No nos
engañemos. Mientras en América Latina a “El lado oscuro del corazón” se le
considere cine, a las viñetas de Eduardo Galeano, literatura, a las canciones
de Silvio, poesía; mientras a Benedetti se le reverencie como poeta, Ricardo
Arjona sea considerado compositor, mientras nos conmovamos con los peores
versos de Neruda, mientras tantos farsantes y propagandistas subvencionados
sean tenidos por intelectuales, mientras sigamos, digo, ofendiendo el buen
gusto y el sentido común no deberá sorprendernos el éxito de esos delincuentes que
tenemos por líderes políticos en la América Nuestra. O el de los delincuentes a secas. Es algo así como el karma.
No se puede ser tan cursilón impunemente.
Post data: No hay que exagerar ni tomarse demasiado en serio lo que digo. Ni pretendo erigirme en arbitro de las estética sino mencionar ejemplos bastante evidentes; ni trato de decir que este o aquel no haya escrito de vez en cuando buenas canciones o buenos versos (no excluyo ni a Arjona ni a Buena Fe aunque en dichos casos si lo han hecho lo han mantenido en secreto). Tampoco digo que Videla o Sendero Luminoso existieron por culpa de la (mala) literatura o la (peor) música. Apenas trato de señalar que hay cierta falla en la percepción colectiva latinoamericana que hace que la alternativa a un horror sea un horror aún mayor. Huyéndole a los malos cantantes populares nos regodeamos con cantautores infames como mismo creímos que la alternativa a Batista pudo ser un Fidel Castro, o el camarada Gonzalo a Alan García. Lo que digo es que no hemos superado la edad mítica, infantil que convierte en escandaloso que por ejemplo alguien se atreva a señalar el ridículo profundo de una manifestación cultural o política. Digo –en fin- que en Latinoamérica estamos tan inclinados a la idolatría que cualquier critica suena a blasfemia.
Post data: No hay que exagerar ni tomarse demasiado en serio lo que digo. Ni pretendo erigirme en arbitro de las estética sino mencionar ejemplos bastante evidentes; ni trato de decir que este o aquel no haya escrito de vez en cuando buenas canciones o buenos versos (no excluyo ni a Arjona ni a Buena Fe aunque en dichos casos si lo han hecho lo han mantenido en secreto). Tampoco digo que Videla o Sendero Luminoso existieron por culpa de la (mala) literatura o la (peor) música. Apenas trato de señalar que hay cierta falla en la percepción colectiva latinoamericana que hace que la alternativa a un horror sea un horror aún mayor. Huyéndole a los malos cantantes populares nos regodeamos con cantautores infames como mismo creímos que la alternativa a Batista pudo ser un Fidel Castro, o el camarada Gonzalo a Alan García. Lo que digo es que no hemos superado la edad mítica, infantil que convierte en escandaloso que por ejemplo alguien se atreva a señalar el ridículo profundo de una manifestación cultural o política. Digo –en fin- que en Latinoamérica estamos tan inclinados a la idolatría que cualquier critica suena a blasfemia.
Menos mal que al fin alguien llamo al pan, pan, y al vino,vino. Mis felicitaciones Enrisco.
ResponderEliminarFrancotirador.
Ahmed es muy claro también, si blog es excelente! Aunque humilde.
ResponderEliminarDigo –en fin- que en Latinoamérica estamos tan inclinados a la idolatría que cualquier critica suena a blasfemia.
ResponderEliminarBueno, eso es parte de lo que define a Latinoamérica. Tienes mucha razón en lo de que las alternativas a una cosa mala casi siempre es algo peor. Saludos.
Eso mismo llegue a pensar en un tiempo, primero con cierto complejo por ser cubano y descubrir que las canciones que me conmovían no eran más que un embuste de cantadores picaros que copiaban al descaro a los que no nos ponían en la radio.
ResponderEliminarsi te distancias un tanto te sentirás de lo mejor. Este fenómeno no es exclusivo de Latinoamérica, qué me dices de la madre patria, y hasta de los cultísimos ingleses? Por no hablar de la ridiculez francesa que conmueve a grandes masas con solo vestirse de negro y desgarrar la garganta, entonces qué nos queda? No me digan que USA y su pop culture. Nada, que esto de llegar a las grandes masas lleva algo de perversidad implícita.
será que se burlan de nosotros?
Pero te repito… cuando veas esto de manera global te vas a sentir muy bien.
Malos cantantes, seudo mex, ambas mujeres, ambas nacidas US ciudadanas, ambas cantaban bandas( mal cantadas, sin voz ni melodia) ambas muertas tragicamente. Adividen. Mejico que una vez tuvo a Jorge y a Pedro, que pobre el arte actual.
Eliminar...y por su puesto, la alternativa del blog de Enrisco,no es el blog de Amed, definitivamente....
ResponderEliminarLetrinoamerica siempre sera' eso,la imposicion del mal gusto izquierdista..
Henry Risk: ¿Cómo puedes tú mismo decir siempre que no hablas en serio? Te matas tu solo como Chacumbele, maestro. Se puede ser más consecuente, aunque todos sepamos que eres humorista, que lo tuyo es el chiste. Un saludo, es bonche. No me creas, jajajajajaja!
ResponderEliminarAmén (aunque en mi panteón personal del ridículo nunca incluiría a Silvio Rodríguez).
ResponderEliminarHay —tiene que haber— una relación oncológica entre la cursilería y el despotismo. Gracias por apuntarlo.
Tersites
que modesto.
