubana con un nombre, por limpia que sea su trayectoria como es la de Biscet. Es esa a un tiempo la reacción natural de rechazo al caudillismo que ha paralizado al país durante medio siglo y un conjuro contra la futura aparición de nuevos caudillos.
Comparto esas prevenciones pero también entiendo que a nivel sentimental y simbólico es imposible hacer atractiva la causa de la libertad y la democracia cubanas sin darle nombre y apellidos. Biscet se puede convertir en el nombre de una causa como Mandela lo fue de la suya. De Biscet sabemos poco más allá de una firmeza a toda prueba y el miedo que inspira al régimen que lo ha retenido una década en prisión y todavía le reserva 19 años más tras las rejas. Veintinueve años en prisión por oponerse pacíficamente es algo que sobrepasa lo tolerable por cualquier ser humano medianamente sensible al sufrimiento de los otros.
A lo anterior hay que añadirle un detalle decisivo. El ensañamiento contra Biscet no obedece sólo a su oposición. Todavía más imperdonable le parece al régimen el hecho de que sea negro. Al paternalismo despiadado del castrismo le resulta inadmisible que sea precisamente un miembro de una raza supuestamente liberada por ellos se les oponga con tanta firmeza. El único sentimiento admisible en un negro cubano es de un agradecimiento eterno e incondicional. El castrismo nunca ha tolerado ningún detalle desmienta ese mito con el que pretenden confundirse con Carlos Manuel de Céspedes y todos los próceres que ayudaron a ponerle fin a la esclavitud. Por todo eso el nombre de Biscet debería mencionarse en cada protesta a favor de la libertad cubana y debiera ser el centro de cada campaña por el respeto a los derechos humanos en la isla.
No se trata de olvidar al resto de los condenados en la primavera del 2003 o de los que ingresaron a prisión antes o después, pero debe reconocerse que pedir hoy la libertad de los 75 además de impreciso (hoy el número anda por la media centena) enfrenta la misma falta de atractivo de cualquier estadística. Exigir la libertad de Biscet es bastante más que un símbolo. El nombre de Biscet -junto a su imagen indómita- puede convertirse en el de nuestra futura libertad mediante la asociación persistente y reiterada entre uno y la otra y conferirle a la libertad una seducción que nunca podría conseguir esa abstracción que en Occidente suele darse por sentada.

viernes, 27 de febrero de 2009

Primicia

“Fidel Castro "fue a caminar por La Habana'', aseguró el viernes el presidente venezolano Hugo Chávez, garantizando que él había visto fotos de ese "milagro'', del que no hubo ningún registro por deseo del líder cubano, retirado de la vida pública por razones de salud desde el 2006.
"Fidel Castro, que mucha gente ha estado diciendo que ya estaba en su fase final, Fidel nos sorprendió a todos y ¿saben qué hizo? [...] Se fue a caminar. Fidel salió. Y lo veían, ¡pero es Fidel, caminando por La Habana! Un milagro. La gente lloraba'', declaró Chávez en un acto público. "Claro, él lo planificó para que no quedara registro de nada. Hay unas fotos, que yo las he visto. Me considero en este sentido un humilde privilegiado'', agregó.”
Por si no lo creen aquí tenemos la primicia. Las fotos del invicto Caminante en Jefe tomadas por Tejuca:



"Los perros ladran, Sancho...

... señal de que avanzamos". Ya el castrismo con vistas a la calle se ha montado la contramanifestación. Si alguien necesitaba una señal definitiva para ir es esa. Obviamente sí les importa. Esto me lo manda Paquito con el comentario escueto: "Coñooo, toda la rojada presente".

La Iglesia San Romero de Las Américas
junto a otras organizacios solidarias hacemos

UN LLAMADO URGENTE A DEFENDER LA REVOLUCION CUBANA

PIQUETE A FAVOR DE LA REVOLUCION CUBANA
DOMINGO 1 DE MARZO 1-3PM
frente de la Mision Cubana - 315 Lexington Avenue

Este es un llamado urgente a todas las personas y organizaciones que apoyan a la revolucion cubana que ahora cumple medio siglo. La campaña “Cuba: ¡Cambio Ya! ha llamado a una manifestacion pro-democracia este domingo 1 de marzo de 1-3 pm frente a la Mision de Cuba ante la Naciones Unidas. Esta manifestacion ha sido descrita por la=2 0pagina en internet del cubano-americano derechista Alexis Romay como una protesta “a favor de la libertad… y en contra del regimen castrista.” Todo esto lo hemos oido antes, es una vieja tactica que trata de influir a la opinion publica y a los politicos en Washington de que el bloqueo debe ser mantenido y endurecido. Sabemos de como estas organizaciones estan financiadas por USAID, el Fondo por la Democracia y mas recientemente por la “Comision de Asistencia a una ‘Cuba Libre’” con fondos directamente de Washington.

Como Iglesia que practica una fe subversiva y el amor radical nos solidarizamos con la Revolucion cubana la cual ha sido una revolucion de los humildes, los pobres y todos los excluidos para construir aqui en la tierra la paz con justicia. Unamosnos a celebrar medio siglo de verdadera democracia para el pueblo cubano.

Trae tu voz y tu bandera este domingo 1 de marzo en frente de la Mision Cubana
315 Lexington Avenue (entre la 38th & 39th Sts. en Manhattan) 1-3pm.

¡CUBA SI - BLOQUEO NO!
¡LIBERTAD PARA LOS CINCO CUBANOS!


< /span>Auspician: Iglesia San Romero de Las Americas-UCC, IFCO-Pastors For Peace, Casa De Las Americas, Pro-Libertad, Cuba In Focus Radio Magazine, Cuba Solidarity-NY, Socialist Workers party, Venceremos Brigade, International Action Center, The A.N.S.W.E.R Coalition, Popular Education Project to Free the Cuban Five, Teatro Alerta, Committee in Support of Stella D’Oro Strike Workers

---


Manolo E. De Los Santos
Caravan Coordinator

IFCO/Pastors for Peace
Tel. 212.926.5757

Fax. 212.926.5842
e-mail: p4p@igc.org

jueves, 26 de febrero de 2009

Al que no quiere caldo...

Esta taza es de Omar Santana:

360 grados

Esto de las fotografías de 360 grados no hace mucho me hubiera parecido algo de ciencia ficción y ahora me parece un invento muy apropiado para curar la nostalgia o al menos aliviarla. Aquí un par de imágenes que en un tiempo me fueron muy familiares: la vista desde la escalinata universitaria y la esquina de Obraría y Mercaderes:
Colina Universitaria:


Universidad de la Habana in Havana


Obrapía y Mercaderes


Simón Bolívar statue in Havana

miércoles, 25 de febrero de 2009

Otras buenas razones

Otra buena razón para asistir a la protesta del domingo: estar en buena compañía. Ya Paquito D’Rivera confirmó que él y su saxo asistirían a la protesta y que tocaría una versión del himno nacional y otras orpresas que no quiere revelar. También asisten de manera simbólica (aunque no por ello menos valiosa) los caricaturistas Lauzán (Guamá) y Garrincha. Abajo sus respectivos posters para la manifestación:



¿Por qué protestar?

Evitemos hacerlo por inercia. Aunque parezca que sobran razones pensemos de nuevo por qué ir a protestar este domingo frente a la Misión cubana ante la ONU (Lexington y la 38). Porque debemos saber que por mucho que les gritemos a unas ventanas cerradas no conseguiremos convencer al gobierno cubano que luego de 50 años es hora de pasar a retiro. No creo que el domingo se repita el milagro bíblico de Jericó y más teniendo en cuenta que no contamos con la presencia de ningún trompetista. ¿Por qué protestar entonces si además de la incomodidad y el frío se corre el riesgo de quedar marcados para siempre y que nos nieguen la posibilidad de volver a ver a un pariente enfermo o el malecón? Y ahí aparece la que para mí es la primera razón; hacer que se enteren que el el miedo no les funciona lo suficiente.

