El partido parecía una película de un cine de barrio. Bueno, de mi barrio cuando era niño, a mediados del siglo XIII (eso de saber contar en números romanos da idea de lo viejo que es uno). El problema es que el proyeccionista -que como todos los proyeccionistas de cines de barrios se distraía con cualquier cosa que no fuera la película- se confundió con los rollos. Al principio puso una de samuráis: el contrario se le acerca con aspaviento impresionante y al samurái le basta un gesto veloz y preciso para partirlo en dos de un tajazo de Honda, el ronin del medio campo que tanto impresionó en el mundial pasado. Y todo parecía que seguiría así, con los de Costa de Marfil atacando sin mucho orden, como los indios en las películas de vaqueros, pero en eso el proyeccionista cambió de rollo y puso “El príncipe valiente” o alguna por el estilo. Una en que el príncipe andaba perdido no se sabe por dónde y cuando todo parecía perdido, aparece. El príncipe se llama Drogba y aunque él mismo no hace mucho en sus guerreros se opera una transformación total: de tipos torpes y lastimosos se convierten en luchadores hábiles y energéticos que asaltan la portería contraria que hasta entonces parecía infranqueable: a cuatro minutos de entrada en escena del príncipe Drogba los africanos derriban las puertas del castillo y entran espada en mano hasta conquistar todo el castillo del shogún. O traducido al idioma del fútbol: meten un par de goles como si lo que hasta entonces parecía imposible fuera lo más sencillo del mundo. Y no es difícil imaginarse a esa hora a todo un continente brincar en sus asientos como nosotros en aquel cine de barrio.
[La caricatura de Lauzán se las debo pero imagínense a un elefante aplastando a un samurai. Pues ya está]
Algo interesante de este juego fue que el segundo gol de Costa de Marfil parecia la repeticion del primero. Como si los japoneses estuvieran jugando con el control remoto y tocaron por error la tecla rewind a los morenos.
ResponderEliminarsaludos de peyo
Dígadlen si a la cedbeza y no a la Drogba.
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