Primero, copia de la carta firmada por "El pueblo de Cuba y el Movimiento de la Nueva Trova" que le deslizaron por debajo de la puerta al músico Mike Porcel durante un acto de repudio en 1980:
Y una nota de Silvio Rodríguez de marzo del 2020 tratando de explicar su participación en aquel acto de repudio. En ambos casos pinche para ampliar la imagen:
Y una nota de Silvio Rodríguez de marzo del 2020 tratando de explicar su participación en aquel acto de repudio. En ambos casos pinche para ampliar la imagen:
el descarado de Silvio Rodriguez que vende la imagen de que el es muy independiente en cuba, tuvo que ir al mitin porque lo estaban esperando y ademas lo buscaron para empezar porque "estaban esperando por el", por que si no estaba de acuerdo con esas acciones y es tan "independiente" en su forma de actuar y pensamiento, no dijo que no iria y ademas que no estaba de acuerdo con esos actos de repudio?
ResponderEliminardescarado y oportunista es lo que siempre ha sido.
¿Qué historia es esta del repudio susurrado? ¡Qué personaje más abyecto y pusilánime que resultó Silvio Rodríguez, por Diosss!
ResponderEliminarA estas alturas, hay poco que decir, pues la podredumbre se conoce por la peste, y el asunto es tan viejo como la “revolución.” La infamia, la bajeza, la vulgaridad, en fin, la miseria humana es inseparable del castrismo, pues de eso proviene y de eso depende—tanto para existir como para persistir.
ResponderEliminarEl esbirrato, por rastrero y asqueroso que sea, es inevitable siempre y cuando resulte rentable, y para mediocres en busca de ser “gente grande” resulta prácticamente irresistible. Hasta (algunas) figuras con verdadero talento se vendieron; no digo yo si no lo iban a hacer figuritas menores, por no decir de pacotilla.
Hay que tener muy claro que casos como Lezama y Virgilio Piñera, que se quedaron en Cuba sin servir a Aquel Horror, son claramente excepcionales, por no decir aberrantes—y gloria a ellos, que bien cara les costó. Nada, no queda otra cosa que el rechazo, pero también queda el bochorno, y para siempre.
La dignidad es una virtud muy difícil de cultivar.
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