En el documental “Nadie escuchaba” un antiguo preso político explica en qué consistían las gavetas: unas celdas de 50 centímetros de ancho un metro ochenta de alto y 2 o 3 de profundidad en la que embutían a cinco o seis prisioneros durante meses. Ellos se esforzaban por resistir allí sin doblegarse. ¿Por qué resistieron tanto –pregunta el periodista- si nadie se iba a enterar si aguantaron o no? “Para convencer a los carceleros de que las gavetas no funcionaban y desistieran de seguir encerrando gente allí”. Pienso que pararse dos horas en una acera carece del más leve heroísmo pero tiene una utilidad similar. Convencer al régimen que hay en Cuba que el chantaje nunca funcionará del todo, de que el miedo no nos puede controlar eternamente. No hay que ser siquiera especialmente anticastrista. Basta que uno quiera defender el derecho a protestar.

Pero hay otra razón todavía más decisiva. Incluso si la gran mayoría del pueblo cubano está dispuesta a vivir bajo el castrismo por siempre jamás porque le resulta impensable renunciar a sus encantos es responsabilidad nuestra defender los derechos de esos que dentro de Cuba se han atrevido a disentir. Somos los exiliados -junto a los familiares y amigos, la prensa extranjera (poca) y las organizaciones internacionales de derechos humanos- la última defensa que les queda. Somos los exiliados -los cubanos menos expuestos a las represalias- los más interesados en hacerle saber al régimen cubano que esa minoría que se ha atrevido a disentir no está sola porque de sólo imaginarse que nos es indiferente su destino, que pueden actuar sobre ellos con impunidad absoluta, quedarán totalmente expuestos a los bajos instintos de sus carceleros. Si esas razones no son suficientes entonces concedo que protestar no tiene sentido.

martes, 24 de febrero de 2009

Por fin

Luego de un tiempo a la caza por fin consigo ir a un concierto de McCoy Tyner, el último sobreviviente del cuarteto clásico de John Coltrane y uno de los pianistas de jazz más influyentes del último medio siglo. Una influencia que nos toca de cerca. Me es difícil escuchar “Sahara” (1972) sin que me venga a la mente al Irakere de “Misa negra”. Esta vez lo pude ver al fin en vivo en el Blue Note (mañana -o sea, hoy- tambien va a estar) junto a Gary Bartz (saxo), Gerald Cannon (bajo) y Eric Kamau Gravatt (batería). Oyéndolos una palabra como “exquisito” (no “asombroso” o excepcional”) vuelve a tener sentido.
Las grabaciones recientes en youtube no se escuchan bien así que los dejo con "Afro Blue" en compañía de Coltrane:



My Favorite things:

Los embargos sólo son eficaces si son realmente multinacionales y van dirigidos contra países totalmente aislados, de monocultivo (petróleo o armas, da igual) y muy dependientes de la potencia o potencias que los imponen. Si analizamos con atención los principales en vigor (Irán, Corea del Norte, Cuba…), ninguno tiene el efecto buscado -acabar con el régimen embargado-, más bien lo contrario. El ejemplo sudafricano tampoco sirve. Sin Mandela y sin el fin de la URSS, no habría funcionado.

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/02/24/consejoeditorial/1235478096.html

lunes, 23 de febrero de 2009

Nota de Tania Quintero sobre Yoani

Algo se cocina en La Habana contra Yoani

Yoani Sánchez vuelve a estar en el punto rojo del colimador del Departamento de Seguridad del Estado, el gobierno y los medios oficiales cubanos. El cerco se está estrechando alrededor de ella, de su esposo y de todos aquéllos que se han sumado a Voces Cubanas (http://vocescubanas.com/)entre ellos mi hijo, Iván García.

Algunos de los inquietantes mensajes enviados desde La Habana, hablan de un operativo policial permanente en los bajos del edificio donde Yoani reside con su esposo Reinaldo Escobar y su hijo Teo de 13 años; parejas de policías de civil que la siguen a todas partes; ruedas de auto que chirrían al verla; dos ómnibus con cristales oscuros todo el tiempo estacionados frente a su edificio, y frenéticos ataques en ese libelo llamado La Jiribilla.

Se tienen fotos de todo este cerco policial y en su momento serán divulgadas.

No descarto que el régimen ya tenga diseñada una nueva Primavera Negra, similar a la de marzo de 2003, esta vez con gente joven, creativa e independiente.

Favor circular esta nota.

Tania Quintero
Lucerna, 22.2.09

Entrevista a Ponte

Una muy interesante entrevista a Antonio José Ponte publica la revista Letras Libres. En ella habla de varios temas que se han tratado en este blog en numerosas ocasiones como los que cito a continuación.

Sobre el mito cubano de que los escritores cubanos al salir del país pierden su capacidad creativa:

[Dicho mito] parece considerar al genio del lugar, al genius loci, parece hablar de los peligros que trae el alejarse de las bondades del país natal, y lo que en verdad cuestiona es el dejar atrás un régimen político. Quienes sostienen esta hipótesis no estarían dispuestos, por ejemplo, a sospechar de la obra de Alejo Carpentier, que vivió lejos de Cuba pero fue burócrata en la legación cubana de París, nunca cortó su relación con el régimen castrista, y sirvió como diputado de la Asamblea Nacional. Y es que detrás de esa hipótesis se encuentra la siguiente ecuación: Fidel Castro igual a revolución, igual a Estado, a nación, a país, a patria.

Sobre el provincianismo cubano:
Si, como suele sostenerse, buena parte del interés por la literatura latinoamericana [en la época del boom] se debió a la simpatía internacional por el triunfo revolucionario cubano, ¿por qué ningún autor pudo beneficiarse de ese impulso dentro de Cuba?
La cuestión dirige nuestras sospechas hacia el mecenazgo estatal, que ofrecía a los escritores recursos con los que nunca habían contado, pero que les prestaba también una atención paralizante hasta entonces inédita. El proyecto humanista revolucionario fue, según pudo verse, un proyecto de vigilancia revolucionaria. Y las demasiadas atenciones conformaron una cultura provinciana, sin salida hacia lo exterior, enquistada.
Los escritores (como antes hicieran artistas plásticos y músicos) pudieron acceder al mercado editorial durante los años noventa. Ya para entonces, el sistema editorial del país, desprovisto de subvenciones soviéticas, se hallaba en crisis. Y también atravesaba una crisis el interés de las editoriales europeas por la literatura latinoamericana. El régimen cubano se había convertido en un caso sumamente curioso para los analistas (¿cómo puede sobrevivir, cuando el Muro de Berlín fue derrumbado?) y, de modo semejante, algunos agentes y editores debieron suponer que la literatura cubana era campo en barbecho, con magníficas condiciones para entrar en explotación.
Un puñado de editoriales descubrieron nombres cubanos, y éstos, a su vez, descubrieron las leyes del mercado editorial. Dijeron adiós al mecenazgo estatal, adiós al provincianismo que dictaban los comisarios, para acogerse (en la mayoría de los casos) a la descripción de ese provincianismo. No tanto como exorcismo necesario como por oportunidad bursátil. Cambiaron, pues, un provincianismo por otro.


Sobre Nuestra Señora de las Camisetas:
Ernesto Guevara, fundamentalista, debió sentirse desesperado ante lo que veía en Cuba. Se adaptaba de mala manera a la vida civil, debió añorar más órdenes de fusilamiento de las que prodigara. Al final, se marchó hacia otras guerras. Varios de sus biógrafos han conjeturado desacuerdos suyos con Fidel Castro, discusiones que se alargaron durante más de un día. Ocurridas o no, es más plausible calcular cuán inepto debió de ser Guevara para una vida que sobrepasara el grado de complicación de la guerrilla. Y, pese a los intentos póstumos por dotarlo de algún concepto valedero, un pensamiento tan simplón como el suyo forzosamente tenía que ser desmentido por las circunstancias.