ResponderEliminarmachetico, si leyeras los comentarios que me dejaron en facebook me entenderias mejor. y yo creo que eso es parte del asunto: que se lee demasiado en serio. no a mi, que tengo cartel de humorista, sino todo. hay que saber hasta que punto tomarse las cosas en serio algo que nadie sabe con seguridad pero la tendencia a pasarse es alarmante.
ResponderEliminarLas masas tienen gustos giles en todas partes. Menos en aquel planeta de Isaac Asimov donde sólo había robots. Si hurgas en el alma estética nórdica, te aterrará la banalidad. Si olfateas el nervio cultural hindú, te espantará la peste a mierda. En fin, la empanadilla puede ser de dulce de guayaba o de picadillo, pero siempre engorda.
ResponderEliminarPD: Para medir la capacidad de progreso de una cultura, raza o nación no hace falta saber de cine, música o poesía. Basta ver como conducen sus vehículos en las calles. Y por cierto, Miami es el peor lugar para manejar en los EE.UU. No hay sitio con más miserables, temerarios y pendejos detrás del volante.
concuerdo contigo Guicho, sobre todo en la postdata pero permiteme darle un poco de cuero a los que, en supuesto rechazo de la cursileria, apelan a otros no menos cursilones. pero queria señalar no la cursileria obvia sino la otra, la que se hace en nombre de la cursileria. seguramente me falta kilometraje por recorrer pero no creo que en otra parte del mundo en un bar mas o menos turistico un musico apele, entre tantas opciones para descargar, a Silvio Rodriguez como yo lo vi en Mexico. y que conste, Yo también canté en tonos menores. Yo también padecí de esos dolores.
ResponderEliminarEs que un tio para caer pesao aunque sea bueno, nada mas necesita declararse castrista. EJEMPLO: el puerco Sean Penn.
Eliminary si es mal actor y castrista, AY, MI MADRE! Ejemplo Danny the Idiot Glover.
Este há sido um post necessário. resume el pensar de uma generacion em um parrafo.
ResponderEliminarjá...pero lo que enrisco senala es que, justamente, los personajes que aman a silvio, neruda y el lado oscuro, se consideran elite...no cultura de masas...asi que le generalizacion nórdica, inglesa, índia, y francesa, no es peretinente al argumento que, implocitamente, enrisco adelanta.
ResponderEliminarEs verdad que cursileria hay en todas partes pero en Latinoamerica yo no veo la alternative. Es cursileria a pulso...
ResponderEliminarLos norteamericanos suelen burlarse de las tele-no-verlas latinoamericana. Es un problema de actuación de los pueblos. Los yumas hacen una actuación muy creíble, realista y natural lo que hace verosímil para todos cualquier trama. Lo curioso de los latinoamericanos es que haciendo una actuación extremadamente ficticia logra arrancar lágrimas y pasiones de una manera más inflamada incluso que la anglo. Pero en el fondo las tramas son las mismas y es la misma bobería. Incluso hay una tendencia al sufrimiento melodramático en las cosas anglosajonas como el pitcher que triunfa sin un brazo o la cantante que no tenia voz por un cáncer que a veces se pasan eh.
ResponderEliminarSilvio de elite? Llenando estadios y plazas? o los buena fe causando furor entre miles de jóvenes y Ricardo Arjona vendiendo conciertos enteros. No. En Latinoamérica tenemos nuestra elite, Paquito de Rivera, Michael Camilo, Astor Piazzola.
ResponderEliminarC0N T0D0 EL RESPET0 QUE USTED MERECE, USTED N0 SE RESPETA, SI P0R VINCULARSE C0N LA P0LITICA USTED VAL0RA DE ESA F0RMA A T0D0S L0S QUE MENCI0N0, QUE EN LA REALIDAD S0N L0 C0NTRARI0 A L0 QUE DIJ0, DE VERDAD DEJA MUCH0 QUE DECEAR.
ResponderEliminarno tiene nada que ver su vinculo con la politica, me entendio mal. No se cual es la afiliacion politica de Arjona, o de Subiela ni me interesa. de lo que hablo es de cursileria y como esta afecta nuestro entendimiento, el politico entre ellos.
ResponderEliminarLos letrinamericanos, como dijo Borges de los peronistas, no tienen remedio.
ResponderEliminar¿Será q fue Enrisco quien mandó a matar a esas 2 mexicanas de las q habla uno d los tantos comentaristas anónimos?...ah, x cierto, espectaculares los blogs de Ahmed, sobre todo x los altísimos nivels d abstracción q uno alcanza intentando descifrar q carajos dice ahí.
ResponderEliminarHola , soy un autor novel con siete novelas a mis espaldas que me he decidido por fín a lanzarme al mundo de la publicación.
ResponderEliminarEn diciembre saldrá a la venta mi novela "Osario", encuadrable en el género de terror más puro y clásico, con Ediciones Atlantis, prologada por uno de mis directores de cine preferidos, Santiago Fernández Calvete, al que conocí ejerciendo como crítico de cine en Sitges, actividad que vengo haciendo dos años para distintos medios. Actualmente colaboro enojocritico.com y nidodecuervos.com.
Para la presentación he contado también con uno de los talentos del cine de Asturias que ha dirigido un corto que acompañará a la novela como teáser.
Hace tiempo que sigo su blog y sería un HONOR tener una reseña de mi novela.
Le enlazo a la página de la misma,
www.osario.es
Agradecido de antemano les saluda atentamente,
Javier Morales