Sobre una idea de
Ernesto Fumero:
¿Qué haremos con una
canción que tiene como protagonistas a una niña antiecológica y vándala y a un
árbol pederasta?
¿La prohibimos sencillamente
o le hacemos algunos cambios para que su texto original no afecte la mente de
futuras generaciones?
Como que la niña, en
lugar de grabar “su nombre henchida de placer” en el tronco del árbol
sencillamente lo riegue.
Que el árbol, si
deja caer alguna flor sea por fuerza de gravedad.
Que el árbol, en
general, se calle. Nadie necesita enterarse de las emociones que pueda sentir
un árbol adulto por una menor de edad.
Si alguien debe
hablar es la yerba, pisoteada y desdeñada desde el principio de los tiempos y
por eso en perfectas condiciones para hacer el comentario más apropiado que
sirva de modelo de conducta para el futuro.
Algo así:
Un árbol la niña regaba
Cuando una flor cayó de la altura
Y la niña la echó en la basura
Reciclable porque le estorbaba
Yo, yerba que junto al árbol crece
Te felicito por el ecológico gesto
Pero de que le eches agua al árbol protesto
Porque el que con su sombra acosa no lo merece
O que se aclare que la nin~a tiene 19 an~os y problema resuelto :)
ResponderEliminarPor la parte ecologica, en lugar de grabar su nombre, pudiera hacerse un selfie con el arbol, henchida de placer..