Sobre el miedo en la literatura cubana:

Tan presente está en el miedo en la vida cultural que ha terminado siendo ingrediente principal en la comedia de enredos en la que últimamente participan creadores y censores dentro de Cuba. Los segundos reclaman a los primeros soltura. Les piden que aparten cualquier atisbo de autocensura que entorpezca el proceso creativo. No existe, según ellos, censura oficial, y sí mucha autocensura: los censurables han terminado por ser censores de sí mismos.
Para enredar aún más esta comedia de equívocos, puede acusarse a los censores de no estar realizando óptimamente su trabajo. A diferencia de los vigorosos comisarios que dominaron la cultura en los años setenta, los actuales comisarios se muestran flojos. Andan faltos de convicción. Parecen temer la llegada de un tiempo que venga a culparlos. Recurren, por ello, a eufemismos: de ningún modo aceptarían que tal o más cual texto dejado a sus cuidados sufre censura. Sencillamente, su publicación fue postergada... Y si no se publica a ciertos autores es debido a la poca calidad literaria de sus obras, nunca a lo insidiosas que puedan resultar sus ideas.
No deja de ejercerse censura, pero está no hace llamados ya a ideología alguna. Se ha llegado a un punto en el cual no sólo los creadores practican la automutilación, sino que también los comisarios parecen censurarse a sí mismos. Castigan disculpándose, tachan desganadamente. Si el temor estuvo reservado antes exclusivamente para los creadores, ahora participan de él los propios esbirros. El miedo circula en la vida cultural cubana como el gas de la risa. Igual que el óxido de nitrógeno, es incoloro, ligeramente tóxico, dulce. Produce alucinaciones y, en ciertos casos, lleva a la pérdida de la memoria.
(…) Existe (y ha sido muy cultivada entre los escritores cubanos) la opción de proceder como si los caprichos palaciegos no contaran para la literatura. Como si no contaran los secretos del alto poder y la política manifiesta. Se trata, creo, de una opción tan fallida como la de hacer maletas, en plena separación, con toda la atención puesta en sortear el cuerpo de quien espera a que cerremos el equipaje y la puerta. Para luego descubrir, abiertas las maletas en otra habitación, cuántas cosas olvidamos cargar y cuántas robamos equivocadamente. Ah, si no hubiésemos estado tan pendientes de no tropezar con…


Pero la entrevista toca muchos más temas, tan o más interesantes que estos. Les recomiendo que la lean completa aquí.

domingo, 22 de febrero de 2009

Gracias Fidel

Un articulo de Gonzalo Rojas, columnista de El Mercurio de Chile:

Gracias Fidel

Qué bueno ha sido Fidel, que le ha recordado a todo Chile una serie de lecciones que ya comenzaban a olvidarse. Siempre pedagogo, siempre magistral, el líder de la agonizante revolución ha escrito una de sus mejores columnas finales.
Ante todo, lo notable es que pueda aún hacerlo. Convertido en un pellejo enfundado en Adidas, Castro mantiene viva la tradición de los grandes dictadores del marxismo, que nunca se han resignado a dejar el poder. No jubilan, porque encarnan divinidades que deben conducir a sus pueblos a esa tierra prometida a la que jamás se llega. En ellos resulta evidente que no es el proletariado el que se autogobierna, sino que son sus nomenclaturas las que lo administran.
Por eso Lenin, ya hemipléjico y en silla de ruedas, seguía enviando instrucciones al Comité Central; por eso Stalin, en el lecho de muerte, levantó un dedo -eso le bastaba- para dejar en claro que "aquí mando yo"; por eso Mao, ya anciano, se hizo fotografiar bañándose en el Yangtsé, para afirmar su vitalidad como conductor; por eso los líderes norcoreanos, momias sonrientes, han mantenido la opresión con mano firme. Y Castro no iba a ser menos: ya no soy el Jefe de Estado, pero soy Fidel. ¿Y el pueblo? Por definición, sigue a su líder.
También siguió al carismático conductor una extranjera de paso. Lo fue a ver apurada, ansiosa, leal. Pero él le recordó, con su columna y apenas pocas horas después, que no existe la lealtad en los procesos revolucionaros, que sólo vale lo que sirve a la causa del pueblo. Durante la entrevista, seguramente ella lo miró con la misma cara embelesada que tenían los curas socialistas sentados a sus pies en ese lejano Chile de 1971. Pero a Fidel no le vienen con caritas: para él era mucho más importante cambiar el eje de la post visita, desde las impresiones sobre Cuba a una disputa entre Chile y Bolivia. Todos hablando del mar, nadie de las cárceles isleñas. Mira si no sabrá el barbudo de estrategia y táctica, después de 60 años de luchas, inauguradas a fines de los 40 con su participación en el bogotazo.
Y así, de pasada, dejaba también en claro qué tipo de revolucionarios prefiere: los indigenistas, los chavistas, los populistas, los nuevos barbones; con su columna, Fidel ha venido también a recordarnos a todos que entre dos estilos de izquierdistas, el castrismo no se pierde: a los aburguesados les pasará la cuenta, y a los desatados les abrirá crédito.
¿Otras lecciones? Sí, un par más. Por una parte, la persistencia en el castrismo de la búsqueda y acentuación del conflicto. Para Fidel, ojalá Bolivia y Chile se enfrasquen de nuevo en disputas territoriales, porque nada bueno puede cosechar el marxismo en sociedades estabilizadas y pacíficas, mientras que a mar revuelto, ganancia de agitadores. Y, por otra, el internacionalismo: no hay gobernantes amigos, no hay gobiernos amigos, sólo hay escenarios en los que se plantean fuerzas amigas y, al frente, sectores enemigos y reaccionarios. Porque si Chile puede caer próximamente en manos de la reacción capitalista -ha pensado Fidel-, con mayor razón conviene comenzar a preparar una de las tantas acciones en contra de ese eventual gobierno.
Teillier afirmó que no conocía cubano alguno que hubiese tenido que tragarse la lengua. Justamente el que se la ha cortado a miles, Fidel, la usó como estilete en su notable columna, para recordar que por la razón, por la verdad y por la moral, el castrismo está vivo y decidido a actuar en toda América a través de la piel renovada del chavismo; y, de pasadita, por cierto, Castro dejó en claro que en esos planes el actual gobierno de Chile no es su aliado; sólo es comparsa.

La hiciste una vez más, chico. Gracias, Fidel.

jueves, 19 de febrero de 2009

Premio para Ajubel


Ajubel, caricaturista e ilustrador y una de las grandes figuras de la gráfica cubana en las últimas décadas ha recibido el premio Bologna Ragazzi correspondiente al 2009. Mis felicitaciones y no creo equivocarme si le incluyo las de casi cualquiera que conozca su obra empezando por caricaturistas e ilustradores. Abajo la noticia oficial del premio:

El libro ROBINSON CRUSOE del dibujante Ajubel, una “novela en imágenes inspirada en la obra de Daniel Defoe”, ha obtenido el Bologna Ragazzi Award 2009 en su categoría Ficción.
El Bologna Ragazzi Award, creado dentro del marco de la Feria Internacional del Libro Infantil de Bolonia, es el premio más prestigioso a nivel internacional de cuantos se conceden a ediciones destinadas al público infantil y juvenil.
En opinión del Jurado, “Ajubel ha puesto en entredicho, de una manera valiente, el tradicional vínculo entre texto e imagen, elevándolo a un nuevo y superior nivel. Lo que en un primer momento parece una desviación de la tradición resulta ser, tras una observación más detenida, justo lo contrario. Mediante la fuerza cautivadora de signos y colores, Ajubel ha creado imágenes icónicas que son algo más que ilustraciones. La secuencia de escenas es un concentrado de emoción, una fantasmagoría de temores, miedos y esperanzas. La narración clásica se nos ofrece en este libro viva y vibrante, con toda la ensoñadora intensidad del texto original de Defoe. El trabajo de Ajubel es también una admirable herramienta docente por cuanto nos obliga a mirar de forma más selectiva nuestro mundo saturado de imágenes. Se trata pues de un libro extraordinario que abre nuevas vías a nuestro entendimiento”.

lunes, 16 de febrero de 2009

Protesta



Arriba el cartel de la manifestación que se celebrará el próximo 1ro de marzo frente la misión diplómatica cubana ante la ONU en Nueva York. Abajo una declaración redactada como parte de la convocatoria a dicha protesta.

Declaración de Nueva York

La Revolución Cubana acaba de cumplir medio siglo en el poder. Fue un movimiento que tuvo en sus inicios el respaldo mayoritario de la población, pues significaba entonces el fin de una tiranía y la promesa de recuperar la República, con su constitución, sus leyes, su sistema democrático.

