Así describía Fidel Castro sus relaciones con el poder el 6 de febrero de 1959:
"Yo no soy el gobierno. Todo el mundo sabe que yo he tratado de inmiscuirme lo menos posible en los problemas del gobierno; todo el mundo sabe el desinterés con que he luchado en esta Revolución; todo el mundo sabe que yo no he estado aspirando a cargos de ninguna clase; todo el mundo debe de saber, además, que los cargos no me importan absolutamente nada, porque un cargo para mí es un sacrificio, jamás un negocio, jamás una vanidad.Si todo el mundo ha observado aquí la conducta de los líderes políticos, debe haber comprendido que mi preocupación es más bien alejarme que inmiscuirme en el poder. […] Todo el mundo sabe que, lejos de intentar inmiscuirme en las cuestiones del poder, lo que he tratado por convicción y por principio es de alejarme.Me duele cuando en la prensa extranjera se dice “el régimen de Castro”, porque yo no soy ni hombre fuerte, ni dictador, ni soy un mandón, ni estoy dando órdenes aquí. Y me duele también cuando se me responsabiliza y se me quiere echar la culpa de todos y cada uno de los errores de los demás"Y entonces el pueblo no le dejó otra salida que mantenerse 47 años en el poder.
¡qué clase de hp! saludos.
ResponderEliminarEl pueblo no le dejó otra salida que mantenerse en el poder… ABSOLUTO y sólo por 47 años porque las tripas le jugaron una mala pasada y aún así, desde la gravedad crítica, le traspasó el poder a su hermano TEMPORALMENTE. (Así mismo, Iturralde, qué clase de hijo de puta!!!)
ResponderEliminarMisión cumplida y sobrecumplida
ResponderEliminarUds. no comprenden al HP. Fidel era un artista--un artista de la mentira. Tanto que todavía, a estas alturas, tiene admiradores genuinos, gente que sigue creyendo en él, o por lo menos la imagen que él vendía de si mismo. Alguien que miente de la misma forma que respira, o sea, por naturaleza, no encuentra nada malo ni anormal en hacerlo. No hace otra cosa, supongo, porque no le sale; lo que le sale es decir siempre solamente lo que mejor le conviene en ese momento, y la verdad sencillamente no viene al caso. Es una suerte de oportunismo puro, cuya naturalidad y absoluta falta de pudor puede convencer a muchos, pues no muestra titubeo ni fisura--se trata de un mentiroso perfecto. El problema nunca fue Fidel sino sus creyentes.
ResponderEliminarLo mismo se podría decir Realpolitik de los pueblos (de cualquier pueblo) y su naturaleza crédula. Dadas la circunstancias apropiadas unos y otros, líderes y creyentes se van a encontrar. Pero si de verdad piensas que a tipos como Fidel les basta con mentir, si de verdad crees que no actúan salvajemente para que la realidad se acomode a sus mentiras es que eres bastante mas ingenuo de lo que crees.
ResponderEliminarEl HP siempre se aprovechó de las oportunidades que se presentaron y las utilizó a su conveniencia con una eficacia atroz.
ResponderEliminarEn el '59, cuando el desarme del Directorio Revolucionario y del Segundo Frente del Escambray para que el M-26-7 se quedara exclusivamente agarrando la sartén por el mango, ¿me van a decir que ninguno de aquéllos se imaginó lo que venía pa'encima? ¿No se dejó embaucar Miguel Ángel Quevedo, el director de Bohemia, con el asunto de los 10,000 muertos por Batista y publicó esa mentira que fue uno de los pilares de apoyo para los fusilamientos? Es imposible hacer un listado de todas las manipulaciones del HP, y de como se prestaron de buena gana, algunos por también ser HP's, y otros por ingenuos o comemierdas, que es casi lo mismo.
Siempre habrá gente así: Chávez, Correa, Berlusconi, Putin, etc. El más reciente, Donald Trump, que supo arrebatarle a los demás candidatos republicanos la cosecha del sentimiento anti-Obama, meticulosamente cultivado a lo largo de ocho años. El tipo supo decir lo que había que decir, y ahí está. Menos mal que EE.UU. es un país con instituciones democráticas muy sólidas y la separación de poderes es algo sagrado. Ya un panel de tres jueces federales le metío el primer "trumpetazo" con lo de las visas, por pasar órdenes ejecutivas basadas en caprichos y dudosas bases legales. Cojan asiento de palco que así van a ser los próximos cuatro años.
Saludos.
Debí agregar que el problema fue los creyentes de las mentiras castristas y, sumamente importante, los oportunistas que buscaban sacarle lasca al nuevo sistema aunque fuera todo una patraña perversa, siempre y cuando les beneficiara. Basta con saber que en cada cuadra de cada pueblo y ciudad de Cuba hubo gente dispuesta a espíar y chivatear a sus vecinos de manera oficial, o sea, como consabido oficio. Sobra decir que las salvajadas ordenadas por Fidel para imponer el terror no fueron ejecutadas por él mismo, sino por otros oportunistas. Claro que lo mismo o bastante parecido ha sucedido en otros lugares, y actualmente se reproduce en Venezuela, por ejemplo. Si los cubanos fueran únicos al respecto, supongo que no pudieran mirar a otra gente de frente por el bochorno.
ResponderEliminarLos pueblos TODOS son así querido Realpolitik. Mira si no los cultos alemanes que abandonaron su republica de Weimar para caer en brazos de Hitler o ahora los norteamericanos, con esa larga tradición democrática para terminar entregándose al farsante de Trump. Los pueblos -cualquiera que estos sean- somos una verguenza. Y la autocrítica es muy necesaria justo hasta el punto en el que se vuelve pura vanidad invertida, puro masoquismo estéril.
ResponderEliminarAguanten la mano… que con esa tendencia a la hipérbole y al total ombliguismo de los cubanos, ahorita empezamos a alardear de ser también lo máximo en hijeputancia.
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