viernes, 29 de septiembre de 2017

Cumpleaños


La única razón por la que me gusta que me recuerden el llamado día de los CDR es porque me anuncia que al día siguiente es el cumpleaños de una de las mejores personas que conozco, mi socio Armando Tejuca. En Cuba se hizo una tradición entre los amigos celebrarlo por todo lo alto como para opacar las mustias festividades del día anterior. Como para que los más abnegados cederistas se preguntaran por qué diablos aquellos peludos gusanoides insistían en equivocarse de fecha de celebraciones. En uno de aquellos cumpleaños tuvimos la ocurrencia de convertir su casona de Santiago de las Vegas en “Museo Casa Natal de Armando Tejuca”. A cada tareco de la sala y el comedor se le puso un cartelito explicativo relacionando dicho objeto con la vida del homenajeado. Por ejemplo (cito de -mala- memoria): “Contador de electricidad de la familia Tejuca que testifica sus frugales hábitos de consumo eléctrico”. "Botas con las que Armando tejuca dio su primer paso al frente". “Juego de comedor de alambrón estilo realismo socialista tardío”. Y otro cartelito para el televisor y otro para los sillones y así sucesivamente. Pero la mejor pieza sin dudas era una tarja ejecutada por el propio Tejuca en cartón corrugado pero pintada de modo que parecía de bronce y que proclamaba que dicha casa había nacido el artista Armando Tejuca etc, etc. Se cuenta que hubo transeúntes que se tomaron tal tarja en serio. ¡Felicidades hermanito!

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