Pocos sospecharon entonces que aquel enero se iniciaba la destrucción de la República; la suspensión definitiva de la Constitución del 40, de las elecciones libres, de las libertades básicas; los fusilamientos tras juicios sumarios y la violencia de las turbas en mítines de repudio; la ilegalización de todas las asociaciones políticas, económicas, educativas, sociales y culturales independientes del estado y del partido único; el control absoluto de la economía desde el poder como el más efectivo instrumento de sometimiento de la población; la eliminación de la prensa independiente; la división de las familias; el exilio y el presidio político más numerosos de nuestra historia; la implantación de un sistema totalitario que permitiría al nuevo caudillo imponer su voluntad en el país por los próximos 50 años.

Ningún demócrata auténtico va a celebrar medio siglo de totalitarismo en Cuba. Eso es y eso ha sido la Revolución Cubana. Lo que sí vamos a celebrar en las calles de Nueva York, como nuestros compatriotas ayer en Madrid y en Barcelona, es nuestra voluntad de ponerle fin a esa infamia.

Nuestra protesta en Nueva York es la continuación y el preámbulo de otras, parte modesta de un movimiento que toca a los jóvenes y también a los veteranos de la lucha anticastrista, que crea y recrea sus vínculos en la diáspora y en la isla, en la realidad virtual y en las calles de Europa, de América, de Cuba, y que no va a detenerse hasta tocar la libertad.

Éste es un llamado al castrismo a respetar los derechos de todos los cubanos, como individuos y como pueblo. Pero es también una señal inequívoca de que no vamos a resignarnos a vivir sin ellos. Vamos a conquistar los derechos, independientemente de la voluntad del castrismo.

A los gobiernos democráticos del mundo, les recordamos que la solidaridad con Cuba no puede ser a expensas de nuestro propio pueblo. No se puede defender la soberanía de Cuba sin defender las libertades básicas de los cubanos para ejercerla. Soberano es el pueblo, no un caudillo, no un partido.

Para los demócratas cubanos, la hora del aislamiento va llegando a su fin. Por una Cuba democrática nos vamos a pronunciar en Nueva York los cubanos y también nuestros amigos de otras nacionalidades, hombres y mujeres libres de las más variadas edades, religiones y razas, de cualquier orientación sexual, ideológica o política, sin necesidad de ocultar ni disimular nuestras diferencias. Con ellas cabemos todos en una Cuba libre, independiente y democrática.

¡Patria y libertad!

Conferencias


Esta semana Javier Goma, uno de los filósofos españoles más importantes de la actualidad (Premio Nacional de Ensayo, 2004), tendrá dos presentaciones en Nueva York:

-Conferencia sobre “El Universal Político” en el Instituto Cervantes (211 East, 49th street en Manhattan) mañana martes 17 de febrero a las 6 p.m.

-Mesa redonda en el Centro Graduado de CUNY (365 Fifth Avenue, New York, NY ) sobre la “Ejemplaridad Publica”con la presencia de los profesores José Muñoz Millanes (Lehman College – CUNY), Thomas Mermall, (Brooklyn College – CUNY) y Jorge Brioso, (Carleton College) el viernes 20 de febrero en el salón C198 a las 6 de la tarde también.

domingo, 15 de febrero de 2009

Juego de estrellas

Un resumen de la competencia de slam dunk del juego de las estrellas donde el ganador fue el "enano" Nate Robinson sobre el favorito "Superman" Howard.

viernes, 13 de febrero de 2009

Turismo


Cuba ha marcado nuevos récords en su industria turística. De todas las atracciones la más visitada, al menos por presidentes latinoamericanos de izquierda, esa especie tan curiosa, es el museo de cera. (Ser presidente latinoamericano antes era sinónimo de corrupto. Ahora también sólo que tienen pseudo complejo de Robin Hood: le quitan el dinero a los ricos para quedárselo ellos. A los pobres les dan discursos sobre cómo a oligarquía no se deja quitar el dinero y es entonces que se escuchan sonidos de unos huesos chocando contra otros y es Robin Hood en la tumba abofeteándose así mismo y diciéndose “¿Cómo no se me ocurrió antes?”) Es entonces que para disipar toda duda sobre su compromiso con los pobres se van para La Habana a visitar el museo de cera que consta de una sola pieza, la de un viejito embutido en ropa deportiva y se tiran una foto junto a ella. Cuando la familia le preguntan quién es el de la foto les responde:
-¿Vieron la última de Benicio del Toro?
-Bueno, nos quedamos dormidos por la mitad.
-Pues este es el barbudo que sale junto con él en la primera parte.
-¿Y a Benicio? ¿Lo viste?
-No pero tengo una foto con el negrito que sale en la película.
-También está muy estropeado.
-Sí pero por lo menos se mueve.
En esas andaba la presidenta de Chile cuando de regreso del hotel se entera que nada más irse del museo el muñeco de cera había publicado un artículo en el que hablaba de la salida al mar que Chile le había quitado a Bolivia hace 130 años. “La costa marítima” había dictado el muñeco una y otra vez como para que no la confundieran con las costas judiciales que podría costar la reclamación. “¿Para qué querrá Bolivia una costa si no saben qué hacer con el resto del país?” se preguntará la presidenta antes de dormir. “Suiza no tiene costas (marítimas) y mira lo bien que está mientras que Cuba es una isla rodeada de mar marítimo y los cubanos se ven tan pobres... aunque ellos también se la pasan luchando su salida al mar… en balsas. Pero todo eso ocurre por culpa del bloqueo del imperialismo norteamericano”. Y entonces se escucha otro golpe de huesos y a continuación un sollozo. Es el espíritu de Robin Hood que se pregunta “¿Por qué no se me ocurrió antes? ¿Por que no se me ocurrió acusar al sheriff de Nottingham de bloquear los bosques de Sherwood? ¿Por qué no se me ocurrió acusar al sheriff de aliado del imperialismo norteamericano?”

jueves, 12 de febrero de 2009

Gelabert


Hoy Encuentro en la Red publica un artículo mío sobre el escultor Florencio Gelabert Jr. quien el mes pasado tuvo una exposición en el Chashanna Art Studios & Gallery (461 West de la 126 calle entre las avenidas Ámsterdam y Morningside). Abajo les pongo el texto:

Florencio Gelabert Jr.: confabulación de opuestos

Como todo lo que aspire a estar vivo, la obra de Florencio Gelabert Jr. se alimenta de contradicciones. En sus muestras más recientes (Interceptions, Frost Art Museum, FIU, Miami, y Birth & Accumulations, Chashanna Art Studios & Gallery, Nueva York), el artista se empeña en conjugar dos desvelos incongruentes en apariencia (y valdría añadir, tratándose de un escultor, también en textura): arquitectura y naturaleza. Un teólogo (o un masón) no tendría mayores problemas para disolver la incoherencia, ya que ambas —explicaría— son obra de arquitectos. La diferencia estribaría en que mientras unos trabajan con planos y piedras, el Otro prefiere lo absoluto como materia.
Pero a Gelabert no parecen atraerle las soluciones sedantes de la retórica o la teología. De la arquitectura le interesan, no la totalidad, sino los fragmentos en su condición de ruina, despojo de lo que alguna vez fue sueño hecho piedra. De la naturaleza elige expresiones tan elementales y ubicuas como las yerbas y las flores silvestres, emblema sencillo y vital. La vida y la muerte, en suma, pugnando por hacerse espacio cada una al precio de la otra.
En medio de la arquitectura moribunda brota la vida en su variante más simple y feliz. Parecería que el artista quisiera darle la razón a aquel predicador escocés que intentaba resumir la impotencia del hombre frente a la divinidad pontificando: "Nuestras obras decaen y desaparecen pero las obras más tiernas de Dios se mantienen, mirando con desprecio las ruinas que nos esforzamos por criar".
Gelabert es menos optimista que el predicador en cuanto a la supervivencia de la obra del Gran Arquitecto. Sabe que la humanidad ha multiplicado su capacidad de envenenarla casi hasta la aniquilación y, sin embargo, insiste en apostar por esa vida breve y lustrosa que asoma en sus esculturas.
En textos y declaraciones, el artista (pese a la apariencia austera de sus esculturas) insiste en acusarse de barroco. Si entendemos lo barroco, no como simple recargamiento, profusión de detalles, sino como expresión de un tiempo de confusiones y desgarraduras, de conciencia extrema de lo frágil de la existencia, podríamos ver en la obra reciente de Gelabert justo la inversión de cierta lógica barroca, la del vanitas.
En medio de la abundancia ostentosa de las naturalezas muertas, siempre había espacio para colocar un detalle (una calavera, un reloj, los signos de putrefacción de una fruta) que recordase la fugacidad de la vida y el imperio moroso de la muerte. En estas obras de Gelabert, la irrupción de las flores entre las ruinas parece empujarnos a recordar la reserva de vida que puede encontrarse en plena decadencia.
Pero a este vitalismo que proponen las piezas del artista habría que añadir una última contradicción. La sustancia, las materias mismas de las que se componen estas piezas y sus texturas ponen en cuestión todo lo dicho anteriormente, llevando el sentido de la obra al reino próspero de lo ambiguo.
Ruinas de sheet rock y flores plásticas: nada que indique pretensiones de realidad. Lo que aparenta ser piedra herida no esconde sus rebordes de cartón. Como si el artista no quisiera que olvidáramos que esta batalla entre lo vivo y lo muerto no es más que un simulacro; que el arte nunca puede renunciar a su carácter fantasmal so pena de perder su única fuerza, que es el reconocimiento de su debilidad. O que la creación (con minúsculas) no aspira a competir con la otra Creación, más segura de sí misma pero, si lo pensamos bien, no menos fantasmal.

