sábado, 28 de septiembre de 2024

Niños náufragos


 

El otro día un amigo decidió emboscar a su novia para ofrecerle matrimonio. La emboscada tendría lugar en la cocina de mi casa con el pretexto de una una comida repentina a la que los debía invitar. La sorpresa que tenía preparada mi amigo no funcionó tal como había pensado y tuvo que aparecer mi mujer a "descubrir" la cajita con los anillos que la novia debió haber encontrado entre las copas de vino. Mi amigo, arrastrado por el ejemplo de las películas y de Tik Tok, arrodilló su corpachón enorme frente a la novia y ahí fue que apareció la duda: no le quedaba claro en qué dedo colocarle el anillo a su -ahora- prometida.
Yo, que me casé de emergencia en un registro civil días antes de irme de Cuba y pertenezco a la generación que se apareó inceremoniosamente sin el ritual de los anillos apenas atiné a decirle que creía que de novios los anillos se usaban en la mano izquierda y, ya casados, en la derecha. Por suerte en ese momento apareció una señora mayor, de las de antes -en mi casa siempre aparece alguna señora mayor dispuesta a compartir su sabiduría- para confirmar mis sospechas, para darle a mis sospechas la firmeza de la tradición.
Cuento esto como una de las tantas instancias en que se revela nuestra condición de náufragos. Ni siquiera de náufragos adultos sino niños náufragos como lo eran los de aquella famosa película “La isla azul” donde a cada paso enfrentaban las circunstancias más elementales como si fuera la primera vez. Sin siquiera la presencia de una señora mayor para recordarnos cuáles eran los dictados de la tradición que una vez violentaron nuestros padres -y acaso también aquella señora- para luego quedarse con las manos vacías e hijos que no recuerdan ni las rutinas de la costumbre ni el sentido profundo de rebelarse contra ellas.

2 comentarios:

  1. No está escrito en piedra. En varios países hispanos y europeos colocan los anillos como describes. En otros de América, incluyendo EE.UU., Europa y Asia la costumbre es a la inversa. Pero siempre en el dedo anular. Los romanos creían que el anular de la mano izquierda conectaba directamente al corazón por la vena "Amoris" (no existe). Así nació la tradición. Los mejores deseos a tu amigo y su pareja. Saludos.

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  2. En Cuba la costumbre era como se dice en el escrito. Se usaba un mismo anillo antes y después de la boda. El anillo se llevaba en el dedo anular izquierdo antes del matrimonio, y se pasaba al anular derecho después de la boda. La misma prenda en la mano izquierda era un "anillo de compromiso", y en la derecha un "anillo de matrimonio".
    En EEUU la costumbre es diferente. El "wedding ring" (de matrimonio) se usa después de la boda, en el anular izquierdo y las "fiancees" (prometidas) usualmente no usan anillo. Sin embargo, algunas "fiancees" usan un "engagement ring" (anillo de compromiso), por razones de estilo personal o para desalentar avances románticos. En EEUU, esos anilllos se usan siempre en el dedo anular de la mano izquierda.
    La costumbre de usar el anillo matrimonial en el anular izquierdo en algunos países, se asocia a una antigua leyenda sobre una supuesta "vena amoris" (vena del amor) que pasa por edicho dedo y conecta con el corazón.

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