Mi madre es ahora
quinceañera. Quince años fuera de Cuba, de vita nuova. Y los anda celebrando
como sus quince originales. Hace años llegó al aerpuerto JFK, bajando la voz
cuando a la conversación asomaba el nombre del innombrable. “Que ya no estamos
en Cuba, vieja” tuve que decirle. Y tan demacrada que con aquellas inmensas con
que la gente salía de Cuba en lugar de ir a casa decidí llevarla directamente a
un buffet, all you can it, para que se vengara al instante de toda el hambre
reciente. Y en efecto, la cara cara le cambió luego de comer como no la había
visto nunca. (Curioso que no diga que se fue de Cuba por motivos económicos).
Disfruta estos quince vieja.
¡Enhorabuena! quince son quince en cualquier liga. Saludos.
ResponderEliminarFelicidades Magda!... y no hay party?!
ResponderEliminarEnhorabuena y que cumpla muchos mas en el lugar de su preferencia!
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