martes, 10 de febrero de 2009

Parar de fumar

Hace unos días que no fumo y ya siento los primeros efectos. No fumar alarga la vida. No sé cuando me voy a morir pero desde que dejé de fumar cada día se me hace interminable. No veo llegar la hora en que gracias al sueño me puedo olvidar por un rato de mi desesperado enfrentamiento al vicio. Mientras me encaminaba tranquilamente hacia el cáncer o el infarto, la vida era distinta, llena de intensidad y alegría. Pero ahora que llevo una semana de vida sana –además de abandonar el cigarro el médico me urgió a hacer dieta y ejercicios- esto de la vida se me va haciendo insoportable. La gente decía “esta vida de mierda” y no la entendía porque ignoraba lo que es asumir la vida con todas sus consecuencias y cuidar del cuerpo propio es la más agotadora de todas. (Mis amigos me felicitan por mi decisión pero no entiendo cómo se pueda querer a alguien que se pase el día contando calorías). Ahora deberé imaginarme cómo se las arreglan los pobres no fumadores (en cuyas filas me incluyo no sin remordimientos) sin esa ventanita de humo, placer y muerte al alcance de la mano. La alegría de vivir, lo entiendo ahora, debe ser sazonada con un poco de muerte, con la conciencia de que nuestra estancia en el mundo es algo muy provisional y un cigarrillo en la mano basta para recordártelo. Si he interrumpido ese vicio es porque soy al mismo tiempo racional y cobarde y mi médico me convenció con los argumentos justos para un tipo como yo: cifras, simpatía y miedo. “He tratado adictos a la heroína y me dicen que la del cigarro es la más fuerte de las adicciones. Así que te entiendo pero no tienes otra opción”. Ya di el primer paso, parar de fumar. Ahora me queda la parte metafísica digamos. Aceptar de una vez que estoy condenado a una vida sin cigarros, esa eternidad.

Protesta

Desde su blog Alexis Romay ha lanzado la convocatoria a una protesta por los cincuenta años de dictadura ininterrumpida en Cuba el domingo primero de marzo frente a la Misión Cubana ante la ONU en la calle 38 y Lexington de Manhattan. Ya consiguió los permisos correspondientes para la protesta de 1 a 3 de la tarde. Sólo falta que todo el que pueda se presente a la protesta. Están todos invitados a participar. Nos vemos allí. Como verán hubo un tiempo en que Lexington se llenaba.



El perico está llorando

Cuenta la leyenda que la conga “El perico está llorando”, estrenada durante los carnavales de 1970, fue inspirada por un discurso del Difunto. Precisamente aquél en que anunciaba el fracaso de la Zafra de los Diez Millones. Como verán en el video la puesta en escena contó como teloneros a pescadores recién liberados de un secuestro en alta mar. Son precisamente ellos los encargados de darle algo de espontaneidad al acto. Si no quieren sportar todo el video la confesión del fracaso de la zafra está hacia el minuto siete.

lunes, 9 de febrero de 2009

“Siempre lo imposible tan estúpido como lo real”

No viene a cuento y precisamente por eso siempre es oportuno un poema de Pessoa, uno de los más famosos, de esos de los que han leído un solo poema de Pessoa han leído este. Pero va y alguien no lo ha leído. O si lo ha leído le viene bien para empezar la semana.

Tabaquería

No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.

Ventanas de mi cuarto,
de mi cuarto de uno de los millones de gente que nadie sabe quién es
(y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?),
dais al misterio de una calle constantemente cruzada por la gente,
a una calle inaccesible a todos los pensamientos,
real, imposiblemente real, evidente, desconocidamente evidente,
con el misterio de las cosas por lo bajo de las piedras y los seres,
con la muerte poniendo humedad en las paredes y cabellos blancos en los hombres,
con el Destino conduciendo el carro de todo por la carretera de nada.

Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviese a punto de morirme
y no tuviese otra fraternidad con las cosas
que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de la calle
la fila de vagones de un tren, y una partida pintada
desde dentro de mi cabeza,
y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos a la ida.

Hoy me siento perplejo, como quien ha pensado y opinado y olvidado.
Hoy estoy dividido entre la lealtad que le debo
a la tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.

He fracasado en todo.
Como no me hice ningún propósito, quizá todo no fuese nada.
El aprendizaje que me impartieron,
me apeé por la ventana de las traseras de la casa.
Me fui al campo con grandes proyectos.
Pero sólo encontré allí hierbas y árboles,
y cuando había gente era igual que la otra.
Me aparto de la ventana, me siento en una silla. ¿En qué voy a pensar?
¿Qué sé yo del que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? Pero ¡pienso ser tantas cosas!
¡Y hay tantos que piensan ser lo mismo que no puede haber tantos!
¿Un genio? En este momento
cien mil cerebros se juzgan en sueños genios como yo,
y la historia no distinguirá, ¿quién sabe?, ni a uno,
ni habrá sino estiércol de tantas conquistas futuras.
No, no creo en mí.
¡En todos los manicomios hay locos perdidos con tantas convicciones!
Yo, que no tengo ninguna convicción, ¿soy más convincente o menos convincente?

No, ni en mí...
¿En cuántas buhardillas y no buhardillas del mundo
no hay en estos momentos genios-para-sí-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas
-sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas-,
y quién sabe si realizables, no verán nunca la luz del sol verdadero
ni encontrarán quien les preste oídos?
El mundo es para quien nace para conquistarlo
y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón.
He soñado más que lo que hizo Napoleón.
He estrechado contra el pecho hipotético más humanidades que Cristo,
he pensado en secreto filosofías que ningún Kant ha escrito.
Pero soy, y quizá lo sea siempre, el de la buhardilla,
aunque no viva en ella;
seré siempre el que no ha nacido para eso;
seré siempre el que tenía condiciones;
seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al pie de una pared sin puerta
y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
y oyó la voz de Dios en un pozo tapado.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Derrámame la naturaleza sobre mi cabeza ardiente
su sol, su lluvia, el viento que tropieza en mi cabello,
y lo demás que venga si viene, o tiene que venir, o que no venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
conquistamos el mundo entero antes de levantarnos de la cama;
pero nos despertamos y es opaco,
nos levantamos y es ajeno,
salimos de casa y es la tierra entera,
y el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.

(¡Come chocolatinas, pequeña,
come chocolatinas!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que las chocolatinas,
mira que todas las religiones no enseñan más que la confitería.
¡Come, pequeña sucia, come!
¡Ojalá comiese yo chocolatinas con la misma verdad con que comes!
Pero yo pienso, y al quitarles la platilla, que es de papel de estaño,
lo tiro todo al suelo, lo mismo que he tirado la vida.)

Pero por lo menos queda de la amargura de lo que nunca seré
la caligrafía rápida de estos versos,
pórtico partido hacia lo Imposible.
Pero por lo menos me consagro a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
noble, al menos, en el gesto amplio con que tiro
la ropa sucia que soy, sin un papel, para el transcurrir de las cosas,
y me quedo en casa sin camisa.

(Tú, que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
o diosa griega, concebida como una estatua que estuviese viva,
o patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
o princesa de trovadores, gentilísima y disimulada,
o marquesa del siglo dieciocho, descotada y lejana,
o meretriz célebre de los tiempos de nuestros padres,
o no sé qué moderno -no me imagino bien qué-,
todo esto, sea lo que sea, lo que seas, ¡si puede inspirar, que inspire!
Mi corazón es un cubo vaciado.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus, me invoco
a mí mismo y no encuentro nada.
Me acerco a la ventana y veo la calle con absoluta claridad,
veo las tiendas, veo las aceras, veo los coches que pasan,
veo a los entes vivos vestidos que se cruzan,
veo a los perros que también existen,
y todo esto me pesa como una condena al destierro,
y todo esto es extranjero, como todo.)

He vivido, estudiado, amado, y hasta creído,
y hoy no hay un mendigo al que no envidie sólo por no ser yo.
Miro los andrajos de cada uno y las llagas y la mentira,
y pienso: puede que nunca hayas vivido, ni estudiado, ni amado ni creído
(porque es posible crear la realidad de todo eso sin hacer nada de eso);
puede que hayas existido tan sólo, como un lagarto al que cortan el rabo
y que es un rabo, más acá del lagarto, removidamente.

He hecho de mí lo que no sabía,
y lo que podía hacer de mí no lo he hecho.
El disfraz que me puse estaba equivocado.
Me conocieron enseguida como quien no era y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme el antifaz,
lo tenía pegado a la cara.
Cuando me lo quité y me miré en el espejo,
ya había envejecido.
Estaba borracho, no sabía llevar el dominó que no me había quitado.
Tiré el antifaz y me dormí en el vestuario
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo
y voy a escribir esta historia para demostrar que soy sublime.

Esencia musical de mis versos inútiles,
ojalá pudiera encontrarme como algo que hubiese hecho,
y no me quedase siempre enfrente de la tabaquería de enfrente,
pisoteando la conciencia de estar existiendo
como una alfombra en la que tropieza un borracho
o una estera que robaron los gitanos y no valía nada.

Pero el propietario de la tabaquería ha asomado por la puerta y se ha quedado a la puerta.
Le miro con incomodidad en la cabeza apenas vuelta,
y con la incomodidad del alma que está comprendiendo mal.
Morirá él y moriré yo.
Él dejará la muestra y yo dejaré versos.
En determinado momento morirá también la muestra, y los versos también.
Después de ese momento, morirá la calle donde estuvo la muestra,
y la lengua en que fueron escritos los versos,
morirá después el planeta girador en que sucedió todo esto.
En otros satélites de otros sistemas cualesquiera algo así como gente
continuará haciendo cosas semejantes a versos y viviendo debajo de cosas semejantes a muestras,
siempre una cosa enfrente de la otra,
siempre una cosa tan inútil como la otra,
siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
siempre el misterio del fondo tan verdadero como el sueño del misterio de la superficie,
siempre esto o siempre otra cosa o ni una cosa ni la otra.

Pero un hombre ha entrado en la tabaquería (¿a comprar tabaco?),
y la realidad plausible cae de repente encima de mí.
Me incorporo a medias con energía, convencido, humano,
y voy a tratar de escribir estos versos en los que digo lo contrario.
Enciendo un cigarrillo al pensar en escribirlos
y saboreo en el cigarrillo la liberación de todos los pensamientos.
Sigo al humo como a una ruta propia,
y disfruto, en un momento sensitivo y competente,
la liberación de todas las especulaciones
y la conciencia de que la metafísica es una consecuencia de encontrarse indispuesto.

Después me echo para atrás en la silla
y continúo fumando.
Mientras me lo conceda el destino seguiré fumando.
(Si me casase con la hija de mi lavandera
a lo mejor sería feliz.)
Visto lo cual, me levanto de la silla. Me voy a la ventana.

El hombre ha salido de la tabaquería (¿metiéndose el cambio en el bolsillo de los pantalones?).
Ah, le conozco: es el Esteves sin metafísica.
(El propietario de la tabaquería ha llegado a la puerta.)
Como por una inspiración divina, Esteves se ha vuelto y me ha visto.
Me ha dicho adiós con la mano, le he gritado ¡Adiós, Esteves! , y el Universo
se me reconstruye sin ideales ni esperanza, y el propietario de la tabaquería se ha sonreído.

“Por algo será”

“Nadie puede hacerse el inocente o el ingenuo”. Esa es la frase del día la copia Penúltimos días de una entrevista en ABC a la presidenta argentina. Para que se entienda el contexto va abajo la pregunta con la respuesta completa.
Como gran defensora de los derechos humanos ¿cree que en Cuba se respetan? ¿Por qué no se reunió con los disidentes?
—El tema de derechos humanos tiene que ver con las características en que se ha visto inmersa la isla, con un bloqueo, con atentados, con gente que ha capturado aviones y sigue viviendo en Estados Unidos y no ha sido entregada… No creo que sea ése el tema central en una visita a Cuba. Me parece un ejercicio que tiene que ver con cierta posición frente al Gobierno de la isla que no tiene toda la objetividad, teniendo en cuenta el mundo en el que ha vivido, con operaciones que todos conocemos. Nadie puede hacerse el inocente o el ingenuo.

No sé si el título de “gran defensora de los derechos humanos” es una ironía del periodista pero la presidenta no se atreve a rebatirlo. Lo que sí deja claro esta autoridad en la materia es que los derechos humanos no son universales sino puramente circunstanciales. Esas vaguedades de las “operaciones que todos conocemos” alude obviamente a una complicidad con cierto lector. Un lector de izquierdas que debe captar el guiño y no ser inocente o ingenuo. Es una verguenza que la izquierda, cuya defensa de los derechos humanos se supone uno de sus emblemas, justifique tan escandalosamente el caso cubano, lo dote de una supeusta excepcionalidad. Y sí, me refiero a TODA la izquierda sin excepciones porque en lo tocante a Cuba o apoyan los crímenes o miran para otro lado o critican con la voz más queda que encuentran de modo que sólo lo escuche el amigo exiliado que tiene al lado. Y los pocos que se atreven a criticar en voz alta, que los hay, saben que desde ese momento se pondrá en cuestión su izquierdismo. La posición de la izquierda respecto a Cuba me recuerda aquella caricatura de Fontanarrosa en la que un obispo dice “Porque la Iglesia no se quedó callada ante los crímenes de la dictadura”. “¿Y que decía?” pregunta un periodista. “Por algo será”. Esa era la respuesta que daba la Iglesia a los crímenes. Siempre habría una razón que los justificara. Este “Nadie puede hacerse el inocente o el ingenuo” no es mas que una variante zurda del “Por algo será”.
(Como casi todos los que en el fondo somos sentimentales tengo tendencias de izquierda -también hay una izquierda no sentimental, la de los Che o los Castros, la que manda, pero esa es otra historia- pero como cubano me averguenza la mera asociación con ella.)

domingo, 8 de febrero de 2009

Bohimeo

Dedicado a los Cinco Prisioneros del Imperio:

Un misterio nítido

En noviembre cuando andaba por Miami con motivo de la feria del libro me tropecé por casualidad con la exposición Campo adentro de la fotógrafa norteamericana Susan S. Banks. Téngase en cuenta que la casualidad es algo que en una ciudad tan dispersa como es Miami se supone descartado. Uno va a un lugar y luego a otro, no se encuentra nada por casualidad. Pero esa noche convivían increíblemente un recital de poesía con una inauguración de exposición con concierto incluido a menos de 50 metros. Ya bastante tenía con la sorpresa de la proximidad pero no era la única. La exposición era realmente muy buena. Cuba se ha convertido en los últimos años en festín de fotógrafos ávidos de exotismo ideológico y ruinas. Y cuando uno cree que no le queda nada por ver se encuentra con estas fotos hechas a lo largo de seis años de dedicada relación entre la fotógrafa y sus modelos de las que salen que reúnen naturalidad, misterio y nitidez como hace mucho no recordaba. Esos rostros secos y paisajes neblinosos como solo se pueden encontrar en el valle de Viñales. No hay muchas fotos que puedan encontrarse en internet pero allí van algunas. Están además reunidas en un libro que ya salió a la venta. El video de la inauguración de la exposición lo tomé del blog de Zoe Valdés. La fotógrafa es quien aparece justamente tomando fotos del concierto.









sábado, 7 de febrero de 2009

Thank You Fidel

A sugerencia de un lector esta cancion de "Yerba Blue". O si lo prefieren, en castellano. Es flojita pero por eso mismo reune todas las condiciones para convertirse en un himno.

Culturales

Hurgar en las páginas culturales de Granma siempre trae recompensa. Amigos que van y vienen me tratan de convencer de los cambios que se van produciendo en el país pero el Granma sigue sin enterarse. Esos titulares siguen tan imaginativos como siempre. Ese Rescatan en Camagüey taller de grabado como si se tratara de la crónica roja o de una reedición del rescate de Sanguily de quien ahora dudo si era un brigadier mambí o un taller de serigrafía.
O esta maravilla de titular: Recibieron gran impacto cultural montañeses de Cienfuegos. Y al parecer no se trata solo de una metáfora. “El embate de los huracanes Gustav, Ike y Paloma activó a seis brigadas compuestas por más de 120 artistas, quienes realizaron actividades gratuitas entre los meses de septiembre, octubre y noviembre” No me imagino qué sera más duro de soportar: un huracán o el embate devastador de seis brigadas culturales. Y luego concluye con este parrafo que no tiene desperdicio: "Las 17 comunidades del lomerío sureño cuentan con tres salas de video y seis de televisión, dos museos, un centro literario y la sede del Conjunto Artístico Integral de Montaña, instituciones que fomentan la conservación de los valores identitarios de la población serrana".
También hay titulares fantasmales con mucho de horror y suspense como este: Primera visita de Fidel a Guantánamo en expo fotográfica. Y otros que despistan.Uno lee Cuenta Cuba con un prolífico patrimonio cultural sumergido y piensa que hablan de que se refieren a todo lo que los escritores tienen guardado en sus gavetas pero la inmersión en este caso es literal. Hablan de los galeones hundidos en las costas cubanas por mucho que a uno le cueste trabajo asimilarlo como “patrimonio cultural sumergido”. Y para rematar un listado de editoriales provinciales cubanas que participarán en la feria del libro. Las hay desde las alusivas a la situación del país - Ancora, de la Isla de la Juventud-, otras que parecen el nombre de una logia -La Luz (Holguín)-, las que darían para un buen nombre de cerrajería ortodoxa - Aldabón (Matanzas)-, o de empresa pescado enlatado -Reina del Mar (Cienfuegos)- pero el nombre que más me gusta es el de la villaclareña Sed de Belleza. Las peluquerías deben estar peleandoselo.

Una gentileza


A Jorge Ferrer de El Tono de la Voz quiero agradecerle haber incluido en su blog un generoso comentario sobre mi libro Elogio de la levedad y un fragmento de su capítulo final. También me da la oportunidad de leer las opiniones de los lectores que me han resultado muy instructivas sobre todo porque consiguen resumir muy bien una de las grandes virtudes cubanas: no dejar distraerse por ninguna idea ajena a la hora de soltar el discurso propio. Y otra bella tradición: dedicarse a descubrir agentes castristas en los sitios mas insospechados. Aquí reproduzco el fragmento citado por Ferrer que es un breve capítulo que lleva el mismo título que el del libro:

Elogio de la levedad
Por Enrique del Risco
A pesar del esfuerzo desmitificador de estos ensayistas su propio discurso a su vez no está exento de una dimensión mítica. Todos estos estudios, en su esfuerzo por la localización del origen del “mal” en el cuerpo mismo de la nación, “mal” en el que se que podría reincidir en cualquier futuro posible de no tomarse las debidas prevenciones, pueden resumirse en un nuevo relato mítico. Según este la Revolución y el régimen totalitario resultante son consecuencia y castigo por los pecados cometidos por aquellos que en la construcción de la nación no supieron ver, imaginar y defender otras soluciones que las que no emanaran del relato revolucionario. Conscientes de que el actual régimen ha permanecido demasiado tiempo como para desconocer su peso e importancia en la historia y la memoria nacionales estos ensayistas a diferencia de aquellos críticos de la Revolución en las primeras décadas intentan encontrarle un sentido al relato revolucionario y sobre todo a su agotamiento para imaginar salidas a la ruptura que se avecina tras la muerte de las principales figuras del régimen. De ahí que no baste con apelar a las tradiciones democráticas y liberales en el sentido más amplio, marginadas durante décadas por el discurso oficial. Estos ensayistas no desconocen el estado de agotamiento de la sociedad cubana actual, la profunda crisis de confianza en “los discursos ‘duros’ de identidad nacional, reflotados en la última década” (Nuez.12), suspicacia que algunos han dado en llamar “cansancio histórico”. Tampoco ignoran que la nueva Tierra Prometida de la democracia y el estado de derecho (“paraíso de la indistinción y de la indiferencia” al decir de Jorge Ferrer) carece del aura redentora de las revoluciones y que “es muy posible que se arribe a ella cuando ésta manifieste su canto de cisne, cuando pasa sus horas más bajas el Homo democraticus” (Nuez.12) Por lo demás el énfasis del discurso oficial en su propia gravedad y sus reacciones desmedidas hacia todo lo que pudiera parecer frívolo o leve estimularon el crecimiento de una sospecha: la de la vacuidad de ese discurso y su incapacidad de respuesta ante los discursos críticos que no imitaran su propia gravedad. Esto lleva a Carlos Alberto Aguilera a la conclusión de que
parece que un estado es mucho más frágil de lo que in situ aparenta. De ahí que como decía la Mandelstam tengan que castigar y hacer cirugía hasta el hueso, silenciando cualquier relato o palabra que coloque en evidencia los rasgos creativos. De ahí, que a todas las ficciones de estado falte risa. (Aguilera)
Esta conjunción de circunstancias políticas y necesidades discursivas, de exaltación oficial de nacionalismo y agotamiento íntimo de ese tono discursivo fue la causa de que con sorprendente sincronía muchos de estos ensayistas hayan lanzado una especie de cruzada contra los discursos graves del estado y a su vez empiecen a apelar a un discurso nacional “leve”. Desde Rafael Rojas con su propuesta de un “patriotismo suave” hasta José Manuel Prieto o Emilio Ichikawa exaltando las virtudes de la frivolidad. Desde Jorge Ferrer invitando festivamente a la apostasía patriótica hasta las arremetidas del propio Ichikawa contra la exaltación del heroísmo y el espíritu de sacrificio. Como diría Rojas al definir esta tendencia “Frente al metarrelato monumental de la nacionalidad, se coloca un discurso tenue y sensitivo que ironiza hasta su propia resistencia” (Rojas.1998.223). Las alternativas que ofrece este discurso leve y autoirónico van desde mesuradas recomendaciones de convivencia democrática o reconstrucción arquitectónica hasta propuestas ironicamente delirantes como la sustitución de los omnipresentes bustos de Martí por “piezas bicéfalas, en las que unos mismos hombros sostengan las cabezas de Martí y Shabbatai Tseví”, famoso apóstata judío (Ferrer.162) o el proyecto de monumento funerario para Fidel Castro ideado por el arquitecto exiliado Rafael Fornés.
En esta apelación a la levedad se ha querido encontrar una vacuna contra futuros totalitarismos -al tiempo que se erosiona el monolitismo del discurso actual- luego de que estos ensayistas se han convencido de que “la desembocadura de todo proyecto ulterior en el gulag o en Auschwitz (...) es evitable rebajando el perfil detonante de esas retóricas que hoy nos hablan en nombre del Pueblo, de la Causa, de la Patria, incluso de la Democracia” (Nuez.13) La adopción de un discurso leve sirve para contaminar de levedad las retóricas graves a las que se enfrenta, hace sospechar del peso que se atribuyen a sí mismo los discursos graves y denuncia su fragilidad, puesta de manifiesto en su incapacidad de hacerle frente a ese discurso leve como no sea suprimiéndolo. De ahí que José Manuel Prieto manifieste su asombro de que “hasta ahora nadie haya reparado en el devastador efecto de la frivolidad sobre el cuerpo del totalitarismo.” (J. M. Prieto.73) Por eso propondrá frente a los discursos disidentes que reproducen la gravedad del discurso que critican un “tránsito hacia lo frívolo, o lo que es lo mismo, hacia lo humano: los grandiosos objetivos de la época rebajados a pequeñísimos goces actuales; un presente hinchado de significados, vasto, disfrutable en todos sus resquicios” (79) Incluso en proposiciones más vehementes como la de Jorge Ferrer, con su invitación a la apostasía incluida, se aprecia un gesto lúdico cuyo juego consiste en convertir la precariedad y el tedio histórico en sistema e incluso, señas de identidad:
Vindico, ya por fin, un nuevo reino. Vindico una nación de apóstatas que se reconozca gozosa de ser tal. Una nación deslocalizada e imbuida de una perpetua conversión. Una Cuba conversa y convertible. Otra teleología, otro espacio de redención, en el que se encarnen al mismo tiempo la tradición relegada al olvido y la ironía sobre esa misma tradición (Ferrer.160)
Otro tanto hace Emilio Ichikawa en su invitación a un hedonismo helénico en oposición al discurso del eterno sacrificio sostenido por el poder cubano. Lo que proponen todos estos textos es una fe al alcance de todos, de los mártires de la democracia y de los paralizados por el cansancio histórico. Este discurso leve responde más que a un aparente nihilismo a lo que Rojas llama una “ética intelectual de una edad sin certezas” (Rojas.1998.222).
Por otra parte, estos escritores han comprendido que para tener algún éxito en su guerra de guerrillas discursiva deben empezar por cambiar los paradigmas. Hay que tener en cuenta que no sólo se trata de enfrentar al todopoderoso sistema de propaganda castrista sino también a la nostalgia de occidente por aquellos tiempos no tan lejanos en que todo prometía cambiar de una vez y por todas. Nostalgia por los tiempos en los que los futuros gurús del posestructuralismo francés, y uno que otro estadista europeo o latinoamericano buscaban su sitio tras las barricadas.
Y he allí una de las paradojas más sugerentes del nuevo ensayismo cubano. Se ha valido de vocabularios, estrategias discursivas, gestos políticos y nuevas zonas de reinvindicación promovidos por un pensamiento nostálgico de la Revolución para cuestionarse la única revolución modélica que al menos en apariencia ha sobrevivido al siglo XXI. Han intentado evitar el enganche simbólico del régimen cubano al carro de la posmodernidad y la cultura de la diferencia denunciando su carácter básicamente antimoderno, delatando su conservadurismo profundo.
Pero existe una paradoja todavía más desconcertante. Esta es el hecho de que sea Cintio Vitier, la bestia negra de la mayor parte de los ensayistas a que me he referido, quien de una manera inédita hasta entonces hubiera insistido en 1957 en la levedad cubana y en sus posibilidades positivas. En Lo cubano en la poesía Vitier enumera diez esencias de lo cubano entre las que incluye “ingravidez”, “intrascendencia”, “despego”, “vacío” todas estas asimilables a lo que aquí he llamado “discurso leve”. Cierto es que Vitier “frente a esa imagen constante y normal de lo cubano” opone “solitario y heroico, el empeño fundacional de la trascendencia, de la gravedad, de la sustancia, alimentado cada vez de modo distinto en la raíz hispánica, como lo demuestran los casos, por lo demás tan diversos de Martí y de Lezama, concluyentes a este respecto” (Vitier.1970.576) No obstante que Vitier favorezca el gesto grave y trascendente sugiere que la levedad cubana, “ese despego tácito y oscuro”, “encierra también otros sentidos de posible aprovechamiento espiritual” (579) y señala entre las principales ventajas “la de escapar, siquiera sea parcialmente, a las fatalidades dialécticas de la cultura y a las intoxicaciones del causalismo intelectual”. O que “nuestra falta inicial de dones para la continuidad del discurso, puede llevarnos a la posibilidad de otro planteamiento de los dones” (579).

Anoche

Anoche estuve en un concierto de Eddie Palmieri con La Perfecta II, una recreación de su banda de los sesenta y con un repertorio tomado de los discos de esa época: “Café”, Lázaro y su micrófono”, “Ritmo caliente”, “Lázaro el Suave”, “Muñeca”, “El molestoso”, “Lo que traigo es sabroso” etc. Repiten algunos de los músicos que tocaron con Cachao en sus “Legendary Master Sessions” como el tresero Nelson González, el trombonista Jimmy Bosch y el cantante Herman Olivera. Parecería que Palmieri es sólo un gran recreador del estado clásico de una música pero entonces uno escucha uno de sus tumbaos vertiginosos y densos que se van a una zona oscura de la música a donde muy pocos saben llegar y reconoce que el genio está allí, con lámpara y todo. En el público estaba Herbie Hancock gozando de lo mismo con cada detalle y Rubén Blades también andaba por allí. Los dejo con una pieza tocada por Palmieri en Woostock 73 junto a Andy y Jerry González, Ismael Quintana, Alfredo de la Fe, Tommy "Chucky" López, Mario Rivera, Barry Rogers, Joao Donato y Willie Matos.


Andy y Jerry González, Ismael Quintana, Alfredo de la Fe, Tommy "Chucky" López, Mario Rivera, Barry Rogers, Joao Donato y Willie Matos.

Si quieren tener una idea del formato actual pueden verlo aquí. Y aquí pueden verlo tocando una pieza de Arsenio: Dame un cahito pa' huelé.

jueves, 5 de febrero de 2009

Por fin


Parecía que el apóstol iba a morir en el año de su centenario, tanta era la afrenta… Parece que por fin se va a poder comprar ¿Qué pensarán de nosotros en Japón? en amazon. Ya está en una distribuidora norteamericana así que no le hagan mucho caso al aviso de que no la tienen en stock porque la distribuidora norteamericana ya tiene las copias. Muchas gracias a Queta y Alexis Romay por las gestiones que realizaron para conseguir algo que debería ser bastante menos épico.
Abajo un par de comentarios sobre el libro:

“¿Qué pensarán...? traza el recorrido de unas vidas fuera de lugar, de personajes que pudiéramos llamar atópicos. Y no porque persigan el tan manoseado “no hay tal lugar” que designa la utopía, sino porque son ellos los que no tienen lugar en cualquiera de las plazas realmente existentes de este mundo. Bregados en el arduo heroísmo de la supervivencia; con sus situaciones límite y a la vez cotidianas, extraordinarias y al mismo tiempo vulgares. Outsiders que, junto a la ganancia que les concede el exilio, son portadores de una pérdida que los aligera y, por eso mismo, les deja un vacío que no puede rellenarse. (…) Humanos, demasiado humanos, en la batalla de esa épica menor asfixiada una y otra vez por las Grandes Causas.”
Iván de la Nuez

“En Cuba usamos la frase “sacar un sable” para referirnos a una sorpresa que llega envuelta en palabras. Termino de leer estos cuentos y quedo con la sensación de haber paseado por una impresionante galería de armas blancas. En este libro —además de sables que cuelgan en las paredes— hay una Katana que corta enloquecida en el metro de Nueva York, una navaja que salva vidas, y un cuchillo que apunta, con dudas, al viejo dilema de ser libres matando. La sorpresa más grata, sin embargo, que dejan estas historias es la comprobación de un viejo adagio: nada corta mejor que una página bien escrita. La prosa de Enrique del Risco destella honestidad y elegancia, tiene el filo de una hoja forjada sin excesos, hecha con golpes de inteligencia y puesta a enfriar con un gran respeto por el lector. La risa que salta en cada uno de estos relatos tiene la rara cualidad de dar alegría sin caer en la burla o el cinismo, de hacernos creer que en el Japón los machetes son un despilfarro de acero.”

César Reynel Aguilera